La realidad de una empresa cárnica
23 noviembre, 2016 11:44 am por Santiago Emilio Márquez Frías
Manzanillo, Granma, Dr. Santiago Emilio Márquez, (PD) La Unidad
Empresarial Básica Cárnica "Raúl Chacón Jorge", situada en Manzanillo,
provincia Granma, atiende los municipios Yara, Bartolomé Masó, y
Campechuela, además de a la provincia Las Tunas y al municipio Morón, en
Ciego de Ávila.
El sueldo de sus 180 trabajadores es por la Resolución No. 6 del
Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, donde se regula el pago según
los resultados, lo que hace que reciban de forma mensual un salario
promedio de 780 pesos (cup). Los compromisos de producción de
La entidad produce para la llamada canasta básica de la población, las
dietas médicas, la Empresa de Gastronomía, además las unidades
especiales que venden a precios diferenciados en moneda nacional.
La población se queja frecuentemente de la mala calidad que en múltiples
ocasiones presentan sus producciones, como por ejemplo el picadillo de
soya, con mal olor y presencia desagradable, la jamonada y la mortadela,
de consistencia blanda y con fetidez. A ello se suma el retraso en los
envíos, la llegada tardía a las unidades expendedoras.
Como de costumbre, no faltan las explicaciones justificativas. Ante las
insatisfacciones, los directivos de la Empresa alegan que poseen una
transportación obsoleta, con pocos vehículos automotores y en mal estado
técnico, y que no cuentan con un camión refrigerado lo que perjudica de
manera fundamental a los lugares lejanos.
Entre la lista de excusas utilizan como otros elementos: la mala calidad
de la soya con la que trabajan y la deficiente climatización de sus
áreas, pues sus neveras poseen un sistema primitivo de amoniaco.
Todo lo anterior expuesto se agrava con la reducción de combustible a
las empresas estatales, decisión de la cual no escapa, a pesar de la
importancia económica y social que tienen sus producciones, por el
servicio que brinda, a la de por sí crítica situación alimentaria.
En la mala calidad de los productos cárnicos también interviene la
Empresa de Comercio Municipal, pues es en sus carnicerías, donde se
venden los productos normados suministrados por la institución
productora, tienen una pésima y compleja situación con los equipos
refrigerados.
De 86 unidades que reciben estos productos, en 40 están en buen estado
las neveras y 46 no funcionan.
Los administradores de carnicerías, en algunos casos guardan la
mercancía en casas de vecinos de los establecimientos, hecho que
constituye una violación, tanto de la organización económica como de las
ordenanzas sanitarias vigentes.
Al no existir un horario alternativo que pueda ayudar a paliar las
consecuencias negativas de la falta de refrigeración, los usuarios
enfrentan otro agravante del problema.
Las empresas rectoras de las que hemos hablado no están capacitadas para
resolver alguna de estas situaciones, por no contar con presupuestos ni
posibilidades de adquirir equipos para solventar tan peliagudo problema.
Esta es la realidad que viven los que habitan en los municipios
mencionados al inicio. Pero muchas otras personas en el país enfrentan
situaciones similares. Es necesario que los involucrados en estos
menesteres tengan iniciativas, capacidad, deseos y recursos para
ponerlos con éxito en beneficio de la comunidad. Algo bastante difícil:
no es lo acostumbrado.
comuni.red.comunitaria@gmail.com; móvil: +53523574953; Santiago Emilio
Márquez
*Red Cubana de Comunicadores Comunitarios
Source: La realidad de una empresa cárnica | Primavera Digital -
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