Sunday, March 16, 2014

Cuba sigue jugando a la Guerra Fría

Publicado el domingo, 03.16.14

Cuba sigue jugando a la Guerra Fría
El informe de la ONU es contundente: el cargamento bélico enviado por
Cuba a Corea del Norte el año pasado y retenido en Panamá, es una
violación al embargo de armas impuesto por el organismo internacional a
la nación asiática.

Más aún: según el informe, es posible que Cuba haya violado otras dos
veces el embargo a la dictadura norcoreana, en el 2012.

¿Qué hay detrás de esto? El régimen cubano pone en práctica reformas
económicas moderadas y concede la libertad de viajar al extranjero, pero
al mismo tiempo sigue jugando a la Guerra Fría. ¿Por qué envía armas a
uno de los últimos reductos del comunismo tiránico? Por pura simpatía
ideológica. Y por el mantenimiento de una alianza cuyo propósito es más
obsoleto que los armamentos confiscados en Panamá.

En vez de romper de una vez con su fallido pasado revolucionario y hacer
verdaderas reformas para mejorar el deficiente nivel de vida de la
población, que de paso facilitarían un conveniente acercamiento a
Estados Unidos, el régimen cubano opta por no renunciar a sus viejos
hábitos. El envío de armas a Corea del Norte se inscribe en sus antiguas
tácticas "antiimperialistas", en el mantenimiento de una alianza de
gobiernos comunistas frente a las democracias occidentales y, sobre
todo, frente a Estados Unidos. Solo que de esa alianza apenas subsisten
unos restos escuálidos que ya no tienen la menor posibilidad de triunfo.
La Guerra Fría terminó y ya sabemos quiénes fueron los ganadores y
quiénes los perdedores. Pero la dictadura cubana parece resistirse a
admitir la derrota.

En esta ocasión, ni siquiera se trata del viejo enfrentamiento con
Washington. El problema va más allá. Con el envío de armas a Corea del
Norte, La Habana viola un embargo impuesto por la ONU; se burla de una
medida promulgada por la comunidad mundial para contener a una dictadura
cerrada e inflexible que ha usado la amenaza del programa nuclear. ¿Qué
gana Cuba con ese controversial embarque? Muy poco. Nada. ¿Qué tiene que
perder? Mucho. De entrada, genera desconfianza en la comunidad
internacional. Y además, se arriesga a sufrir un castigo de las Naciones
Unidas que su maltrecha economía no necesita en absoluto en estos momentos.

Cualquier negocio que la dictadura cubana haya podido hacer con
Pyongyang carece prácticamente de valor frente a los beneficios
económicos que podría sacarle a su tímida apertura. Porque ante los
pequeños cambios implementados por Raúl Castro, ya hay muchos
empresarios en el extranjero –un gran número de ellos en Estados Unidos–
haciéndose ilusiones y calculando las ganancias que podrían representar
las inversiones en un país urgentemente necesitado de capital.

Mientras la mayoría de los norteamericanos, según la reciente encuesta
del Atlantic Council, desean una normalización de las relaciones con La
Habana, el régimen cubano envía armamentos a Corea del Norte y sigue
jugando a la Guerra Fría por debajo de la mesa. Es una realidad que
debilita el argumento de abrirle los brazos a lo que queda de la
dictadura cubana. Y que merece una respuesta inequívoca y una sanción
firme de la organización mundial.

Source: Cuba sigue jugando a la Guerra Fría - Opinión -
ElNuevoHerald.com -
http://www.elnuevoherald.com/2014/03/15/1702260/cuba-sigue-jugando-a-la-guerra.html

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