13 Febrero 2012, 1:16 PM
LA HABANA, (AFP) - Cuando la compañía suiza Victorinox abrió su tienda
de cuchillería en La Habana muchos pensaron que estaban locos, pues
nadie compraría sus productos a precios tan elevados, pero 14 meses
después acusa una gestión exitosa. "No sólo compran turistas rusos,
chinos, mexicanos, venezolanos, pues dicen que los precios son menores
que en sus países, sino también muchos cubanos, de los 'paladares'
(restaurantes privados) y personas con ingresos", comentó un empleado a
la AFP.
La tienda, en una calle adoquinada de La Habana Vieja, vende cuchillos y
otros artículos que valen desde cuatro pesos convertibles o CUC (igual
en dólares) hasta varios cientos. No se trata de un caso aislado en un
país donde el salario promedio es de 18 dólares mensuales y la gente se
queja de que "no hay dinero" porque casi nadie llega a fin de mes con su
sueldo, a pesar de tener educación y salud gratuitas y una canasta
básica de alimentos subsidiada.
Al igual que otras capitales latinoamericanas, La Habana tiene ahora
locales de cadenas internacionales como Mango, Benetton, Adidas y
Victorinox, y tiendas estatales que venden una variedad de artículos
electrónicos y electrodomésticos. Además, restaurantes de más de 100
sillas, como "Castropol", de una sociedad de descendientes españoles, y
el estatal "Palenque", están generalmente llenos y, a diferencia de años
atrás, sus comensales son mayoritariamente cubanos.
Cualquier economista recién desembarcado quedaría desconcertado: según
cifras oficiales, los cubanos tuvieron ingresos en 2010 de unos 39.500
millones de pesos (1.600 millones de dólares) y gastaron un poquito más.
Las reformas económicas del presidente Raúl Castro, que sustituyó en el
mando a su hermano enfermo Fidel en 2006, han abierto espacio a negocios
privados, lo que ha incrementado los ingresos y consumo de muchas familias.
Se suman una mayor flexibilidad de Estados Unidos para que los
cubano-estadounidenses envíen remesas a sus familias en la isla y los
numerosos profesionales cubanos (médicos principalmente) que trabajan en
misiones en el exterior y ganan en divisas.
En 2011 los cubanos se convirtieron en el segundo grupo en los hoteles
de turismo, después de los canadienses, con gastos de 41 millones de
dólares en el primer semestre, según cifras oficiales. Ya en 2010, tres
millones de cubanos se hospedaron en hoteles: 93.400 en instalaciones
cinco estrellas, donde una habitación cuesta más de cinco veces el
salario promedio mensual, y 465.000 en hoteles cuatro estrellas.
El principal comentarista económico del país, Ariel Terrero, dijo que
"se están reestructurando sectores en la sociedad" a partir de los
diferentes "ingresos" que tienen ahora las familias cubanas, luego de
cinco décadas de políticas que propiciaban el igualitarismo. Identificó
cuatro grupos: "uno que tiene baja capacidad de ingreso, uno que tiene
una capacidad de ingreso media, media alta y alta".
"En dependencia de estos cuatro niveles se van formando estructuras en
el mercado y tendencia de precios en el mercado", dijo Terrero en la
televisión estatal el jueves. Raúl autorizó la compraventa de casas y
autos, liberó la venta de materiales de la construcción, restituyó los
créditos bancarios y estableció subsidios para arreglar casas, lo que
está dando también cierto dinamismo a la construcción.
En algunos barrios, la descolorida capital comienza a renacer de sus
ruinas. Albañiles acarrean bloques, ladrillos y arena en carretillas por
sus agujereadas calles y cada mañana una casa sorprende a los vecinos
con su renovado esplendor.
Una parte considerable de los recursos que se destinan al floreciente
consumo proviene del exterior: Cuba recibió 2.000 millones de dólares
remesas familiares en 2010, según la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (Cepal). "Se está produciendo una lenta
redistribución de la riqueza. Profesionales que vivían apretadamente de
su salario, venden el viejo auto soviético y de pronto tienen 8.000 ó
10.000 CUC en sus manos.
De inmediato arreglan su casa, compran alimentos y hasta celebran
modestamente algún aniversario", comentó a la AFP una economista de un
organismo oficial, que pidió mantener el anonimato. En la provincia de
Las Tunas (este) Griselda Velasco, jubilada, arregló su apartamento con
los ahorros de su hija dentista que trabajó varios años en una misión en
Venezuela.
En Ciego de Avila (también en el este) Juan Rodríguez compró una casa
con sus propinas acumuladas como barman en un hotel. Sin contar a los
músicos y pintores, considerados los de mayores ingresos en Cuba, otros
grupos disponen de dinero que, con las reformas, han puesto en
movimiento, aunque buena parte de los cubanos sigue al margen del nuevo
consumo.
http://www.hoy.com.do/el-mundo/2012/2/13/414328/En-Cuba-no-hay-dinero-pero-se-gasta
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