SOCIEDAD
Sin transporte no hay país
Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba - Enero (www.cubanet.org) - No quiero pensar en ese camino de hierro por donde circulan nuestros ferrocarriles, a juzgar por el estado en que se encuentran las calles y acercas cubanas.
A través de los informes que ofrece a la prensa nacional la Dirección de Tránsito, se conoce que el mal estado técnico de los medios ferroviarios, la deficiente señalización de sus vías, las roturas y la falta de cultura vial de la población son las causas de los accidentes que ocurren en el país.
Recientemente, en los talleres de la Unión Ferroviaria de Cuba, el jefe de Estado calificó de "histórico" el acto de entrega de doce locomotoras de tecnología avanzada, compradas a crédito a China a un costo que aún se desconoce.
Cabe preguntarse si doce locomotoras chinas podrán sustituir a más de doscientas que se compraron durante cuatro décadas: 145 soviéticas y 60 canadienses. Hace apenas cuatro años el gobierno cubano invirtió 300 mil dólares en la reparación de cada una de las 50 locomotoras paradas por graves roturas.
Hace más de treinta años -es posible que muy pocos lo recuerden- el mandatario cubano llamó a convertir el ferrocarril en un reloj. En vez de un reloj los ferrocarriles de Cuba poseen una larga historia de trágicos accidentes, y han sido causa del disgusto de la población por la pésima calidad de sus servicios: coches obsoletos, carentes de iluminación, trenes que salen y regresan sucios, venta de boletines de forma ilegal, frecuencia de la duplicidad en las reservaciones. Conclusión: nuestros trenes, desaparecidos por falta de mantenimiento y cuidado, son un reloj; pero un reloj demente debido a las demoras prolongadas en los itinerarios.
Datos de prensa que conservo señalan que entre las causas que motivaron los accidentes ferroviarios ocurridos entre 2004 y 2005 están la poca visibilidad, la ausencia de señalizaciones, la mala protección de los pasos a nivel, las roturas de las vías y el deterioro de locomotoras y vagones; accidentes que ocasionaron decenas de víctimas fatales y cientos de personas heridas y traumatizadas para el resto de sus vidas.
Según informes del sector publicados en los periódicos Granma y Juventud Rebelde, "de nada vale revitalizar el transporte ferroviario si los pasos a nivel carecen de señalizaciones abundantes, si los cruceros tienen dificultades, si las casetas están en mal estado, los custodios se ausentan por necesidad, las vías no están óptimas y los pasos superiores necesarios aún no se han construido".
Cuando el ferrocarril era desconocido en la mayor parte del planeta, incluso en España e Inglaterra, en Cuba ya existía desde 1837. Hoy, lamentablemente, nuestro país es uno de los más atrasados en cuanto a medios de transporte se refiere. Se ha regresado a la tracción animal para aliviar los problemas del servicio público, al quitrín, a la guarandinga, a los bicitaxis (antiguo transporte chino), y se ha puesto de moda un monstruo rodante llamado camello, donde el pueblo sube contra su voluntad. También permanecen activas las locomotoras de vapor para el traslado de la caña; equipos que en el mundo sólo pueden verse en museos y plazas.
El avance de la tecnología ferroviaria ha sido espectacular en el mundo. Cuba empeora cada año que transcurre.