Thursday, January 19, 2006

La propiedad "privada", sus derechos y la socializacion de la pobreza

La propiedad "privada", sus derechos y la socialización de la pobreza
Alexander Guerrero E.

  Jueves, 19 de enero de 2006

El socialismo avanza con mismo ritmo que se expande la pobreza, el común denominador de ese proceso político lo constituye el debilitamiento de los derechos de propiedad, conculcando eso derechos, la propiedad pierde su sentido social y su condición natural: crear riqueza, o lo que es lo mismo, sin derechos de propiedad reales y efectivos, solo es posible puede crear pobreza, es lo que hemos estado presenciando en estos siete anos de revolución y es lo que nos muestra la historia reciente de los diversos tipo de comunismo-socialismo experimentados.
El resultado neto inmediato es una sociedad que se torna mas igualitaria al compás del proceso de socialización de la pobreza; es decir, los mecanismos de igualdad del socialismo reprimen los incentivos para el ascenso y movilidad social, al venezolano el Presidente les recomienda – y sus políticas logran el cometido de sus palabras- que aspirar a ser rico es contrarrevolucionario, y que la mejor manera de comprender la revolución es aceptando estoicamente el ser pobre.   Una muestra patética de esta progresión empobrecedora de la revolución lo encontramos en la propaganda oficial que remite las culpas por el cierre o colapso del viaducto, a una voluntad divina y por lo tanto aceptable, una versión remodelada del cristianismo marxista con el cual la revolución cultural busca la redención del pobre ahora no en la tierra sino en el limbo de la revolución. La lógica “revolucionaria” de esta tragedia se pueden encontrar en el hecho de que el cierre definitivo del viaducto de un plumazo empobrece cientos de miles de venezolanos que solo les queda el mar para buscar sus sustento, y el aislamiento de otros tantos millones de venezolanos que ven su standard de vida caer al tener que presenciar impotente las consecuencias económicas y sociales negativas  que destruyen su calidad de vida.
La ampliación del espectro de pobreza, proceso que trepa con velocidad por la estructura de ingresos, que agrega como pobres a diferentes sectores de las clases medias cuyo ingreso familiar se nivela por abajo a los sectores de menores recursos, trae consigo una curiosa  relación socioeconómica, en cierto modo, postulado por la revolución del Presidente, que se expresa en una sociedad con mayores niveles de igualdad; es decir, se alcanza el paroxismo socialista conocido de una sociedad de iguales que tiende a ser mas pobre que una sociedad naturalmente desigual, donde la propios mecanismos de ubicación social desigual conforman los incentivos para el progreso y la búsqueda de la riqueza individual y familiar. Al respecto, la evidencia empírica universal es colosal en demostrar que la igualdad se construye sobre mayores niveles de pobreza, por estos lados Cuba, y en la Europa socialista nos muestran como una sociedad de iguales es históricamente viable.
El ataque violento a la propiedad inmobiliaria de estos días post-colapso del viaducto, dirigido por altos funcionarios públicos nos muestra otro ejemplo de unos mecanismos activado para empobrecer. Las invasiones, dirigidas o no por el gobierno pero ciertamente ejecutadas sin que un marco jurídico y las autoridades de gobierno respondas ante los ciudadanos por el cuido de sus vidas y propiedad coadyuva la creación de un mercado inmobiliario especulativo con precios en caída, por debilitamiento de esos derechos. Vale destacar que ese proceso de invasiones y expropiaciones se conduce desde los propios inicios de la actual administración de gobierno.
Esa violencia políticamente institucionalizada e ilegal, conforma el marco de empobrecimiento de sectores sociales que con su trabajo han adquirido viviendas para disfrute familiar y/o como parte de su ahorro por vivir en una sociedad inflacionaria. Esa violencia conlleva en lo económico a un proceso de expropiación y empobrecimiento.
Del mismo modo que la doble tragedia de Vargas en el 2000; la del impacto de la naturaleza y la de la pésima gestión de gobierno para resolver problemas primarios causados por el deslave; el cierre del viaducto traerá inmensas perdidas a los ciudadanos y empresas de la gente, por los elevados costos por cierre, mudanza, trasporte, desmovilización de la fuerza de trabajo, y mala gestión de gobierno para resolver esa vicisitud creada por la ineficiencia crónica de la gerencia publica.
Mientras tanto el gobierno flotando literalmente en una súbita riqueza financiera, represada en el BCV y en las propias cuentas del Tesoro, ataca los mecanismos de protección de los derechos de propiedad vulnerando en consecuencia la maquinaria de producir riqueza que conlleva un régimen de propiedad privada, los órganos reguladores de políticas publicas, la represión de precios,  y cobro de impuestos y otras instituciones  interventoras del Estado en la economía, crean un entorno económico incierto y costoso y en ocasiones de terror, desmonta los mecanismos naturales del ahorro e inversión de la gente.
En conjunto, tanto la debilidad de un marco jurídico que no protege derechos de propiedad, que permite un ritmo de violencia políticamente institucionalizada en invasiones,  confiscaciones y en amenazas a la propiedad privada directas por parte de del propio Presidente, de ministros y funcionarios públicos, así como leyes, decretos y políticas publicas que mutilan el régimen de derechos de propiedad por regulación de precios, control de cambio e intervención del gobierno en la economía para sustituir a la gente y empresas de su propio dominio económico, conllevan rápidamente hacia un entorno de empobrecimiento generalizado similar al que sobreviven os cubanos.
Ese creciente empobrecimiento ocurre a la sombra de un Estado rico, cuya riqueza parece acumularse sobre el empobrecimiento de la gente y la descapitalización y pérdida de capacidad productiva de la gente y sus empresas. 

(*): Economista, PhD (London)
aguerrero@tecnoeconomica.com
 

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