EEUU exige respeto de los derechos laborales
PABLO BACHELET / The Miami Herald
WASHINGTON
El Departamento de Estado está pidiendo a gobiernos extranjeros que
exijan más respeto por los derechos laborales a sus empresas en Cuba,
según funcionarios de EEUU.
Los opositores de Castro afirman que Cuba viola prácticas laborales y
que las firmas extranjeras no deberían de hacer negocios allí de la
misma manera en que mucha compañías rehusaron invertir en Africa del Sur
durante el apartheid. En Cuba, las empresas no pueden contratar o pagar
directamente a sus trabajadores, y están obligadas a hacerlo por medio
de una agencia estatal, que se apropia de la mayor parte de sus
salarios. El tema es controversial porque se habla de demandar a firmas
extranjeras en EEUU por los abusos laborales.
En los años 90, el disidente cubano Gustavo Arcos propuso estándares
laborales mínimos para los inversionistas extranjeros que quisieran
operar en la isla, como contrartar directamente sin discriminación
política y permitirles a los cubanos acceso a los hoteles y las playas
de su país.
''Les hemos hablado a gobiernos sobre cómo pudieran utilizar sus
vínculos económicas para impulsar mayores libertades'', afirmó el martes
Kirsten Madison, subsecretaria de Estado en la Oficina de Asuntos del
Hemisferio Occidental. 'Hemos hablado con gobiernos específicamente
sobre los `Principios Arcos' ''.
Desde que Fidel Castro se enfermera en julio del 2006, el Departamento
de Estado se ha lanzado en una campaña para que los países ejerzan más
presión sobre Cuba para lograr reformas democráticas.
''Esperamos que trabajando conjuntamente podamos definir una expectativa
compartida en la comunidad internacional sobre lo que debería ser una
transición en Cuba'', declaró Madison el martes en una reunión en el
American Enterprise Institute, y observó que la mayoría de los países
está de acuerdo en que Cuba debería liberar los presos políticos.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, un antiguo líder
sindical, estuvo en Cuba esta semana. Madison comentó que los brasileños
pudieran plantearles el problema laboral a los cubanos. ''Como un
gobierno de la izquierda democrática en América Latina, ellos están
particularmente bien ubicados para conversar con los cubanos y para
establecer ciertas expectativas básicas sobre lo que les gustaría ver,''
comentó. ``Los derechos laborales son un área particular donde me parece
que ellos tendrían algo que decir''.
El moderado Cuba Study Group, en Washington, ha comisionado estudios
académicos sobre las prácticas laborales cubanas. Carlos Saladrigas,
copresidente del grupo, y Joel Brito, un activista miamense y antiguo
líder sindical cubano, han ido a Europa para conversar con gobiernos
sobre las violaciones laborales en Cuba. ''Cuando usted tiene un
gobierno que dice ser un campeón de los trabajadores y constantemente
está violando los derechos humanos, eso le quita la legitimidad que
pueda reclamar en ese terreno,'' declaró Saladrigas.
Saladrigas añadió que las compañías estaban consiguiendo algunas
concesiones, incluyendo el derecho a pagar bonos anuales directamente a
sus empleados. Madison, sin embargo, advirtió que el gobierno cubano
estaba amenazando con cobrar impuestos por esos bonos.
Los activistas están siguiendo de cerca el caso de la Curacao Drydock
Co., que fue demandada por tres cubanos que presuntamente fueron
empleados como virtuales trabajadores esclavos. Un juez federal de Miami
pudiera decidir el viernes si el caso debería de ser juzgado en EEUU o
Curacao. Un diplomático occidental, que prefirió el anonimato, aseguró
que su país no apoya las leyes laborales cubanas pero que las firmas no
tienen opciones porque les presentan contratos sobre la base de ''tómalo
o déjalo'', y que otros países también tienen prácticas laborales
cuestionables.
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