Los pies de barro de la dictadura
[27-02-2017 21:54:03]
Lcdo. Sergio Ramos
(www.miscelaneasdecuba.net).- La dictadura castrista dejó ver su
naturaleza despótica, al tiempo que destapó su mayor debilidad.
La organización Cuba Decide y la Red Latinoamericana de Jóvenes por la
Democracia galardonaron con el premio 'Oswaldo Payá, Libertad y Vida' al
secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis
Almagro y, también, con mención especial a la Exministra de Educación y
Exdiputada de Chile Mariana Aylwin Oyarzun, quien es hija del difunto
expresidente de Chile Patricio Aylwin. También invitaron como invitado
de honor al expresidente de México Felipe Calderón Hinojosa. El premio
sería entregado de manos de la joven opositora Rosa María Payá en una
sencilla ceremonia en una humilde casa sita en la Calle Peñón 221 en El
Cerro, La Habana, Cuba. A la actividad se invitaron, también, a
destacados opositores dentro de Cuba.
El régimen entró en pánico y su asustadiza reacción no se hizo esperar:
Le negaron las visas de entrada a la Exministra Mariana Aylwin, al
expresidente Felipe Calderón y al secretario general de la OEA, Luis
Almagro. No conforme con eso, la dictadura comenzó a reprimir a los
opositores invitados, deteniendo algunos y prohibiéndolos salir de sus
casas a otros. Ese, por ejemplo, fue el caso de la periodista
independiente Sol García Basulto y del vicepresidente para Cuba de la
Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y Coordinador de Enlace del
Encuentro Nacional Cubano (ENC) para Cuba, Henry Constantin.
Para más histeria, la dictadura, desplegó un fuerte operativo policial
frente a la casa humilde donde, sin la presencia los invitados
especiales y los galardonados, pero con un gran valor, los organizadores
del evento, otorgaron en ausencia, a los distinguidos invitados y los
homenajeados, los merecidos premios por haber defendido los derechos
humanos en Latino América.
Los medios de comunicación oficialistas de la dictadura y su cancillería
entraron en pánico y alegaron que se trataba de "montar en La Habana una
abierta provocación contra el gobierno cubano, generar inestabilidad
interna, para dañar la imagen internacional del país y, a su vez,
afectar la buena marcha de las relaciones diplomáticas de Cuba con otros
Estados".
Con tales hechos, cualquier persona sensata estaría preguntándose ¿Cómo
es posible que un gobierno que tanto alardea de su poder, fuerza e
invencibilidad, reaccione tan histérica y dramáticamente ante un simple
y sencillo acto pacífico, donde asisten algunas personalidades y un
grupo reducido de personas dentro de una casa de familia?
La respuesta es simple: ¡TIENEN MIEDO!
Todos los insistentes alardes de poder y los despliegues demostrativos
de fuerza, desfilando por las calles del país tanques, soldados y
cañones y en donde se llevan, sacándolos de sus trabajos, al pueblo
trabajador y a los estudiantes para desfilarlos masivamente cargando
telas y pasquines con brabucones lemas, y despotricar los oradores del
régimen desde sus tribunas, amenazas a los que se les oponen y arengas
recalcando la invencibilidad del régimen….se esfumó como por arte de
magia, con una simple y modesta actividad, que ante el mundo,
desenmascaró el carácter dictatorial del gobierno cubano, provocó que
veinte expresidentes latinoamericanos condenaran la dictadura castrista
y dejó en ridículo al régimen.
Con estos hechos, una vez más quedó demostrado que todas las dictaduras
tienen pies de barro. Su debilidad está en su falta de legalidad y de
razón. Su temor es al pueblo enardecido, lanzado en las calles, hartos
del abuso y la arbitrariedad constante de los usurpadores. Su miedo los
lleva a expulsar del país, a reprimir, encarcelar, y matar a los que se
les oponen. Estas son las manifestaciones del pavor que le tienen al
pueblo que oprimen.
Su reacción desproporcionada compara con el ambiente de tolerancia y
libertad de cualquier otro país donde reina un estado de derecho y el
respeto a los derechos humanos. En esos países, este hecho, hubiese
pasado apenas desapercibido, pero en la Cuba castrista resulta ser una
afrenta y amenaza seria contra al régimen. La realidad es que ellos
saben que son débiles y que en el fondo del silencio de cada ciudadano
oprimido, está el rechazo a los opresores.
Ese rechazo silente del pueblo, termina un día, cuando hastiados, dan un
grito de libertad. Lo hemos visto antes a lo largo de la historia, en
otras latitudes, el despertar de los ciudadanos airados, cansados de
soportar el yugo y lanzarse a las calles dando al traste con los
tiranos. La historia está llena de ejemplos; desde la toma de la
Bastilla en Francia en 1789, hasta las masivas protestas en las calles
de Polonia, Checoeslovaquia, Rumania, Alemania Oriental en la década de
los '80, contra la opresión soviética.
El general Raúl Castro y su oligarquía tienen miedo, porque saben que un
día, con una chispa impredecible y espontánea, el pueblo cubano repetirá
la historia gloriosa que se vivió tras la oprobiosa Cortina de Hierro,
desmoronado los pies de barro de una tiranía.
Source: Los pies de barro de la dictadura - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/58b491eb3a682e0ee8f8a33f#.WLWuM_krL6Q
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