Cómo Trump vuelve a mentirles a los cubanos (II)
El autor está sorprendido de que "una gran cantidad de anticastristas
guarden silencio ante las mentiras del presidente Trump con respecto a Cuba"
Manuel Castro Rodríguez, Miami | 30/05/2017 9:50 am
Siempre he dicho que podrán existir padres iguales a los que tuve la
dicha de tener, pero no mejores que ellos. Aunque mis progenitores no
pudieron terminar la enseñanza primaria —desde niños tuvieron que
empezar a trabajar—, tenían un pensamiento sumamente avanzado para su
época: ellos me enseñaron a respetar y defender la dignidad del ser
humano, independientemente del color de la piel, el origen, la religión,
el género o la orientación sexual. Me infundieron ese sentimiento no
sólo mediante sus palabras, sino con sus acciones. Recuerdo la frase
preferida de mi padre: "Por sus hechos los conoceréis".
José Martí continuó la formación que iniciaron mis padres. Tuve la
enorme fortuna de formarme en su pensamiento y en su comportamiento
ejemplar. El leer la obra de Martí me enseñó mucho sobre los valores de
la democracia y la libertad. Mi lema es la máxima martiana: "La palabra
es para decir la verdad, no para encubrirla".
Sé que los agentes de influencia castristas que "atienden" CUBAENCUENTRO
tratarán de sacar provecho de esta serie de artículos, desviando la
atención del tema fundamental: ¿En qué ha cambiado el criminal
comportamiento del régimen militar después del 17 de diciembre de 2014
—cuando el entonces presidente Obama anunció sus planes para normalizar
las relaciones diplomáticas con la tiranía castrista—, para que el
actual Gobierno norteamericano siga autorizando la realización de
negocios con la élite militar que controla la economía de Cuba? Por
ejemplo, el 24 de mayo se dio a conocer que una nueva línea de cruceros
fue autorizada a realizar la travesía entre Fort Lauderdale, Florida, y
los puertos de La Habana y Cienfuegos.
Millones de cubanos somos damnificados del régimen totalitario,
sangriento y dinástico que instauró Fidel Castro Ruz. Como reconoce
Juanita Castro, hermana de Fidel y Raúl: "La gran tragedia de Cuba
empezó con Batista y siguió con Fidel", quien pasó rápidamente de
humanista a totalitarista.
Como han reconocido varios economistas e historiadores marxistas —Juan
F. Noyola, Raúl Cepero Bonilla, Oscar Pino Santos, Manuel Moreno
Fraginals y Óscar Zanetti Lecuona—, antes de que los hermanos Castro
tomaran el poder, Cuba era un país con índices crecientes de progreso
económico y social. En 1958, con una población de unos seis millones de
habitantes, Cuba tenía un producto interno bruto (PIB) per cápita de 374
dólares, según el Atlas of Economic Development (1961) de Norton
Ginsburg, o de 520 dólares, según autores como H. T. Oshima, Felipe
Pazos, José F. Álvarez Díaz, Leví Marrero y José M. Illán. Ese mismo
año, el PIB por habitante de España fue de 180 dólares, menos de la
mitad del de Cuba en cualquiera de los dos cálculos.
Al fin, el tirano murió, pero todavía Cuba es el único país occidental
donde es ilegal ser opositor y sigue la política de apartheid. La
retórica de la Guerra Fría persiste, con activistas políticos y
defensores de los derechos humanos siendo insultados públicamente como
"mercenarios", "contrarrevolucionarios" y "terroristas". Por cierto,
muchos parecen olvidarse del extenso historial terrorista —financiado
por políticos cubanos, la burguesía nacional y gobiernos como los de
Costa Rica y Venezuela— y de la total entrega a una potencia extranjera
de los hermanos Castro.
Se ha documentado la existencia de al menos 140 presos políticos, el
doble que hace un año. Los críticos de la dictadura siguen sufriendo
hostigamiento de todo tipo, desde expulsiones de sus centros de trabajo
o estudio hasta los "actos de repudio" fascistas —no puede olvidarse que
el comunismo y el fascismo son las dos caras de una misma moneda—, el
encarcelamiento sin haber sido sometidos a un debido proceso y hasta la
muerte. Por ejemplo:
- El pasado 18 de mayo el Tribunal Municipal de Holguín ratificó la
sentencia de tres años de cárcel contra el Coordinador Nacional del
Movimiento Cristiano Liberación (MCL), el Dr. Eduardo Cardet, el cual
está siendo acosado en la prisión por agentes de la policía política cubana.
- El pasado 24 de febrero se conoció que el preso político Hamel
Santiago Maz Hernández falleció en el Combinado del Este —una cárcel de
máxima seguridad—, donde "languidecía" desde hacía más de ocho meses
acusado de "desacato", sin haber sido sometido a juicio.
El presidente Trump no puede alegar que desconoce las graves y
sistemáticas violaciones a los derechos humanos realizadas por la
gerontocracia estalinista cubana desde que él ocupa la Oficina Oval,
porque desde hace unos tres meses les he venido informando de ello al
senador Marco Rubio —quien en abril dijo que había hablado tres veces
sobre Cuba con el presidente Trump— y a los representantes
cubanoamericanos, y les he enviado copia a la Conferencia de Obispos
Católicos de Estados Unidos, al Vaticano y a periodistas de varios
países, entre otros destinatarios. Varios de los lectores que
sistemáticamente visitan CUBAENCUENTRO pueden dar fe de la veracidad de
mis palabras.
¿Cómo se puede justificar que el presidente Trump guarde silencio sobre
el aumento de la represión en Cuba, mientras que varios renombrados
políticos republicanos que son aliados de él están negociando con la
dictadura cubana? Por ejemplo:
- Un aliado del presidente Trump, el senador Thad Cochran, se reunió con
el tirano. Es útil recordar que el senador Cochran es copatrocinador de
un proyecto de ley que prevé la expansión de las exportaciones agrícolas
—conocida como Ley de Libertad para Exportar a Cuba de 2017—, que
garantizaría facilidades crediticias a un país que no paga sus deudas,
dada la incapacidad productiva del sistema instaurado hace casi sesenta
años, cuando en proporción a su población Cuba era el país
latinoamericano mayor exportador de productos agropecuarios.
- Drew Phillip "Phil" Bryant (R), gobernador de Mississippi y también
aliado del presidente Trump, visitó Cuba del 19 de abril al 21 de abril
de 2017. La delegación incluyó a representantes de empresas de las ramas
de agricultura, alimentación, energía, portuario y turismo. Bryant está
clasificado como el quinto gobernador más conservador de Estados Unidos.
Por si no fuera suficiente que mientras los derechos humanos continúan
deteriorándose en Cuba, la administración Trump autorizara que se
hicieran más negocios con la tiranía castrista, el controvertido
presupuesto presentado el pasado martes al Congreso por la Casa Blanca
propone eliminar toda la ayuda a la disidencia cubana. Es importante
recordar que segúnNewsweek, una compañía controlada por Donald Trump
"secretamente condujo negocios en la Cuba Comunista". ¡Poderoso
caballero es Don Dinero! ¿Cuándo comenzará la construcción de la primera
torre Trump en Cuba?
Está claro cuales son las prioridades del presidente Trump: ahogar
económicamente a los opositores cubanos —Trump conoce que la dictadura
les impide trabajar—, perjudicar a los más desfavorecidos en EEUU —los
recortes en salud y ayudas sociales nos dice mucho de él—, mientras
rebaja impuestos a empresas y aumenta el gasto militar.
No me ha sorprendido la ausencia de acciones concretas contra la
dictadura castrista por parte de la administración Trump. Lo que sí me
ha sorprendido es que una gran cantidad de anticastristas guarden
silencio ante las mentiras del presidente Trump con respecto a Cuba e
incluso, intenten justificar su pésimo comportamiento.
A esos compatriotas les recuerdo que si en 1959 los cubanos se hubieran
acordado de la democracia, no hubieran permitido que Fidel Castro Ruz
incumpliese su compromiso con el pueblo cubano, recogido en el
Manifiesto de la Sierra Maestra; si en 1959 los cubanos se hubieran
acordado de la democracia, no hubieran permitido que inmediatamente
después de llegar al poder, los hermanos Castro violasen los derechos
humanos y el debido proceso a los integrantes de la tiranía batistiana
que cayeron en sus manos. Por ejemplo, los fusilamientos masivos y el
segundo juicio a los aviadores.
Los sucesos ocurridos durante los tres primeros meses de 1959 debieron
ser suficiente para que los cubanos se percatasen de que los hermanos
Castro no se guíaban por principios democráticos; esos hechos fueron el
preámbulo de lo que vendría después, mucho peor que la tiranía de Batista.
Les recuerdo que Danilo Maldonado —grafitero cubano conocido como "El
Sexto", ganador hace dos años del premio Vaclav Havel, otorgado a
activistas "que participan en la disidencia creativa, exhiben valor y
creatividad para desafiar la injusticia y vivir en la verdad"—, declaró
el 21 de febrero: "No creo que al presidente (Donald) Trump le interese
(la situación de Cuba), porque tampoco le interesan los derechos humanos
en el propio país y utiliza palabras de división".
Los cubanos amamos la democracia, pero muchas veces actuamos como si no
nos importase. Los hechos ocurridos durante los cuatro primeros meses
del actual gobierno norteamericano debieran ser suficiente para que
todos se percatasen que el presidente Donald Trump no se guía por
principios democráticos —de hecho, él representa una amenaza a la
democracia liberal— y, por ende, a las aspiraciones de democracia del
pueblo cubano
Como me guío por principios, condeno la violación de los derechos
humanos en cualquier lugar del mundo, ya sea en Cuba, Panamá o Estados
Unidos. Es por eso que respaldo completamente estos análisis realizados
por Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Apoyo las declaraciones
del empresario cubanoamericano Mike Fernández en contra de la política
de impulso a la deportación de indocumentados del presidente Trump.
Segunda y última parte de este artículo.
Source: Cómo Trump vuelve a mentirles a los cubanos (II) - Artículos -
Opinión - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/como-trump-vuelve-a-mentirles-a-los-cubanos-ii-329458
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