Turismo sexual: el mayor libremercado de Cuba
octubre 12, 2012
Yenisel Rodríguez Pérez
HAVANA TIMES — Cuando el gobierno cubano potenció la industria turística
por la década del noventa del pasado siglo, fue el turismo sexual el que
hizo despegar la iniciativa.
A doce años de iniciado el siglo XXI, se logran consolidar otras
modalidades turísticas más convencionales. El turismo de naturaleza, el
turismo de familia y el de alto nivel, van ocupando un lugar relevante
en la industria.
Según algunos, el éxito de dichas modalidades frente al turismo sexual
responde a la negativa gubernamental de legalizar la prostitución en Cuba.
Dicho de este modo pareciera una ingenuidad. ¿Cuántas cosas están
prohibidas en este país, como para que nos sorprenda el estatus de
ilegalidad del más antiguo de los oficios? Pero dado el caso, el
comentario toma mucho sentido.
En conversaciones informales con camareras de hoteles, he conocido que
muchos turistas viajan a Cuba con el fin exclusivo de tener sexo con
cubanos y/o cubanas. Cerca de un tercio de los clientes que se hospedan
en los hoteles de estas camareras son hombres solteros que viajan con
grupos de amigos. No vienen con mucho equipaje ni se interesan por la
naturaleza o la sociedad cubana. Les aclaran su distancia con respecto a
estos temas cuando tienen la primera oportunidad.
La repercusión internacional que generó el auge del turismo sexual en
Cuba en los años noventa, tuvo más connotación política que económica.
Hoy cuando la burocracia autoritaria que gobierna el país, es
cuestionada por asuntos de derechos humanos y respeto a la libertad de
pensamiento, el interés de los medios internacionales por el turismo
sexual en Cuba no se distingue del que se dirige a cualquier otra isla
del Caribe.
Ya no es una exclusiva que socave al gobierno cubano.
Sin embargo, el turismo sexual continúa mostrando la relevancia que
posee lo extranjero desarrollado en el imaginario cubano. Cuestión de la
cual se pudieran radiografiar muchas realidades sociales, políticas y
económicas tan explosivas como aquellas que "conmovieron" a la opinión
pública internacional en los noventa.
Si hoy pervive en el anonimato lo que antes era tema de debate, es
porque el turismo sexual en Cuba se va instituyendo como modalidad
económica legítima.
Por eso no me sorprende ese reclamo por la legalización de la
prostitución en Cuba que hacen suyo las camareras entrevistadas. En un
futuro cercano, puede que tal reclamo reciba su impulso político
determinante en las intendencias del Ministerio del Turismo.
http://www.havanatimes.org/sp/?p=73292
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