La cruda realidad (I)
Sin crudo para vender e importando petróleo de Estados Unidos, Venezuela
tiene ahora menos que ofrecer a Cuba. Un análisis en dos partes
Redacción CE, Madrid | 27/09/2016 10:27 am
Un pozo petrolero estuvo ocioso durante semanas debido a que faltaba una
sola pieza del equipo. Otro fue atacado por pandillas armadas que se
hicieron de todo lo que pudieron cargar. Muchos trabajadores petroleros
dicen que les pagan tan poco que comen a duras penas y tienen que
vigilarse entre sí por si se desmayan mientras están en las alturas de
los pozos, de acuerdo a un reportaje de The New York Times.
La industria petrolera de Venezuela, cuyos vastos ingresos alimentaron
en otra época la revolución de inspiración socialista del país,
financiando todo desde vivienda hasta educación, está girando en una
espiral descontrolada.
Sumándole insulto al agravio, el Gobierno venezolano ha sido obligado a
recurrir a su némesis, Estados Unidos, en busca de ayuda.
"Ustedes le llaman el imperio", dijo Luis Centeno, uno de los líderes
sindicales de los trabajadores petroleros, refiriéndose a lo que
funcionarios gubernamentales llaman Estados Unidos, "e incluso así están
comprando su petróleo".
El deterioro de la industria petrolera quizá sea el capítulo más urgente
de la crisis económica de Venezuela. El petróleo representa la mitad de
los ingresos del Gobierno venezolano, lo que el expresidente Hugo Chávez
llamó alguna vez un "instrumento del desarrollo nacional". La compañía
petrolera venezolana (PDVSA) vertió sus ganancias, más de $250.000
millones en total de 2001 a 2015, en los programas sociales del país,
incluyendo importaciones alimentarias, a más de diversas acusaciones de
malos manejos, descontrol y simplemente malversación de fondos.
Sin embargo, esos ingresos se han evaporado con malos manejos y la caída
de los precios mundiales del crudo durante los últimos dos años.
Actualmente, incluso embarques subsidiados de petróleo provenientes de
Venezuela hacia su vital aliado, Cuba, están siendo eliminados
gradualmente, arguyen ejecutivos petroleros con operaciones en
Venezuela, obligando a La Habana a mirar hacia Rusia en busca de
petróleo barato.
Para el gobernante Nicolás Maduro —como Chávez, quien murió en 2013— la
riqueza petrolífera de Venezuela ha sido esencial para la identidad y
soberanía de la nación, la fuerza financiera detrás de sus ambiciones
regionales y su iracundo desafío hacia Estados Unidos.
Estados Unidos siempre ha sido un mercado descomunal para el petróleo
venezolano. Sin embargo, debido a que la compañía de petróleo venezolano
anda dando tumbos, efectivamente fue obligada a empezar a importar
petróleo de EEUU.
Previamente en el año, Estados Unidos empezó a embarcar más de 50.000
barriles al día del crudo ligero, que Venezuela necesita para preparar
su propio hidrocarburo para exportación, uniéndose al puñado de
proveedores que se ha vuelto vital para mantener a flote a la industria.
Sin embargo, esa línea vital es tenue. PDVSA, está teniendo dificultades
para pagar el petróleo extranjero. Algunos buques esperan en puerto
hasta dos semanas para que les paguen, marchándose a veces debido a la
falta de pago, dijo un ejecutivo petrolero que solicitó el anonimato
para evitar represalias del Gobierno.
Los problemas son solo algunas de las razones por las cuales la
producción de petróleo venezolano se ha desplomado a 2,4 millones de
barriles al día, descenso de 350.000 barriles respecto de hace un año.
Eso casi equivale a 1 millón de barriles por debajo de su nivel en 1998,
cuando Chávez tomó el poder.
Con la empresa PDVSA ahogada por las deudas, dos tercios de sus
exportaciones se destinan al pago de prestamistas chinos y otros. La
compañía se está quedando sin recursos para pagarles a técnicos
internacionales, o incluso a su propia gente.
"El deterioro se está acelerando, y eso seguirá ocurriendo", dijo Lisa
Viscidi, experta en energía latinoamericana por el Diálogo
Interamericano, instituto de investigación en Washington. "Las
condiciones están empeorando cada vez más; cada vez hay menos dinero
para invertir".
"Justo ahora", dijo Helima Croft, la jefa de estrategia de mercancías
por el Real Banco de Canadá. "Este país está implosionando literalmente".
"No hay otro producto petrolero que esté cayendo tan rápida o
dramáticamente como Venezuela", agregó.
El exportador de petróleo más grande de Latinoamérica ha cambiado su
estrategia y está dando prioridad a los envíos a Asia y Estados Unidos y
reduciendo las ventas a sus socios en Petrocaribe, el programa mediante
el cual Venezuela vende crudo con a bajo coste, según explica a
Bloomberg Mara Roberts, analista de BMI Research en Nueva York.
"Los términos de Petrocaribe no son rentables, por lo que PDVSA tiene
como clara prioridad socios como China, India y Estados Unidos", cuenta
Roberts. "Distribuir subsidios no es una buena idea para PDVSA, con los
problemas de liquidez que tiene".
Source: La cruda realidad (I) - Noticias - Internacional - Cuba
Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/internacional/noticias/la-cruda-realidad-i-326813
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