El ocio de las tierras agrícolas
Por Pablo Alfonso
Producción o privación. Ese es el dilema que enfrenta la agricultura cubana.
Cuando la falta de liquidez obliga al gobierno a posponer el pago de sus
deudas a corto plazo, Cuba no puede darse esta vez el lujo de importar
el 80 por ciento de los alimentos que consume, como lo hizo el pasado año.
Hay otro dilema es más grave. La burocracia y las rígidas estructuras de
la administración estatal hacen impracticable el plan de entrega de
tierras agrícolas ociosas, anunciadas por el general Raúl Castro como la
solución del problema.
Cuba tiene una superficie agrícola de 6.6 millones de hectáreas, de las
cuales sólo 2.9 millones estaban cultivadas a principios del pasado año,
según cifras oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas.
El general presidente firmó el 10 de julio de 2008 el Decreto 259, que
entró en vigor dos meses más tarde. Las tierras estatales ociosas, en su
mayoría pobladas por marabú, ascendían en ese entonces a 1.7 millones de
hectáreas. Nueve meses después las cifras son diferentes pero el dilema
es el mismo: el exceso de control, las trabas burocráticas y la falta de
recursos obstaculizan el nacimiento de "el cuerno de la abundancia".
El debate que se libra en los pasillos del gobierno y en las flamantes
oficinas municipales de Control de la Tierra; compite con la impaciencia
de los usufructuarios. Ha saltado de los marabuzales que pueblan las
tierras agrícolas a las páginas de los periódicos.
Los resultados de la medida están siendo fuertemente cuestionados tanto
por sus logros productivos como por la burocracia que involucra el
proceso. La impaciencia y el cuestionamiento tienen que ver con la
urgencia de producir ahora lo que la población necesitaba ya para ayer.
El tema, curiosamente, se está librando en los medios oficiales de
prensa de Cuba y en las agencias noticiosas acreditadas en la isla.
"El proceso no se distingue precisamente por su agilidad. Quienes piden
las tierras muestran desacuerdo con el ritmo demasiado lento en los
trámites legales, de las investigaciones preliminares y la excesiva
demora para encauzar el expediente después de hecha la solicitud",
apuntaba en días pasados el diario Granma, órgano oficial del Partido
Comunista de Cuba.
A tono con el comentario de Granma la prensa extranjera acreditada en la
isla, abordó el problema en el marco del primer aniversario de la firma
del decreto gubernamental.
Un despacho de la agencia de noticias ANSA, fechado en La Habana el 27
de junio afirmó que la medida "se encalló en la burocracia y no logró,
tras nueve meses, su objetivo de elevar la producción de alimentos y
reducir su importación". "La entrega de tierras cayó en manos de la
burocracia: las solicitudes tienen que transitar por nueve pasos y si
son denegadas hasta por 13 pasos".
Semanas antes un titular de Infolatam/Efe aseguraba que "pese a la
entrega de tierras, la agricultura aún no funciona...el proceso reclama
mejor estructuración".
El pasado lunes un cable de AFP, titulado "Reparto de tierras ociosas
transita por un camino empedrado", daba cuenta desde La Habana de las
dificultades que enfrentan los beneficiarios del programa para poner a
producir las tierras recibidas.
La atención mediática obligó al diario Trabajadores a salir en defensa
del programa. Un par de artículos titulados "Entrega de tierras:
Realidades y manipulaciones", intentaron despejar las dudas, apuntalados
por cifras, algunas muy discutibles.
"Lo que existe es un proceso que lleva trámites e involucra a varios
organismos", dijo la pasada semana el diario Trabajadores, al negar que
la burocracia estatal afecte la entrega de tierras. "La entrega de
tierras ociosas en usufructo parece convertirse en tema para otra
campaña mediática contra Cuba. Algunas agencias han recurrido a
personajes que piden el anonimato o a descontextualizar opiniones,
citadas en reportajes de la prensa nacional, para desvirtuar la marcha
de este proceso", se lamentó el órgano oficial de la Central de
Trabajadores de Cuba.
Desde el 17 de septiembre pasado hasta el 3 de julio se han presentado a
las Oficinas Municipales de Control de la Tierra 110 mil 463 personas
para tramitar su solicitud; 31 mil pidieron áreas que no estaban
contempladas en el Decreto Ley. Se abrieron 93 mil 529 expedientes, que
están en distintas fases del proceso; hay aprobados 78 mil 113 y se
denegaron 2 mil 383.
"Sería iluso pensar, hasta para los neófitos, que algún proceso
agropecuario que comienza con la solicitud de la tierra podría dar
resultados productivos significativos en solo nueve meses", dijo
Trabajadores. "Es un proceso biológico que requiere tiempo. ¿Burocracia?
Sí, es un proceso que lleva trámites e involucra a varios organismos. La
burocracia no lo ha encallado", agregó el diario.
Cuánto producen y cuáles son las dificultades que afrontan los
usufructuarios privados y las cooperativas campesinas es lo que no
siempre se ventila en los medios oficiales de prensa. La pregunta espera
por respuesta, sobre todo en los estantes vacíos de los mercados
agropecuarios.
Diario Las Americas - El ocio de las tierras agrícolas (18 July 2009)
http://www.diariolasamericas.com/news.php?nid=81620
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