Seis libras de cebolla por un salario
Con su mensualidad, un jubilado sólo puede adquirir menos de tres
kilogramos del aromático bulbo
miércoles, junio 24, 2015 | René Gómez Manzano
LA HABANA, Cuba. -Existen regímenes que valoran, por sobre todas las
cosas, la integridad de las teorías políticas que los informan. Bajo
ellos, la propaganda y la agitación en pro de los objetivos declarados
de manera oficial, suelen gozar de preeminencia sobre los hechos
concretos. Con frecuencia los eslóganes y consignas usurpan el lugar de
las realidades.
Desde hace más de medio siglo, ése ha sido el caso de la Cuba castrista.
En los últimos años, tales tretas las han copiado también los chavistas
de Venezuela, los seguidores de Evo Morales y Rafael Correa en Bolivia y
Ecuador, y otros personajes análogos que enarbolan los carteles del
llamado "socialismo del siglo XXI".
En todas esas partes "cuecen habas", pero las palmas las ganan el ex
guagüero Nicolás Maduro y sus incondicionales. El desgobierno
entronizado por esos individuos ha conducido a que la Patria de Bolívar,
a pesar del río de petrodólares que recibió durante lustros (y que
todavía se mantiene, aunque con un nivel más bajo debido a la depresión
de los precios del crudo), se hunde cada vez más en un insondable
pantano de escasez, colas interminables y necesidades de todo tipo.
Para esas calamidades, cuentan con un fácil pretexto: la hostilidad de
potencias extranjeras —ante todo, el "gran totí": Estados Unidos— y la
"guerra económica" desatada por los desafectos al régimen y "la
burguesía vendepatria". En el caso de Cuba, estos argumentos también
fueron empleados de inicio, pero desde hace varios decenios se prefiere
al "criminal bloqueo yanqui", al cual se culpa de todos los males.
Los que tenemos más edad recordamos que, en 1958, el salario mínimo en
Cuba ascendía a sesenta pesos mensuales, y después fue aumentado a
ochenta y cinco. Esa suma equivalía a igual cantidad de dólares
norteamericanos. Si tenemos en cuenta que el poder adquisitivo de esa
divisa era en aquella época unas ocho veces mayor que ahora,
constataremos que el ingreso mínimo de entonces equivalía a unos
ochocientos dólares de hoy: ¡en la actualidad, una verdadera fortuna
para cualquier cubano de a pie!
Frente a esa irrebatible realidad, lo único que atina a hacer la
propaganda castrista es insistir en el aumento que los ingresos
nominales de trabajadores y jubilados han experimentado durante este
medio siglo. Por supuesto, que si convertimos el salario promedio
oficial a la tasa fijada en las casas de cambio autorizadas, obtendremos
la suma de unos veinte pesos convertibles, que equivalen aproximadamente
a igual número de dólares al mes. Es decir: menos de uno al día, límite
internacional de la pobreza extrema.
Hace unos meses, un amigo retirado me llamaba la atención sobre la
cuantía de la prestación de seguridad social que recibe: 300 pesos.
Aunque ella sólo equivale a poco más de una docena de dólares, no es de
las más escuálidas. Incluso es mayor que muchos salarios. Por aquellas
fechas, un alimento tan humilde como la cebolla llegó a costar cincuenta
pesos la libra.
Se trata de un vegetal tan modesto, que incluso en la literatura se le
ha citado como ejemplo de comida para los indigentes. Pues bien: con su
mensualidad de jubilado (que —insisto— no es de las menores, mi amigo
sólo podía adquirir menos de tres kilogramos del aromático bulbo.
Frente a esa realidad contundente, ¿qué valor pueden tener las proclamas
de los agitadores gobiernistas o las invocaciones al "bloqueo genocida"?
¿No sería preferible que reconocieran de una vez por todas que han
hundido a nuestra Cuba —y también a Venezuela, si al caso vamos— en el
más grande desastre de toda su historia independiente?
Source: Seis libras de cebolla por un salario | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/seis-libras-de-cebolla-por-un-salario/
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