Desacuerdo entre Raúl Castro y Marino Murillo
Martes, Julio 16, 2013 | Por Orlando Freire Santana
LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org - La edición del periódico
Granma correspondiente al pasado lunes 8 de julio contiene la
información referida al último día de sesiones de la Asamblea Nacional
del Poder Popular. Cualquier lector que examine detenidamente los
materiales publicados hallará una incongruencia entre lo expresado por
el gobernante Raúl Castro, y lo expuesto por el vice primer ministro
Marino Murillo.
El general-presidente, en el discurso de clausura de la sesión, y al
referirse a la marcha de la actualización del modelo económico, declaró
que "se excluye la utilización de terapias de choque y el desamparo de
millones de personas que caracterizan a las políticas de ajuste
aplicadas en los últimos años en varias naciones de la rica Europa". El
menor de los Castro se estaría refiriendo, entre otros aspectos, a la
virtual paralización del proceso de reducción de plantillas en las
empresas y entidades estatales, un paso evaluado como esencial para
aspirar a la eficiencia del hipertrofiado aparato estatal.
El zar de la economía cubana, por su parte, al comentar sobre la
implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social,
adujo que la modernización del sistema empresarial constituye la tarea
más importante que, a partir de ahora, tiene ante sí la actualización
del modelo económico. Y en ese contexto, al reconocer la existencia de
empresas que trabajan con pérdidas, señaló que "ahora se propone que se
redimensionen, se fusionen con otras, o sencillamente cierren. Lo que no
pueden es quedarse con pérdidas, porque son casi 50 las empresas en ese
estadio hoy".
Claro, el señor Murillo no especificó qué se haría con los trabajadores
en el caso de las empresas que deban cerrar. A lo sumo recibirían uno o
dos meses de salario, y después, ¡sálvese el que pueda! Eso es lo que ha
pasado con el personal declarado disponible en los últimos tiempos. Y la
hipótesis de que el trabajo por cuenta propia pueda asumir a un número
considerable de despedidos del sector estatal, no parece muy viable. Dos
de las ocupaciones más demandadas: elaborador vendedor de alimentos, y
vendedor de útiles del hogar, enfrentan un escenario nada halagüeño. Los
primeros ya casi se dan cabezazos en nuestros pueblos y ciudades, y
abundan los dueños de cafeterías que han decidido entregar las
licencias, víctimas, además de los altos impuestos, de la carencia de un
estudio de mercado previo a la apertura de sus negocios. En cuanto a los
cuentapropistas que ofertan útiles del hogar, el propio Murillo, ante
las acusaciones de que ellos explotan al pueblo trabajador al revender a
precios superiores los artículos que adquieren en las tiendas estatales,
indicó que "eso será objeto de regulación".
Entonces, y de acuerdo con las perspectivas del señor Murillo para el
sistema empresarial en el año 2014, si no fuera posible redimensionar o
fusionar las 50 empresas irrentables, no quedará otra opción que
cerrarlas. Si tomamos un promedio de 200 empleados por empresa,
tendríamos un total de 10000 personas lanzadas a la calle. Y si eso no
es terapia de choque, no hay nada que se le parezca más.
Marino Murillo parece haber contado hasta el momento con la confianza de
la cúpula castrista. Sin embargo, la historia nos ha enseñado que los
funcionarios que aquí permanecen en sus cargos son los que repiten el
punto de vista del máximo líder de turno. Aventurarse con ideas propias,
u osar contradecir al jefe supremo, puede representar tener los días
contados.
Source: "Desacuerdo entre Raúl Castro y Marino Murillo | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/desacuerdo-entre-raul-castro-y-marino-murillo/
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