Publicado el Lunes, 13 Febrero 2012 06:12
Por Café Fuerte
Un sonado escándalo de corrupción tuvo como detonador el hallazgo de una
finca manejada por un cubano residente en México, pero las
ramificaciones del caso comprometen seriamente a la dirección de
Agricultura y la Empresa Eléctrica de Matanzas.
Las violaciones legales, desfalcos y desvíos de recursos estatales
fueron detectadas en torno a la finca Vista Hermosa -una extensión de
13 hectáreas en las afueras de la provincia de Matanzas- y apuntan a un
hombre que desde el 2008 usó su residencia mexicana para organizar una
portentosa operación de cría y venta de ganado y leche a las empresas
estatales, según un reporte reciente de la prensa oficial.
La información del diario Granma no menciona el nombre del ciudadano
implicado en los hechos, pero confirma su arresto y refiere que ya había
sido procesado por conducta antisocial en el 2001 y falsificación de
documentos públicos en el 2005.
En la zona de Unión de Reyes
Aunque tampoco se precisa la ubicación geográfica de la finca, las
referencias incluidas en el reporte y fuentes independientes consultadas
por CaféFuerte coinciden en señalar que se encuentra en la zona de Unión
de Reyes.
El caso está aún en proceso de investigación por el Ministerio del
Interior y la Fiscalía General de la República. Los principales
implicados permanecen bajo arresto desde mediados del pasado año.
"[Estas] violaciones reafirman hacia dónde nos conducen el descontrol,
la negligencia y la inoperancia de algunos dirigentes, así como la falta
de funcionamiento integral de no pocas instituciones", indicó el
periódico, que criticó la "vulnerabilidad de los mecanismos de control".
Las irregularidades fueron detectadas de manera casual, cuando la
policía detuvo al conductor de una rastra que transportaba ganado mayor
-procedente de la finca- hacia una dependencia de la Empresa Integral
Matanzas.
La finca fue obtenida en herencia por la hermana del acusado en 1994,
pero el dominio y los recursos estuvieron siempre en manos de él.
Siete empleados con sueldos altos
Con recursos mayormente robados al Estado, el acusado construyó un
terraplén, una caballeriza y una vaquería donde tenía empleados a siete
trabajadores, entre ellos tres custodios.
Cuatro de los empleados en la finca cobraban mensualmente 1,200 pesos
cubanos (unos $50 dólares), lo cual duplica el salario mensual más
elevado en Cuba. Los tres custodios tenían un salario mensual de 600
pesos cubanos.
Además, el dueño les proporcionaba ropa, calzado, celulares y en varios
casos motos o bicicletas como medio de transporte.
"Resulta cuestionable que ningún funcionario de la Agricultura haya
indagado sobre el desempeño de una finca que, a nombre de una mujer y
sin tener trabajadores contratados, resurgió como una próspera vaquería,
capaz de entregar en días alternos entre 70 y 80 litros de leche a la
Empresa de Productos Lácteos de Matanzas", consideró el reportaje.
De acuerdo con las investigaciones, los hechos salpican a directivos a
todas las instancias, desde la Cooperativa de Crédito y Servicios "17 de
Mayo", la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, el Centro de
Control Pecuario (CENCOP), la Empresa Integral Matanzas y el delegado de
Agricultura de la provincia, José Miguel Rodríguez.
Un comprador de la Empresa Integral Matanzas efectuaba las operaciones
de compra y venta de ganado para la finca.
Maquinaria estatal
La Empresa Integral Matanzas le suministraba insumos. Los investigadores
policiales ocuparon en el almacén de la finca nueve sacos de pienso
norgol, 32 con distintos tipos de alimentos, 44 sacos de sal granulada y
20 de urea, entre otros.
Esa institución estatal también le habría proporcionado –según
declaraciones del acusado- las máquinas forrajeras y hasta un sistema de
riego para el desarrollo de la actividad agropecuaria.
El CENCOP está bajo la mirilla de la Contraloría General de la República
desde hace meses y numerosos de sus funcionarios están en tela de juicio
por la inefectividad de las inspecciones que realizan.
La dirección de Agricultura en Matanzas alega que la finca fue objeto de
dos inspecciones, pero admite que fueron superficiales.
La propiedad tiene un terraplén de unos 500 metros que conduce hasta la
entrada del lugar y que –de acuerdo con el cálculo de las autoridades-
el volumen de relleno utilizado para perfeccionar el camino supera los
400 viajes de camión.
El acusado declaró que posee los comprobantes del petróleo comprado como
pago al trabajo, y aseguró que trajo de México materiales y
equipamientos de los cuales no existen registros de entrada al país,
según las autoridades.
Electrificación por todo lo alto
Entre los equipos presuntamente importados desde México figuran también
llavines, arreos, monturas y una máquina de ordeño mecanizado.
Pero lo que más alarmó a las autoridades durante la inspección fue la
electrificación de la finca, que cuenta con alumbrado público, postes de
hormigón y un banco de transformadores de alto voltaje.
Según la información, cinco trabajadores de la Empresa Eléctrica de
Matanzas le facilitaron los insumos, sembraron los postes con el empleo
de la maquinaria y combustible estatales e hicieron las conexiones
eléctricas, disponiendo de unos 400 metros de cable.
Para la construcción de un almacén y la vaquería se emplearon 16
carriles de vías de ferrocarril, que le fueron facilitados por el jefe
de mecanización del CAI "Juan Ávila", próximo al lugar.
Los raíles fueron tomados de un ramal próximo al domicilio del
funcionario estatal. No es la primera vez que carriles de línea de
ferrocarril son empleados en proyectos de construcción por particulares.
Se espera que el juicio contra los implicados tenga lugar a mediados de
este año en el Tribunal Provincial de Matanzas.
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