AP ANNEMARIE GARCIA
Un obrero pinta una pared mientras dos lo miran, otro dormita sobre una
carretilla en tanto dos más descansan fumando y conversando con par de
custodios. La escena, un viernes por la mañana en una brigada de
construcción en una calle céntrica de la capital cubana, es
representativa del problema de las "plantillas infladas" denunciado por
el presidente Raúl Castro. Seguir leyendo el arículo
La escena, en la Calle Obispo de La Habana Vieja, es común. En este país
bajo régimen comunista, casi todos trabajan para el Estado y la cifra
oficial de desempleo es ínfima, pero los salarios son tan bajos que los
cubanos suelen bromear: "El Estado hace como que nos paga y nosotros
hacemos como que trabajamos".
Hoy en día, ante el severo déficit presupuestario, el gobierno ha dado
indicios de que está dispuesto a reestructurar o reducir la plantilla
pública. Semejante discurso, sin embargo, está causando tensión en un
país donde los "despidos neoliberales" son un sacrilegio y el pleno
empleo era uno de los pilares de la revolución que llevó al poder a
Fidel Castro en 1959.
Son escasos los detalles sobre cómo y cuándo ocurrirían los recortes.
Aun así, el reconocimiento de que se necesita un cambio ha venido del
mismo presidente Raúl Castro.
"Sabemos que sobran cientos de miles de trabajadores en los sectores
presupuestado y empresarial, algunos analistas calculan que el exceso de
plazas sobrepasa el millón de personas", afirmó el mandatario.
En el discurso pronunciado en abril y televisado a todo el país, Castro
tuvo también palabras duras para quienes holgazanean en vez de trabajar.
"Sin que las personas sientan la necesidad de trabajar para vivir,
amparadas en regulaciones estatales excesivamente paternalistas e
irracionales, jamás estimularemos el amor por el trabajo, ni
solucionaremos la falta crónica de constructores, obreros agrícolas e
industriales", expresó Castro.
En realidad el proceso de reforma laboral posiblemente ya comenzó,
aunque de manera muy incipiente.
En el sector turístico, algunos trabajadores han perdido sus empleos
durante la temporada baja y otros han sido trasladados a granjas
administradas por el Estado.
"Como estamos en temporada baja, el hotel donde yo trabajo envió a casa
a muchos empleados por unos dos o tres meses", dijo Orlando, un chef en
un resort de Varadero.
"Es muy duro porque uno se queda sin salario", agregó Orlando, quien al
igual que todos los empleados estatales pidió permanecer en el anonimato
para evitarse problemas en el trabajo. "Yo tengo suerte porque todavía
tengo trabajo".
Verónica, una recepcionista en otro hotel de Varadero, dijo temer que la
dejarán ir en agosto, cuando las reservaciones en el hotel bajan a la mitad.
"A veces le ofrecen a uno alternativas, como tomar cursos o tomar otro
empleo", dijo Verónica, "pero a veces como cuando los envían al sector
agrícola, simplemente renuncian".
Ante la incertidumbre de lo que hará el gobierno, cunden los rumores de
que quizás una cuarta parte de la fuerza laboral en algunos sectores
perderán sus empleos o serán trasladados a la agricultura o la
construcción. Sin embargo, la ministra del Trabajo y Seguridad Social
Margarita González ha prometido que "Cuba no aplicará despidos masivos
al estilo de los ajustes neoliberales".
El gobierno ha aplicado a algunas reformas pequeñas, como por ejemplo
dejar que algunas barberías sean manejadas por sus empleados, que podrán
fijar sus precios pero deberán pagar la renta y adquirir sus propios
instrumentos y materiales. Las autoridades también han otorgado más
licencias para taxis privados al tiempo que han tomado medidas contra la
proliferación de los taxis ilegales.
La crisis financiera mundial y los daños que causaron las tormentas del
2008 le han asestado a Cuba un déficit de 5% del PIB, impidiéndole pagar
créditos a China y otros gobiernos.
Cuba recortó en 34% el gasto público destinado a la importación de
alimentos y otros bienes, bajándolo de 12.700 millones de dólares en el
2008 a 9.600 millones de dólares en el 2009. Aun así las medidas no han
podido paliar el déficit.
Carmelo Mesa-Lago, profesor emérito de la Universidad de Pittsburgh y
experto en economía cubana, dijo que las autoridades cubanas han estado
debatiendo la posibilidad de recortar la nómina pública y aplicar otras
reformas económicas. Asegura que las autoridades saben lo que tienen que
hacer, pero encaran "un problema de viabilidad política".
El otorgamiento de beneficios como vehículos, gasolina, uniformes y
materiales de oficina se ha convertido en incentivo para inflar la
fuerza laboral, ya que son otorgados en base al tamaño de la nómina de
una compañía.
Pero los bajos salarios generan baja productividad. En la Calle Obispo,
una cafetería estatal vende helado y sándwiches de pernil a precios
fuertemente subsidiados, equivalentes a unos pocos centavos de dólar.
Por ello, los salarios y las propinas son tan minúsculos que el personal
ni se molesta en atender a la clientela.
Tres camareras comparten chistes en el mostrador mientras otra prepara
café para tres clientes. Una cajera está sentada con la mirada vacía, un
cocinero busca la atención de una adolescente con ropa reveladora y un
administrador permanece sentado sin hacer nada.
El Estado emplea un 95% de la fuerza laboral nacional. El desempleo fue
de 1,7% el año pasado y no ha superado el 3% en ocho años. Sin embargo,
las cifras no reflejan la cantidad de cubanos que ni se molestan en
buscar empleos que les ofrecen, en promedio, el equivalente de unos 20
dólares mensuales.
Salvador Valdés Mesa, secretario general de la Central de Trabajadores
de Cuba, el único sindicato permitido en el país, ha escrito que una
"reorganización" garantizará que los trabajadores excedentes serán
reubicados y no despedidos.
"Los puestos de trabajo tenemos que crearlos... en la agricultura y la
construcción", señaló.
Norberto, un informático preocupado por perder su empleo, comentó "la
Revolución siempre estimuló el estudio. No me gradué en la universidad
para ahora trabajar como obrero o campesino".
El informático de 35 años quien prefirió no dar su apellido, agregó "si
mañana quedo cesante y me ofrecen un contrato de trabajo en otro país,
yo pregunto ¿las autoridades cubanas que quieren dejar el paternalismo a
un lado, me dejarán salir?".
http://es.noticias.yahoo.com/11/20100717/twl-rep-eco-cuba-desempleo-1be00ca.html
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