La buena atención médica se paga con "moneda dura"
01 de noviembre de 2016 - 20:11 - Por IVÁN GARCÍA
La otrora "potencia" que vociferaba el régimen ha devenido en un sistema
de salud donde si no se tienen pesos convertibles hay que conformase con
atención de segunda
LA HABANA.- Hay tres cosas primordiales en la isla. Vivir en una casa
sólida para que los vientos huracanados no te dejen sin vivienda; tener
un trabajo donde puedas 'inventar' (robar) o parientes en Miami que te
envíen dólares y tú y tu familia puedan alimentarse bien y no enfermarse.
No obstante, si usted o un familiar tiene que ingresar a un hospital,
por favor, cruce los dedos. Junto con la dolencia, usted debe cargar con
sábanas, un cubo de agua, un ventilador y hasta un televisor.
Rigoberto, 56 años, recientemente ingresó por un problema renal en el
clínico quirúrgico Miguel Enríquez (antigua clínica Benéfica), en el
municipio 10 de Octubre.
"Aquello es lo más parecido al infierno de Dante. Enfermeras chusmas que
hablan gritando, médicos apáticos que no quieren atenderte, a no ser que
les ofrezcas regalos, y la infraestructura hospitalaria es un caos.
Camas rotas, faltan bombillos en las salas y la comida es un asco".
Falta hasta lo imprescindible
Delia, residente en Santiago de Cuba, cuenta que estuvo ingresada por
dengue en un hospital de esa ciudad y para tener una mejor atención, su
esposo le llevó una hornilla de inducción y preparaba comida para ella,
las enfermeras de turno y dos médicos. "A una enfermera joven le regalé
ropa para su hija de dos años. A las condiciones precarias de la mayoría
de los hospitales cubanos, súmale ahora la falta de medicinas
imprescindibles".
En la red de farmacias de La Habana hace un mes hubo un faltante de
Enalapril, para el tratamiento de la hipertensión arterial y
deficiencias cardíacas. En toda la isla, desde hace años, medicamentos
específicos para dolencias crónicas se venden en las farmacias por una
tarjeta -popularmente conocidas por 'tarjetón'- avalada por un
certificado médico.
Osniel, recuerda que el déficit de Enalapril le causó episodios de
hipertensión. "El doctor me cambió el medicamento, pero no me asentó.
Estuve un mes y medio sin poder comprar Enalapril".
Lourdes, directora de una farmacia en la parte vieja de la ciudad, dice
que por estos días "hay por los menos una veintena de medicamentos en
falta. Desde aerosoles para asmáticos hasta cremas como el Clobetazol.
Me dijeron en la empresa municipal que están esperando que llegue el
barco de las materias primas".
Solución a las penurias
Como siempre sucede en el imaginario del cubano, la solución a las
penurias cotidiana es el arribo de un buque procedente del exterior.
Pero, según Edilberto, jefe de un almacén de productos médicos, el
problema va más allá de la llegada de un barco. "Se rumora que China,
que tiene un contrato con el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), para
elaborar un grupo importante de medicamentos, se retiró del negocio por
deudas de la parte cubana".
En el Ministerio Provincial de Salud Pública, ubicado en El Vedado,
ningún funcionario ofreció explicaciones a DIARIO LAS AMÉRICAS.
Asimismo, reiteradas llamadas telefónicas a instituciones nacionales no
fueron contestadas.
El Gobierno se enorgullece de la cobertura y calidad de los servicios
sanitarios. Es cierto: durante la etapa de la Cuba soviética, cuando el
Kremlin le extendió un cheque en blanco a la autocracia verde olivo, la
salud pública funcionaba con calidad.
El "período especial"
Fidel Castro construyó cientos de policlínicos y hospitales en zonas
intricadas del país. Y la tasa de médicos por habitante estaba al nivel
del primer mundo.
Era habitual que Castro, en sus extensos discursos, durante horas
intentara demostrar que la medicina cubana era superior a la estadounidense.
Pero llegó la crisis económica estacionaria, denominada por el régimen
"Período Especial en tiempos de paz", un contexto de guerra sin
bombardeos, y la salud comenzó a caer en picada.
La exportación de médicos
La isla intensificó la exportación de servicios médicos, que antaño
ofrecía gratuita, al punto que hoy día es la primera industria
recaudadora de divisas, con ingresos que varían de 6.000 a 8.000
millones dólares anuales.
Pero la crisis bestial en Venezuela y el estrepitoso hundimiento del
Partido de los Trabajadores de Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil,
pone serias dudas al programa de servicios médicos que Cuba vende a las
dos naciones latinoamericanas.
La exportación de médicos, unos 50.000 reportan cifras oficiales,
provoca que en los hospitales cubanos exista un agudo déficit de
especialistas de nivel. "Estuve tres meses para conseguir un turno con
el oculista (oftalmólogo). Nuestra medicina ha retrocedido bastante.
Algunos médicos no tienen vocación y recetan cualquier cosa sin hacer
exámenes de laboratorio", se queja Zoila, ama de casa.
Ricardo, diabético, considera que de este retroceso son culpables varios
factores, "desde lo constructivo, con hospitales que necesitan
reparaciones de fondo y solo maquillan con pintura las fachadas o hacen
arreglos menores, hasta una desidia tremenda en muchos doctores que si
no tienes pesos convertibles o regalos que ofrecerles, te atienden mal".
Atención a los turistas
Hospitales con pisos y baños sucios, pocos médicos en las salas y
enfermeras con pésimos modales, se han convertido en una constante en
Cuba. La otra cara de la moneda es la atención a turistas y pacientes
extranjeros.
Clínicas climatizadas, alimentos bien elaborados y doctores calificados
y atentos. El euro y el billete verde del antiguo enemigo de Guerra Fría
es música celestial para el régimen castrista. Y es que en Cuba, como en
casi todas las facetas de la vida cotidiana, el color del dinero importa.
Source: La buena atención médica se paga con moneda dura | Cuba -
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