Manual para comerciar con empresas cubanas
La estructura comercial cubana está jerarquizada y, hasta cierto punto,
disciplinada; pero el sistema es corrupto.
Juan Juan Almeida
febrero 23, 2015
La marihuana relaja, la cocaína alborota y el consumo de anfetaminas
atiza la concentración; pero de todas las drogas, querer negociar con
Cuba es un suceso que provoca enajenación.
El efecto quedó evidenciado cuando hace unos días, un grupo de
comerciantes estadounidenses expresó disposición de hacer negocios con
la sociedad civil cubana.
Sin dudas, el fenómeno Cuba es un estimulante magnético y la muestra es
que ellos, los negociantes, y sus abogados, aún cuando se autocalifican
como especialistas en temas cubanos, desconocen que en la mayor de Las
Antillas un empresario extranjero sólo puede comerciar con las empresas
estatales que, dicho sea de paso, son las únicas que tienen licencia de
importación.
Para hacer negocios en Cuba, primero deben tener muy claro que la
actividad mercantil en la isla responde únicamente a la decisión
política del Gobierno, y al presupuesto del Estado, que en tal orden, el
primero decide qué empresario hace negocios; y el segundo determina a
cuál empresa se le paga.
La estructura comercial cubana está jerarquizada y, hasta cierto punto,
disciplinada; pero el sistema es corrupto. Por ello, hay empresarios que
ganan más dinero en Cuba que en ningún otro lugar del mundo. Pero no
haciendo negocios sino comprando papel.
Me explico: La Carta de Crédito confirmada es una herramienta bancaria
que se rige de acuerdo a normas internacionales, donde el ordenante es
quien compra la mercadería e indica al banco, previa confirmación de los
fondos, que realice el pago de acuerdo a ciertas cláusulas; y la entidad
bancaria que la avala asume las obligaciones a partir de recibir cierta
documentación como la factura de compra, certificados aduaneros, etc.
Después del corralito financiero a que fueron sometidas en el año 2009,
ninguna de las empresas radicadas en el país acepta pagos en CUC. Desde
entonces, y por resolución política, se paga únicamente con Carta de
Crédito confirmada por bancos de primera línea (Royal Bank, Republik
Bank, etc.) a ciertas y determinadas compañías extranjeras. A las demás
se les paga con Cartas de Crédito sin confirmar, pagaderas de 120 a 360
días y respaldadas por el Banco Central de Cuba, por el Banco Financiero
Internacional cubano o por bancos offshores ubicados en paraísos fiscales.
Negociar con los bancos cubanos es obra del nunca acabar. El negocio de
quienes deciden correr riesgo y ganar más del 50% es comprar esta suerte
de deuda estampada en papel y apoyada, repito, por bancos offshores
ubicados en paraísos fiscales.
Ningún banco del mundo paga más de un pequeño porcentaje de interés
anual. Comprar Cartas de Crédito en Cuba es un negocio lucrativo. El
peligro es que, como el documento es "sin confirmar", al vencer el
tiempo requerido (los 120 o 360 días) el banco cubano no paga porque o
bien no ha recibido la orden gubernamental o porque el presupuesto
estatal carece de fluidez financiera. En tal caso, se renegocia el
documento y todo es cuestión de esperar, o mejor dicho, de esperar a
tener contacto con un político importante y/o con un funcionario
bancario que, después de recibir el 5% de la transacción, como soborno,
autorice el pago final del monto total adeudado.
Hacer negocios con Cuba es toda una proeza y una verdadera aventura; y,
si me lo permite, le sugiero que antes de comenzar, se informe.
Source: Manual para comerciar con empresas cubanas -
http://www.martinoticias.com/content/cuba-negocios-manual-empresas-extranjeros/87262.html
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