Analistas: Las mujeres serán las más perjudicadas por los despidos masivos
Agencias
La Habana 13-06-2011 - 12:21 pm.
Los ajustes económicos amplían la brecha de género en lo laboral. Ellas
son solo un 30% de los trabajadores por cuenta propia, se mantienen en
oficios con bajos ingresos y casi nunca son dueñas de los negocios.
La Habana, 10 de junio de 2011. (AP)
Aunque el discurso oficial dice que son iguales y reciben los mismos
salarios que los hombres, la brecha de género en el ámbito laboral es un
reto para las cubanas, que se agranda con la "actualización" del modelo
económico puesta en marcha por el Gobierno, reporta IPS.
"No sé qué hacer", dijo a la agencia una habanera de 53 años que se vio
por primera sin empleo estatal.
Otra, de 39 años y alta calificación, recordó los tiempos en que buscó
trabajo de ejecutiva en el sector turístico: "Nadie me lo comunicó, pero
me contaron que no obtuve la plaza por tener una niña pequeña".
Como en todo el orbe, las mujeres cubanas continúan a la saga en los
sectores de la economía de mayor estabilidad y remuneración, ha dicho la
socióloga Mayra Espina Prieto en sus estudios sobre pobreza para el
Centro cubano de Investigaciones Sociológicas y Psicológicas.
Según fuentes oficiales, las mujeres perciben salarios que representan
entre 80 y 85 por ciento de los sueldos de los hombres, por razones como
menor cantidad de días trabajados al tener que dedicarlos al cuidado de
la familia, sobre todo de los niños y personas de la tercera edad.
Los hombres son mayoría en los puestos ejecutivos en empresas mixtas con
capital extranjero, en el sector del turismo y en buena parte de las
opciones laborales que incluyen posibilidades de acceso a
gratificaciones en divisa. Las mujeres pueden estar más capacitadas,
pero suelen ocupar cargos de dirección intermedios.
El trabajo femenino remunerado se concentra fundamentalmente en el
sector estatal y civil, donde abarca el 42,7 por ciento del total. Ellas
llegaron en 2009 a constituir el 59 por ciento del personal de
administración, según la Oficina Nacional de Estadísticas (One).
Ese panorama representa una etapa que concluye, dada la reducción de
alrededor de un millón de empleos estatales aprobada por el Partido
Comunista en su último Congreso.
A pesar de que Raúl Castro instó ante la Asamblea Nacional del Poder
Popular a "evitar cualquier manifestación de favoritismo, así como de
discriminación de género o de otro tipo" en esta medida, la situación de
desventaja que rodea a la mujer encendió la alerta roja entre la
comunidad especializada en la temática.
"No veo que el autoempleo ofrezca muchas garantías para la seguridad de
toda la avalancha de gente sin trabajo, y la mayoría van a ser mujeres",
comentó a IPS Zulema Hidalgo, del no gubernamental Grupo de Reflexión y
Solidaridad Oscar Arnulfo Romero.
Peores trabajos e ingresos más bajos
Las mujeres representan alrededor de 30 por ciento de las personas que
han optado por el trabajo por cuenta propia en Cuba, se mantienen en
oficios considerados femeninos y con posibilidades limitadas de
ingresos, son vendedoras o trabajadoras contratadas y casi nunca
aparecen como las dueñas de los negocios familiares.
A partir de su experiencia en el acompañamiento de comunidades desde
1994, Hidalgo opinó que ellas "tienen que empezar a darse golpes y
trastazos" si desean avanzar con iniciativas privadas. A su juicio, se
necesitan más libertades en el comercio y conocimientos sobre cómo
vender un producto o entrar en determinado mercado.
La elevada carga de trabajo doméstico que las mujeres asumen y la
responsabilidad del cuidado de la familia las limita en la participación
en la economía. De hecho, Hidalgo aboga por hacer visible el número
creciente de mujeres que deben dejar su empleo para cuidar de enfermos o
de hijos pequeños, y las amas de casa.
Las cubanas dedican como promedio más de 34 horas semanales a labores
domésticas, mientras los hombres destinan alrededor de 12 horas para
estos fines, sobre todo en tareas de apoyo, según investigaciones
realizadas en la Isla.
En todas las latitudes, las mujeres suelen insertarse en la economía
fundamentalmente a través del empleo, la vía de subsistencia actual con
mayor inestabilidad y más bajos ingresos, explicó María Ángeles Sallé,
una experta española en temas de políticas de igualdad que visitó La
Habana a principios de este año.
"Las mujeres hacemos las dos terceras partes del trabajo que se realiza
en el mundo, percibimos 10 por ciento del ingreso y tenemos el uno por
ciento de la propiedad", dijo Sallé, quien usa estos datos, de la
Organización de las Naciones Unidas, para reflexionar sobre la falta de
equidad de género en esta área.
"La cuestión no está en incorporarlas más al trabajo; trabajan hoy todo
el tiempo", analizó.
En Cuba, las posibilidades laborales estatales se concentran ahora en la
agricultura, un espacio donde la población femenina ha tenido una
participación mínima. Según la ONE, sólo 3,2 por ciento de las personas
contratadas en agricultura, caza, silvicultura y pesca son mujeres.
Más de 11.000 mujeres se han beneficiado por el momento del proceso de
entrega de tierras ociosas en usufructo, iniciado en 2008.
Dilcia García, de la Asociación Cubana de Producción Animal abogó por
"realizar acciones para resolver o estrechar las brechas de género que
todavía existen, y vencer obstáculos subjetivos", para alcanzar una
mayor incorporación femenina en la vida económica rural.
"En todos los sectores del país tenemos una cultura patriarcal y en el
nuestro (el trabajo agropecuario) quizás es un poco más fuerte", aseveró
García a IPS. En su organización las mujeres son solo un 30 por ciento
de alrededor de 36.000 integrantes.
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