Sunday, October 14, 2007

Cuba y EEUU colaboran para cobro de herencias

Publicado el domingo 14 de octubre del 2007

Cuba y EEUU colaboran para cobro de herencias
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

Cuba y Estados Unidos han establecido desde el 2003 una estrecha
cooperación para resolver litigios legales y casos de herencia que
involucran más de $50 millones y cientos de familias cubanas a ambos
lados del estrecho de la Florida.

Los crecientes trámites y el otorgamiento de caudales hereditarios a
cubanos residentes en la isla están generando una inevitable interacción
de abogados, asistentes legales y personal técnico de Miami con sus
homólogos del Bufete Internacional de La Habana y otras dependencias
gubernamentales.

El pragmatismo ha terminado por imponerse a las trabas políticas. Y los
herederos cubanos pueden ya recibir en la isla --en remesas mediante la
compañía Western Union-- parte de su dinero congelado en Estados Unidos.

''Estamos en presencia de una peculiaridad en las relaciones entre Cuba
y Estados Unidos, porque ambas partes están muy interesadas en resolver
los litigios que se presentan'', explicó el abogado cubanoamericano
Enrique Zamora, quien actualmente viaja cada seis semanas a Cuba en
representación de unos 20 casos. ``Se trata de asuntos estrictamente
familiares, no de política''.

Son casos típicos de dinero, joyas, inmuebles, pólizas de seguro e
incluso acciones bancarias que pertenecían a residentes en Estados
Unidos y que sus herederos en Cuba no pueden obtener o cobrar fácilmente
debido a las regulaciones del embargo.

En coordinación con el sistema judicial del Onceno Circuito en
Miami-Dade, la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del
Departamento del Tesoro implementó hace más de una década un
procedimiento estándar para identificar y procesar los casos de sucesión
que incluyen a herederos cubanos en la isla.

''El problema que enfrentamos en estos casos es cómo distribuir bienes y
dinero pertenecientes a personas que residen en países considerados
enemigos de Estados Unidos'', indicó la jueza administrativa María M.
Korvick, quien desde 1998 dirige la División de Herencias y Tutelas en
el circuito de Miami-Dade. ``Actuamos para proteger el sistema de leyes
estatales y federales, sin ignorar a los herederos que están en Cuba''.

Según abogados y expertos, el liderazgo de la jueza Korvick ha sido
decisivo para consolidar el procedimiento legal. El otorgamiento de cada
caso se realiza mediante una lista rotativa de abogados locales que
cuentan con una licencia especial de OFAC para viajar a Cuba y
representar los derechos de cubanos con herencias en Estados Unidos.
Otros condados de la Florida, incluyendo al vecino Broward, han seguido
el modelo de Miami-Dade para poner en práctica sus respectivos programas
guardian ad litem para estos peculiares litigios.

Además de la Florida, donde vive aproximadamente un millón de cubanos,
litigios similares están en proceso en estados como Nueva York, Nueva
Jersey y California.

Junto a Zamora, otros cuatro abogados cubanoamericanos están incluidos
en la lista rotativa del sistema judicial de Miami-Dade: José I. Valdés,
Luis E. Barreto, Sergio Méndez y Carlos Enríquez, pionero de los
contactos en Cuba para asuntos testamentarios a finales de los años 80.

Enríquez acumula desde entonces unos 1,000 casos y adjudicaciones
hereditarias por $15 millones. Después le sigue Zamora, quien comenzó a
representar a herederos residentes en Cuba en 1994 y archiva ya unos 250
casos por valor de $20 millones.

En total hay unos 1,500 casos --acumulados o pendientes de
adjudicación-- y $58.1 millones congelados en bancos estadounidenses,
los cuales forman parte de los $196.1 millones bloqueados al Estado
cubano por las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos, de 1963.

La cifra del dinero retenido actualmente a Cuba fue revelada el pasado
septiembre en el informe anual del Departamento del Tesoro sobre activos
de estados terroristas (conocido como TAR), y representa una disminución
de $72.2 millones con relación al período anterior, cuando se reportaron
$268.3 millones.

El dinero de cada herencia destinada a residentes en la isla se deposita
en una Cuenta Cubana Bloqueada (CBA), según los requerimientos del embargo.

Funcionarios de OFAC declinaron comentar a El Nuevo Herald sobre el
dinero congelado a individuos cubanos y el programa de remesas en marcha.

Pero el panorama está cambiando sin muchos ruidos. En los últimos cuatro
años el proceso se ha dinamizado notablemente con el establecimiento de
reglas menos estrictas por parte de OFAC y la intervención de las
autoridades cubanas.

A partir del 2003, el gobierno cubano comenzó a involucrar formalmente
al Bufete Internacional de La Habana y sus oficinas en el interior del
país en los procedimientos legales y en la agilización de las visas para
los abogados provenientes de Estados Unidos. Desde entonces, abogados
cubanos participan en los interrogatorios de los potenciales herederos y
testigos, y alquilan sus locales de conferencias a los colegas visitantes.

El gobierno cubano revisó recientemente los requisitos para permitir la
conducción de indagaciones legales por parte de extranjeros dentro de
Cuba. Las declaraciones deben realizarse en presencia de al menos un
abogado cubano, mientras que los testigos deberán estar representados
por un abogado afiliado al sistema de bufetes de la isla.

''El trato por parte de Cuba ha sido respetuoso, cooperativo y
profesional, no podría decir otra cosa'', manifestó el abogado José
Valdés, quien comenzó a viajar a la isla por asuntos testamentarios en
1999. Valdés ha fungido como tutor de 53 personas que tienen cuentas
retenidas por valor de $3.3 millones.

El cambio más significativo sobrevino en marzo del 2003 con una
regulación de la OFAC que permitió el pago de remesas trimestrales por
$300 ($1,200 anuales) a cada heredero que viva en Cuba. Hasta ese
momento, las disposiciones del Tesoro prohibían que el heredero pudiera
acceder al caudal hereditario depositado en un banco estadounidense, a
menos que emigrara de Cuba y se radicara como residente permanente en
Estados Unidos o en un tercer país no enlistado como enemigo de Washington.

Así, desde el 2004 los abogados acreditados por la OFAC comenzaron a
enviar a Cuba las remesas de aquellos herederos que firmen previamente
un affidávit autorizando la extracción periódica de su CBA.

Otros beneficiarios prefieren mantener intacta la cuenta con la
esperanza de abandonar el país en una fecha próxima.

Sin embargo, antes de adjudicar el dinero los abogados deberán desatar
una intrincada madeja legal.

Cuando se abre un expediente de herencia, lo primero que debe
determinarse es si el fallecido dejó testamento --en Estados Unidos o
Cuba-- y quiénes son sus beneficiarios.

En caso de no existir testamento, el abogado designado por la lista
rotatoria deberá rastrear sus probables herederos en Cuba.

''A veces se hallan los herederos viajando hasta los más recónditos
pueblitos cubanos'', señaló Korvick.

Los viajes a Cuba para indagar sobre herencias, localizar testamentos o
tomar declaraciones juradas arrojan saldos de miles de dólares, que
salen del monto hereditario en disputa.

Una porción va a parar a instalaciones y organismos cubanos por emisión
y notarización de documentos legales, uso de locales de trabajo y
hospedaje de los viajeros.

Cada abogado cobra entre $200 y $300 por hora. Para las declaraciones
juradas viaja con ellos el traductor Vicente de la Vega, de la firma
Precision Translating de Miami, quien recibe $125 por hora; el
estenógrafo Thomas J. Kresse, de Kresse & Associates (entre $75 y $100
por hora); y el operador de video Kenneth Stern, de la empresa Custom
Video ($80 por hora).

Los gastos del pasaje, el permiso de entrada a Cuba y hospedaje de hotel
corren por los abogados asignados al caso. Según las restricciones de la
OFAC, los únicos que no pueden recibir honorarios son los abogados
cubanos de la isla.

Una vez hecha la distribución de propiedades y herencia, los herederos
residentes en Estados Unidos reciben su parte bajo supervisión judicial.
El dinero de los herederos cubanos va a parar a una CBA en un banco
estadounidense que deberá reportar anualmente a la OFAC sobre el balance
y transacciones de la cuenta, que no puede transferirse a ningún
familiar o persona que no sea un heredero legítimo.

El Bufete Internacional de La Habana también solicita cada tres meses
que los abogados tutores reporten nombre y dirección de los herederos
cubanos, la distribución que reciben del caudal hereditario, las remesas
que se han enviado y el saldo remanente de la cuenta bloqueada.

Valdés opina que el flujo de relaciones normales en este campo ``es de
conveniencia mutua''.

''Los tribunales estadounidenses no pueden permitirse una congestión con
casos abiertos por tiempo indefinido y retener las herencias que
pertenecen a residentes de este país'', argumentó el abogado. ``Además,
cada dinero congelado está dejando de ingresar impuestos para el Tío Sam''.

Para Cuba resulta también ganancioso, pues no sólo reciben dólares los
ciudadanos beneficiados, sino el gobierno que cobra tarifas por
servicios prestados.

''En este asunto la política es irrelevante'', agregó Valdés.

La jueza Korvick coincide en que el congelamiento de casos de herencia
sería contraproducente incluso para la transparencia del sistema de
propiedad en la nación.

''Si no se reparten las bienes inmuebles y las herencias debidamente,
los títulos de propiedad no podrían ofrecer las suficientes garantías a
los inversionistas y la seguridad del sistema estadounidense quedaría
estropeada'', observó Korvick.

Los pronósticos apuntan a que el imparable flujo de inmigrantes cubanos
hacia Estados Unidos durante las últimas tres décadas, disparará
inevitablemente en un futuro cercano el número de casos legales
vinculados a potenciales herederos que quedaron en Cuba.

''Hay varias generaciones de cubanos radicadas en Miami y que están
dejando herencia a sus familiares'', expresó Zamora. ``Todavía hay mucha
gente que desconoce este servicio, pero creo que en los próximos años el
número de casos va a subir vertiginosamente''.

wcancio@elnuevoherald.com
CASOS DE HERENCIAS CUBANAS EN LITIGIO

• Tras varios intentos de abandonar ilegalmente la isla, Lloren Lazo
Febles se lanzó al mar en un bote rústico que naufragó frente a las
costas mexicanas en 1994. Poco después logró cruzar la frontera por
Texas y radicarse en Estados Unidos. Vivió y trabajó en Los Angeles y
Las Vegas antes de venir a Miami en diciembre de 1996.

En Miami laboró casi por un año en la firma Inter-American Leasing,
cercana al Aeropuerto Internacional. Estaba feliz y enviaba con
frecuencia dinero a sus familiares en Cuba.

El 21 de junio de 1997, Lazo Febles, de 38 años, perdió la vida en un
accidente ocurrido en la intersección de Le Jeune Rd. y la calle 18, en
el noroeste de Miami. Murió instantáneamente en la escena del incidente,
provocado por el chofer de un carro rentado que no respetó la señal de
luz roja.

En el 2000, un juez de Miami-Dade ordenó a la empresa
Enterprise-Rent-A-Car, con sede en St. Louis, Missouri. entregar $2
millones como comprensación a los herederos del fallecido.

Los abogados Enrique Zamora y José Valdés lidiaron con el caso de
herencia, que quedó repartida entre los dos únicos herederos de Lazo
Febles: sus hijos Lloren Lazo Santamaría, de 15 años, y Lloren Lazo
Gómez, de 20.

El mayor permaneció en Cuba y desde el 2004 goza del derecho a recibir
el dinero en remesas timestrales de $300. El menor, Lazo Santamaría,
emigró con su madre a Estados Unidos, en febrero del 2002, y pudo cobrar
íntegra su porción del caudal hereditario al cumplir los 18 años.

Lazo Santamaría se estableció en Miami. Pronto compró una motocicleta y
realizó sus sueños. Pero la tragedia selló su suerte. Justamente el día
en que se cumplía el noveno aniversario de la muerte del padre, el 21 de
junio del 2006, el joven perdió la vida en un accidente de tránsito con
su flamante motocicleta.

• William Ramírez llegó a Estados Unidos tras permanecer durante meses
en los campamentos de la base naval de Guantánamo que acogieron a los
protagonistas de la crisis de los balseros de 1994. Ramírez, de 23 años,
dejó en Cuba a sus padres ancianos, con la salud quebrantada y habitando
una casa en franco deterioro, en la barriada habanera de Arroyo Naranjo.
Ramírez falleció en julio del 2000 en un accidente automovilístico,
cuando el Ford Explorer que manejaba por la caretera I-75 se volcó a
causa de desperfectos en las gomas, fabricadas por la compañía Firestone.

A insistencia de Valdés y Zamora, los padres de Ramírez, Caridad y
Antonio, participaron en la demanda colectiva contra Ford y Firestone.
En mayo del 2001, Ramírez recibió $1.7 millones como resultado de un
acuerdo extrajudicial entre las partes el litigio.

''Fue muy dramático, porque los padres vivían en una casa con huecos en
el techo, y cuando les sugerí venir a Estados Unidos para cobrar el
dinero congelado, me dijeron que no, que ellos lo único que tenían acá
era el hijo y ya no estaba'', recordó Zamora. ``A mí me ha impactado
mucho la parte humana de estas personas a quienes el dolor por un ser
querido hace olvidar el dinero''.

En el verano del 2002 murió Antonio, el padre, en Cuba. El testamento
del matrimonio Ramírez estipulaba que si alguno moría, la parte del
fallecido correspondería a la hija de ambos, Liuban Ramírez, una
contadora empleada en la industria turística en La Habana. A partir del
2004, Luiban y su madre comenzaron a recibir sendas remesas de la cuenta
congelada en Estados Unidos.

• Cuba ha protestado por ''la política de congelador'' que mantiene
retenidos los $10,000 que correspondieron al Gran Maestro Guillermo
García tras alcanzar el segundo lugar en el Torneo Abierto de Ajedrez de
Nueva York de 1988. García falleció a los 36 años en un accidente
automovilístico a la entrada de Santa Clara, en 1990.

http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/cuba/story/103611.html

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