Thursday, October 13, 2011

Secretismo estadístico?

Estadísticas, Economía

¿Secretismo estadístico?

Las contradicciones en las cifras estadísticas quizás expliquen por qué
el Gobierno, a estas alturas de 2011, no haya querido publicar los
capítulos mencionados del Anuario 2010

Oscar Espinosa Chepe, La Habana | 13/10/2011

A pocas semanas de finalizar el año 2011 todavía no se han publicado los
decisivos capítulos del Anuario Estadístico 2010 referentes a las
Cuentas Nacionales y el Sector Externo, algo inusual que además coincide
con la falta de datos importantes en los capítulos del Anuario
aparecidos en forma digital, como el monto del azúcar producido y otros
de la Zafra 2009-2010, lo cual también acontece con la de 2010-2011,
terminada a principios de mayo.

El capítulo de Cuentas Nacionales tradicionalmente contiene los
indicadores de la creación del Producto Interno Bruto (PIB) a precios
corrientes y constantes, así como el desglose de los sectores que lo
generaron y su distribución entre consumo y acumulación, con sus
correspondientes desagregaciones. Además se brindan indicadores
adicionales, por ejemplo, el estado de la moneda cubana, en particular
el monto del efectivo en circulación y en banco, así como otros
elementos básicos para poder evaluar el comportamiento de la economía.

El capítulo de Sector Externo usualmente ha reflejado los intercambios
comerciales, o sea, el volumen de exportaciones e importaciones de
bienes y la balanza comercial, reflejándose el estado de las relaciones
con los socios comerciales y una relación de los principales rubros de
intercambio. También tradicionalmente incluye breves reseñas de la
Balanza de Pagos y de la deuda externa, aunque por lo regular esta
información aparece con años de atraso.

En enero la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) emitió cifras
preliminares sobre el comportamiento de la economía el pasado año, en el
documento Panorama Económico y Social, Cuba 2010, y a partir de junio en
su sitio web comenzó a publicar los capítulos del Anuario del año
pasado, pero aún no han colgado los capítulos antes mencionados. Quizás
el origen de este secretismo estadístico radique en que las cifras
provisionales de 2,1 % del crecimiento económico del PIB en 2010 están
en franca contradicción con cifras brindadas como definitivas en los
capítulos por sectores, en especial sobre Educación y Salud Pública, que
fueron la sustentación fundamental del crecimiento del PIB anunciado.

En el caso de la Educación, cuyo crecimiento en 2010 era supuestamente
del 4,5 %, el aumento resulta insustentable teniendo en consideración la
información ofrecida en junio de que en el curso 2009-2010 la matrícula
se redujo en 8,3 % respecto al anterior, volviéndose a aminorar en el
correspondiente a 2010-2011 en 10,1 %. En la Educación Superior, la
matrícula inicial se redujo en 14,7 % y 22,1 %, respectivamente. Por
tanto, la matrícula inicial por 10.000 habitantes cayó de 735 en curso
el 2008-2009 a 701 en 2010-2011. Reducciones similares se observan en el
número de escuelas existentes, alumnos becarios y semi-internos. Este
descenso es parte de una tendencia presente en los últimos años, y viene
acompañado de una reducción de las inversiones en el sector. Con estos
datos resulta imposible sustentar la existencia de un crecimiento del
4,5 % de la educación en 2010.

En la Salud Pública y Asistencia Social, debido a la tensa situación
financiera del país, el Gobierno tuvo que realizar profundos recortes en
las asignaciones presupuestarias del 2010. De acuerdo con datos
suministrados por la ONE sobre la Ejecución del Presupuesto el pasado
año, en Salud Pública hubo una reducción de 10,9 % y en Asistencia
Social de 25,6 % respecto a 2009, a precios corrientes. Por consiguiente
es muy difícil justificar el incremento declarado a principios de años
del 5,7 %, cuando los gastos se redujeron en tal magnitud, a la vez que
se conoce la creciente insatisfacción prevaleciente en la sociedad por
el deficiente estado asistencial.

Otros capítulos publicados del Anuario también aportan dudas sobre el
crecimiento reportado del PIB en 2010. Por ejemplo la caída del 2,8 %
—calculada la producción a precios constantes— en la agricultura,
declarado originalmente, muy posiblemente fue sustancialmente mayor
cuando ahora se conoce que la producción cañera en la Zafra 2009-2010 se
redujo en un 22,2 % respecto al año anterior. A ello se suma que el
volumen de la producción agropecuaria —sin incluir la cañera— disminuyó
4,2 % en 2010, según información publicada por la ONE.

Igual interrogante surge al saberse que la producción de electricidad
descendió un 1,9 % en 2010. Hecho poco comprensible cuando el Gobierno
alega que el PIB aumentó en 2,1 %, pues existe una correlación entre los
dos indicadores al ser difícil que crezca la actividad económica sin
algún aumento de la generación de electricidad[1].

Estas contradicciones, entre muchas otras, como los inaceptables
indicadores de desempleo e inflación le quitan toda credibilidad a las
estadísticas oficiales cubanas. Lamentablemente organizaciones de las
Naciones Unidas, en especial la Cepal, a menudo se hacen cómplices de
estas burdas estafas estadísticas, al publicar en ocasiones, sin
análisis alguno, datos económicos y de otro tipo, entregados por el
Gobierno cubano.

Quizás todas las contradicciones en las cifras estadísticas expliquen el
motivo por el cual el Gobierno a estas alturas de 2011 no haya querido
publicar los capítulos mencionados del Anuario 2010. Si esto es así,
esta decisión está en flagrante contradicción con las repetidas
menciones del presidente Raúl Castro contra el secretismo y a favor de
un periodismo más abierto. Por otra parte, este ocultamiento de la
información y las evidentes contradicciones entre los datos publicados
no ayudan a fortalecer la credibilidad oficial. Todo lo contrario,
invitan a la duda y la desconfianza sobre un gobierno que opta por
mentir y ocultar la realidad.

[1] Para información adicional ver mi Ponencia "Situación Económica,
Política y Social de Cuba", presentada en la XXI Conferencia de la ASCE,
celebrada en Miami, en agosto.

http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/secretismo-estadistico-269287

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