Alarma por éxodo de científicos en Cuba llega al Parlamento
julio 12, 2017
Rosa Tania Valdés
La comunidad científica reclama "acciones inmediatas", entre ellas
exigió la asignación de un capital inicial de 20 millones de dólares al
Fondo para la Ciencia y la Innovación (FONCI).
El éxodo y la fluctuación laboral de los científicos cubanos tiene en
vilo al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), que
pidió en el parlamento un fondo inicial de 20 millones de dólares para
sacar a flote un sector que el gobierno considera "estratégico".
Solo la biotecnología representa una millonaria fuente de entrada de
divisas. La exportación de vacunas contra la hepatitis B y la
antimeningocóccica, -cuyas patentes son propiedad del gobierno-, ha
permitido el ingreso de unos 400 millones de dólares, según cifras
oficiales.
Medios locales reportaron la sesión del lunes de una comisión
parlamentaria, en la que un funcionario del CITMA dijo que la caída del
número de investigadores se debe al envejecimiento, la emigración y el
salto a otros sectores de la economía mejor pagados.
Aludió además a la incapacidad de formar un relevo de alta calificación
y al "insuficiente" reconocimiento moral y material que recibe la
comunidad científica de la isla.
"El salario no constituye una fuente de motivación y reconocimiento
social para quienes se dedican a la Ciencia, Tecnología y la
Innovación", dijo a el viceministro José Fidel Santana al presentar el
informe.
Para ilustrar la crisis, el doctor Eulogio Pimentel Vázquez, diputado
por Nuevitas, Camagüey, explicó que en solo dos años el Grupo de las
Industrias Farmacéutica y Biotecnológica (BioCubaFarma) tuvo una
deserción del 40 por ciento de la plantilla. De ellos, más de 1.000 son
graduados universitarios.
El informe no detalla las cifras. Los últimos datos disponibles en la
Oficina Nacional de Estadísticas son del 2014, cuando cayó a 82.764 el
número de trabajadores en la actividad de ciencia y tecnología, desde
94.017 reportados en el 2009.
Bajos salarios y falta de libertad
Dos científicos cubanos consultados por Radio Martí ofrecieron sus
testimonios.
"Los científicos que trabajan en el polo del oeste de La Habana son los
que mejor remuneración reciben. Pueden ganar unos 2.000 pesos cubanos,
que se traducen en 80 dólares al mes", dijo Oscar Casanella, exprofesor
de la Universidad de La Habana y exinvestigador del Instituto Nacional
de Oncología y Radiobiología.
Sobre las carencias materiales dijo: "No tienen posibilidades de
hospedarse en un hotel para vacacionar, tienen mil carencias de
infraestructuras, muchos de ellos tienen problemas de viviendas. En las
universidades, los estudiantes antes de graduarse están hablando de para
qué beca (en el extranjero) se van (...) Casi un 100 por ciento quiere
abandonar el país", explicó el investigador que fue expulsado meses
atrás de ambos centros laborales por razones políticas.
Ariel Ruiz Urquiola, un científico que fue expulsado del Centro de
Investigaciones Marinas, contó sus razones ahora que se prepara para
iniciar su beca de estudios postdoctorales en la Universidad Humboldt de
Berlín, Alemania.
"Cada vez quedan menos científicos en Cuba porque no se puede hacer
ciencia sin libertad", dijo Ruiz Urquiola, quien viajará a Alemania tras
aplicar a una beca en la Universidad Humbolt.
Se quejó de no poder "expresar libremente criterios en contra de alguna
estupidez que se quiera hacer por parte de un director".
"Esto no es un Estado de Derechos (...) No soy confiable políticamente,
por tanto me ponen afuera. Me expulsaron de la Universidad de La Habana
y del sistema de las ciencias y ahora soy un campesino en Cuba", dijo.
"Para Alemania soy un científico pero para Cuba soy un campesino", lamentó.
¿Consagración a cambio de qué?
La ciencia fue una de las banderas que abrazó el fallecido exmandatario
cubano Fidel Castro, quien apeló al humanismo y a la conciencia
revolucionaria de los científicos para sacar adelante sus planes.
En la década de 1990, cuando el país estaba sumido en una profunda
crisis tras el colapso del socialismo soviético, Castro destinó parte de
las escasas divisas al sector y pidió "consagración" a sus científicos.
Cuentan que aparecía a cualquier hora en decenas de laboratorios y
centros científicos que contruyó, la mayoría de ellos en La Habana.
También levantó barrios residenciales y hasta círculos infantiles y
escuelas para los hijos de los científicos.
A estos profesionales pidió entonces trabajar largas jornadas de
trabajo, que se extendían a 12 horas o más para producir lo mismo
vacunas y medicamentos que para avanzar en el estudio de enfermedades.
20 millones para reflotar el sector
Según un resumen publicado por el sitio Cubadebate, Santana reconoció
ante el parlamento que entre las fallas está el reducido espacio
dedicado al intercambio, la socialización y la promoción de resultados
científicos.
Habló además de la disminución de los premios, del robo de cerebros, del
insuficiente aprovechamiento del talento humano y de conceder mayor
importancia a los tecnólogos.
El informe del CITMA propuso la implementación de "acciones inmediatas",
entre ellas exigió la asignación de un capital inicial de 20 millones de
dólares al Fondo para la Ciencia y la Innovación (FONCI).
Además sugirió entre otras medidas instalar "el pago por antigüedad" y
"homogenizar el salario básico de los investigadores".
(Con reporte adicional de Adriel Reyes)
Source: Alarma por éxodo de científicos en Cuba llega al Parlamento -
https://www.martinoticias.com/a/cuba-ciencia-crisis-exodo-/148862.html
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