Bloqueo a la producción
El campo sigue esperando por los 'cambios estructurales y de concepto'
prometidos por el general Castro.
Alberto Méndez Castelló, Las Tunas | 04/09/2009
"Es necesario que conservemos esos latifundios como grandes unidades de
producción agrícola, y que sean propiedad de toda la nación. A estas
grandes unidades las llamaremos 'granjas del pueblo'", dijo Fidel Castro
el 17 de mayo de 1959, al proclamar la Reforma Agraria.
La ley entraría en vigor en el mes de junio de ese mismo año. En ella
quedaría establecido que, siempre que fuera posible, el Instituto
Nacional de Reforma Agraria (INRA) fomentaría las cooperativas.
Desde entonces, los avances han sido escasos; 50 años después de
promulgada la Ley, el hombre del campo no ha ganado autonomía.
"A las antiguas 'granjas del pueblo' las llaman hoy Unidades Básicas de
Producción Cooperativa. En teoría, los trabajadores eligen las juntas
directivas, pero eso es una ficción; los administradores los sugiere el
gobierno y los trabajadores sólo 'levantan la mano' para aprobar",
lamentó un ingeniero agrónomo jubilado que comenzó su experiencia
política y agrícola como interventor en el INRA.
"De todas formas, aunque los trabajadores eligieran a los
administradores, estos no podrían hacer otra cosa que cumplir las
ordenes del Ministerio de la Agricultura o del Azúcar. Un administrador
no decide cuándo compra un tractor o el petróleo que necesita; tampoco
decide cuándo iniciar o concluir la roturación o la cosecha. Esos son
'planes de arriba'. Por ese mismo carril llegan la maquinaria, el
combustible y las piezas de repuesto, y sale la cosecha. Ese es el
bloqueo a la producción", añadió.
En el discurso por el 26 de julio pronunciado en Camagüey en 2007, Raúl
Castro dijo que el gobierno analizaba "cambios estructurales y de
concepto" para solucionar los problemas de la Isla. Dos años después,
poco se ha movido.
Precisamente en Camagüey, donde el general Castro reconoció el desastre
de la agricultura y la necesidad de cambios, se está perdiendo la
cosecha de arroz, mientras Cuba carece de ese grano y tiene que importarlo.
Torpezas estructurales
Los medios oficiales reconocen que no hay camiones para transportar, ni
capacidad de secado; que los campesinos sólo cuentan con mezclas de
semillas y carecen de variedades de ciclo corto e intermedios para
escalonar la cosecha. En la estación territorial de investigaciones del
arroz no hay ni teléfono
"Con esas condiciones de trabajo, cualquiera pierde una cosecha. Pero
resulta que, por la misma razón que yo le pido a usted que no divulgue
mi nombre, los medios oficiales sólo enuncian los problemas y no
denuncian sus causas", dijo el ingeniero jubilado.
"También por miedo, los comunistas no pueden hacer 'cambios
estructurales y de concepto' en la agricultura. El día que un agricultor
sea dueño de su tierra y cuente con maquinaria, semillas y mercado
libre, ya no será el hombre de 'la hoz y el martillo', tendrá un
pasaporte en el bolsillo y una visa de turista", agregó.
"¿Qué China y Vietnam siguen siendo dictaduras comunistas?, cierto; pero
es dudoso que, salvo en retórica, continúen siendo marxista-leninistas.
Ojala Cuba siga ese camino, al menos iríamos alejándonos del monopolio
de una autocracia para acercarnos a la transición postsocialista", opinó
el agrónomo.
De momento, la Isla importa arroz, mientras por "torpezas estructurales
y de concepto" pierde parte de su ya menguada cosecha.
La situación se repite de cultivo en cultivo. Este año hubo una
excelente cosecha de tomates, de la que buena parte se pudrió en los
campos y en los almacenes por falta de transporte y de empaque.
En 1960, la Isla consumió 7,9 millones de quintales de arroz, de los
cuales produjo 4,5 millones. Cabría preguntarse si la falta de
abastecimiento actual es exigible a los agricultores o a los políticos.
Bloqueo a la producción - Artículos - Cuba - cubaencuentro.com (4
September 2009)
http://www.cubaencuentro.com/es/cuba/articulos/bloqueo-a-la-produccion-207649
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