Transición, Cambios, EEUU
Cuba en transición y las relaciones Cuba-Estados Unidos (II)
Esta es la segunda y última parte de una ponencia presentada en la XXIV
reunión anual de la Asociación para la Economía Cubana (ASCE), que se
llevó a cabo en Miami entre el 31 de julio y el 1 de agosto de 2014
Miriam Leiva, La Habana | 07/08/2014 11:15 am
Inversión extranjera
El gobierno cubano cifra sus esperanzas en los empresarios foráneos para
cubrir las necesidades mínimas de recapitalización y nuevas actividades
a un ritmo de 2,5 mil millones de dólares anuales. La urgencia e
importancia se evidenció en la convocatoria de una sesión extraordinaria
de la Asamblea Nacional el 29 de marzo de 2014 para aprobar la nueva Ley
de la Inversión Extranjera (No. 118, en vigor desde 28 de junio de
2014). "El proceso de descapitalización es uno de los hechos más
negativos que se aprecian en la economía cubana desde hace años. En
muchos sectores, la formación bruta de capital fijo, es decir, nuevas
construcciones, instalaciones de maquinarias y equipos, y otras
inversiones, comprendidas las reparaciones capitalizables, realizadas a
partir de los años 1990 en diversos sectores, no alcanza para sustituir
los medios básicos amortizados, por lo cual no puede haber modernización
de la economía ni en la sociedad cubana, sino estancamiento y, en muchos
casos, un retroceso neto de la capacidad productiva y de servicios en
esferas vitales", (Oscar Espinosa Chepe, Descapitalización a la cubana,
febrero de 2003).
Por fin el gobierno, a través del vicepresidente Marino Murillo Jorge,
en la reunión de la Asamblea Nacional, reconoció que "Cuba necesita de
2.000 a 2.500 millones de dólares anuales de inversión extranjera
directa para llevar adelante su modelo socioeconómico socialista... El
objetivo es que el país pueda alcanzar un crecimiento anual entre el 5 %
y el 7 % del PIB, frente al 2,7 % actual, para lo que se necesita una
inversión anual en torno al 20 %... Esto demanda un financiamiento
externo con el que hoy el país no cuenta" (por carecer de ahorro), según
reportó la televisión cubana.
Por su parte el doctor Omar Everleny, en una entrevista publicada en
politico.es, el 27 de abril pasado, consideró que: "La inversión
extranjera es una de las válvulas que puede ayudar a tener recursos para
que este país crezca. Quedó claro que por esfuerzo propio es imposible
remontar las vías de crecimiento. El ahorro interno es pequeño, Cuba ha
llegado ya a un grado tal de descapitalización de las industrias y los
servicios que realmente es un círculo vicioso, no tienes recursos para
invertir porque los destina a consumir, dado que la ineficiencia impide
producir muchos productos y hay que importarlos… Con tasas del 2 % como
las actuales pasarán más de 20 años antes de poder duplicar el PIB".
Las modificaciones más notables introducidas a la Ley no. 77, del 5 de
septiembre de 2005, son los atractivos fiscales, como no pagar impuestos
durante 8 años. Además fija un máximo de 60 días para responder las
solicitudes de los empresarios, pero no se permite la libre contratación
del personal que se mantiene a través de las empresas estatales, lo cual
ha sido una de las principales demandas de los empresarios extranjeros.
La agricultura se abrió a la inversión extranjera y también se prevé en
cooperativas no agropecuarias, pero bajo gran control estatal.
Coincidiendo con la entrada en vigor de la nueva ley, la prensa cubana
informó sobre la realización del juicio, luego de haber permanecido
varios años en prisión, al empresario canadiense Vahe Cy Tokmakjian y el
exviceministro Nelson Ricardo Labrada Fernández, para quienes el fiscal
pidió 15 y 20 años de cárcel, respectivamente, y el abono de $91
millones como reparación de los daños causados, así como a otros cubanos
que ocuparon altos puestos administrativos. Representa no solo una
advertencia sobre la corrupción, sino una evidencia sobre el sistema
judicial cubano. En la sesión de la Asamblea Nacional tanto Raúl Castro
como Marino Murillo se refirieron a que los organismos y entidades
empresariales tienen que actualizar la cartera de oportunidades para
concretar, en el menor tiempo posible y sobre bases mutuamente
ventajosas, la captación de inversiones de capital extranjero para
dinamizar el desempeño de la producción y los servicios. Esto augura que
las inversiones extranjeras demorarán, por lo que su efecto en la
economía no será en el corto plazo.
Preparando la época "post"
Avizorando las potencialidades de Cuba para la época "post", al tiempo
que se procuraba neutralizar los influjos de Hugo Chávez aupados por
Fidel Castro mediante la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA),
los gobiernos latinoamericanos de variados signos acomodaron la teoría
de la "unidad en la diversidad". Entusiasta actuó el amigo Lula da
Silva, presidente del Brasil, siempre pretencioso de imponerse como
potencia en Sudamérica y el Caribe, fortalecido en su condición de país
emergente (miembro de los BRICS), y su sucesora Dilma Rousseff ha
continuado el manejo. Muy a propósito resultaba para Raúl Castro la
teoría de que sus cambios en Cuba merecían la integración a todos los
mecanismos posibles de la zona, al tiempo que continuaba impulsando con
Hugo Chávez de Venezuela, Rafael Correa de Ecuador, Evo Morales de
Bolivia y Daniel Ortega de Nicaragua el aislamiento de Estados Unidos y
Canadá, incluso mediante la creación de mecanismos paralelos con el fin
último de reemplazar a la Organización de Estados Americanos (OEA). No
obstante, en junio de 2009, la OEA levantó la suspensión al gobierno de
Cuba adoptada el 31 de enero de 1962 en Montevideo, Uruguay. Brindó así
la oportunidad de que solicitara la reincorporación, lo cual habría
contribuido a su participación en la V Cumbre de las Américas, efectuada
el 21 de septiembre de 2009, en Puerto España, Trinidad y Tobago. Pero
el gobierno cubano no estaba dispuesto a aceptar la Carta de Derechos
Humanos de la OEA. Esa conferencia fue la primera a la que asistió el
presidente Barack Obama. No parece casualidad que en los esfuerzos por
enrarecer el ambiente hacia Estados Unidos, el contratista Alan Gross
fuera detenido poco después, en diciembre de 2009. También coincidió con
el inicio de la política proactiva de la Administración Obama hacia
Cuba. Las autoridades cubanas con sus acciones han negado y obstruido
sus declaraciones de voluntad de diálogo con Estados Unidos y
demostraron preferencia por la confrontación, ya que facilita culpar al
"enemigo imperialista" de todos los desastres que ellos mismos ejecutan
en Cuba. En realidad no desean el levantamiento del embargo que ha
servido durante 54 años como justificación a sus fracasos y la represión.
Nuevamente surgió el problema de la participación del gobierno cubano
durante los preparativos de la VI Cumbre realizada en Cartagena de
Indias, Colombia. La esmerada diplomacia colombiana llegó a involucrar
directamente al presidente Juan Manuel Santos, que viajó a La Habana
para explicar a Raúl Castro la imposibilidad de invitarlo, a comienzos
de marzo de 2012, por breves horas; oportunidad que aprovechó para
visitar a Chávez convaleciente de una operación. El primer ministro de
Canadá apoyó al presidente Obama en el rechazo a la participación de
Cuba. En el evento, Stephen Harper recordó que Cuba no cumple la
Cláusula Democrática aprobada en 2001 por los países reunidos en la
Cumbre de las Américas de Quebec, según declaró su director de
comunicaciones.
El presidente Obama abordó el asunto en su discurso, aunque sin
mencionar a Cuba. "…Cuando se piensa en los extraordinarios éxitos en
Brasil, los éxitos en Colombia, gran parte de eso es la gobernabilidad.
Considero que no se puede tener a largo plazo economías exitosas, si no
se han seguido algunos principios básicos: democracia y el respeto a la
ley, observancia de los derechos humanos, la libertad de expresión. Y
creo también la seguridad personal, la capacidad de la gente de sentirse
que si trabajan afanosamente pueden lograr, y tienen motivación para
empezar un negocio y saber que recibirán el resultado de su propio
trabajo. Y solo deseo felicitar a Brasil y Colombia, que vienen de
distintas tradiciones políticas, pero parte de la razón por la cual
tienen crecimiento es que los gobiernos han trabajado eficientemente en
cada país. Y pienso que cuando miramos como nos vamos a integrar más y
beneficiarnos de oportunidades crecientes en el futuro, es importante
que no ignoremos cuan importante es tener un gobierno limpio,
transparente y abierto que trabaja para el pueblo… Se hacen negocios
bien, cuando se sabe que es una sociedad que funciona bien y que hay un
gobierno legítimo que cuida a su pueblo". En esa ocasión se refirió a
que hay muchas áreas de cooperación, pero la prensa destaca las
controversias de las cumbres, y que a veces esas controversias son
anteriores a su nacimiento. En Miami durante un encuentro con cubanos
opositores y cubanoamericanos, en diciembre de 2013, reiteró que cuando
se inició el diferendo con Cuba él no había nacido.
¿Los mandatarios de América Latina y el Caribe tienen verdaderamente una
voluntad progresista y democrática para contribuir a la transición en
Cuba? ¿Desean eliminar el embargo por su inoperancia? Los intereses por
lograr la eliminación de los escollos impuestos por el embargo a sus
negocios, posicionar sus empresas antes de tener que pujar con las más
competitivas empresas norteamericanas, e influir en un futuro gobierno
cubano, podrían estar detrás de sus esfuerzos mancomunados frente a
Estados Unidos y Canadá, así como de la teoría de la integración en la
diversidad.
El proceso comenzó a consolidarse en 2008 con la incorporación del
gobierno de Cuba al Grupo de Río (fundado en 1986 como mecanismo de
consulta y concertación política), justamente poco antes de su
desaparición para dar paso a Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (CELAC) en la Cumbre de la Unidad, constituida por la XXI
Cumbre del Grupo de Río y la II Cumbre de América Latina y el Caribe
sobre Integración y Desarrollo (CALC), en la Riviera Maya, los días 22 y
23 de febrero de 2010. La Primera Cumbre de CELAC se efectuó en Caracas,
en diciembre de 2011, presidida por Hugo Chávez; la Segunda Cumbre en
Santiago de Chile, febrero de 2012, encabezada por Sebastián Piñera, y
la Tercera Cumbre en La Habana, presidida por Raúl Castro, mayo de 2013.
Por su parte Rusia está estrechando sus lazos con Cuba, deshaciendo el
entuerto de la deuda. La Duma-Parlamento ruso ratificó el acuerdo
bilateral que prevé la cancelación del 90 % de la deuda de alrededor de
$35.200 millones, y el 10 % restante para ser utilizado por sus empresas
a lo largo de 10 años, según información de AFP del 4 de julio de 2014.
También han cancelado las deudas con Japón y México, y en diciembre de
2013 una delegación del Club de París sostuvo conversaciones en La
Habana. En la sesión de la Asamblea Nacional de julio de 2004 se anunció
escuetamente la decisión del gobierno cubano de emitir bonos del Estado.
China ha avanzado con cautela. Su actividad podría impulsarse con la
visita del presidente Xi Jinping a La Habana a mediados de julio de
2014, que si bien es la primera desde que asumió la presidencia, resulta
la segunda, pues viajó a Cuba cuando ya se esperaba que asumiera las
máximas posiciones en China.
La Unión Europea, congelada por el gobierno cubano durante más de 10
años, actualmente está inmersa en negociaciones para normalizar las
relaciones, cuando 17 de sus 28 países ya han establecido acuerdos
bilaterales. Posiciones conjuntas dan mayor fuerza a las negociaciones,
que incluyan el respeto a los derechos humanos y programas de
cooperación beneficiosos a las comunidades cubanas.
Relaciones Cuba-Estados Unidos
Cuba y los cubanos estamos inmersos en un proceso que, para comprenderlo
desde afuera, requiere aparcar las ideas preconcebidas y las
experiencias de transición de otros países. Este país no es aquel ni los
cubanos somos aquellos. Han trascurrido 55 años, más del 70 % de la
población nació después de 1959 y creció en un ambiente de carencias,
promesas incumplidas, robo, mercado clandestino, aspiraciones
imposibles, simulación, instrucción deficiente, educación torcida,
censura, autocensura para lograr progresar en el estudio, el trabajo,
obtener un permiso de salida porque "si no te gusta la revolución, te
vas." Y tantas cosas más, difíciles de nombrar y explicar. Los
dirigentes pretendieron convencer de que este es el mejor de los mundos
posibles, pero desde hace años los cubanos han dejado de creer y viven
un proceso de cambio en sus mentes, que es irreversible. La nación está
destruida en los aspectos físico, económico, político, social, cívico,
medioambiental, y sobre todo de los valores éticos y morales.
Cuba atraviesa un período de transición, al que Estados Unidos está
contribuyendo mediante la política proactiva de la Administración Obama
iniciada en 2009. El envío de remesas ha permitido la mejoría apreciable
de las precarias condiciones de vida de una parte amplia de la población
e inclusive el fomento de los negocios privados a través de los
cuentapropistas, propiciando la progresiva independencia económica. En
2013, las remesas familiares en efectivo se calculan en $2.777 millones
y el valor de las mercancías llegadas en $3.506 millones, según The
Havana Consulting Group (YHCG).
Las visitas de familiares y amigos, además de la felicidad por el
reencuentro, han demostrado que en Estados Unidos hay oportunidades para
todas las personas trabajadoras con ambición de superación. Los viajes
desde la Isla de personas de todas las capas sociales y profesiones han
abierto las fronteras impuestas a los conocimientos y la convivencia
humana. En agosto de 2013, Estados Unidos comenzó a entregar visas de no
emigrante por cinco años y múltiples entradas, para visitas familiares
(B2) y viajes de negocios o por razones profesionales como exhibiciones
artísticas, conferencias y eventos académicos y culturales (B1). Ese año
totalizaron 32.254 visas de visitantes y 24.727 para inmigrantes —el
acuerdo con el gobierno cubano es de 20.000 visas de inmigrantes
anuales, de manera que se está sobrepasando la cifra. En la primera
mitad de 2014 se otorgó la cifra récord de 19.500 visas de ambos tipos,
para un incremento de 27 % con respecto a igual período del año
precedente. Como se puede apreciar, el gobierno norteamericano amplió el
otorgamiento de visas en correspondencia con las mayores posibilidades
de viajar conferida por la Ley Migratoria de enero de 2013, aprobada por
el gobierno cubano. (Cifras de la Sección de Intereses de Estados Unidos
en La Habana, publicadas por Diario de Las Américas). Por otra parte,
599.426 personas de origen cubano y 102.396 estadounidenses sin origen
cubano viajaron a la Isla en 2013, según THCG. Los norteamericanos que
han recibido permiso para visitar Cuba han contribuyendo igualmente a la
elevación del nivel cultural, musical, deportivo, científico, académico,
así como al empoderamiento de los cubanos, compartiendo sus
especialidades, experiencias e ideas. Al mismo tiempo tienen la
posibilidad interactuar con la población, conocer la situación existente
y explorar las posibilidades de asistencia y negocios futuros en el
país. Sin embargo, no pueden viajar libremente a Cuba, único país a
donde tienen prohibido hacerlo.
En Estados Unidos, el cuestionamiento de embargo sí, embargo no, debe
posponerse, porque sería continuar la estéril disputa muy utilizada por
quienes siempre han promovido la confrontación sin lograr cambios en
Cuba, y ha servido al aislacionismo, la represión y la propaganda por
parte del gobierno cubano. La ampliación de la política proactiva de la
actual Administración, mediante acciones adicionales en el marco de las
prerrogativas del presidente Obama, tendría resultados muy positivos,
como se han apreciado desde 2009. En el curso de muchos años, algunos
cubanos independientes de adentro, como Oscar Espinosa Chepe y Miriam
Leiva, e instituciones y personalidades cubanoamericanas y
norteamericanas en Estados Unidos, como Cuba Study Group, Brookings
Institution, la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana, El
Consejo de las Américas, el Preterson Institute, Atlantic Council, y
otras, han realizado estudios y propuestas.
Muchas de esas propuestas y otras, adecuadas al impacto positivo que han
tenido las medidas proactivas adoptadas por la Administración Obama
desde 2009 y a la actual situación en Cuba, están contenidas en la
"Carta Abierta al Presidente Obama: Apoyo a la Sociedad Civil en Cuba",
suscrita por más de 40 notables personalidades políticas republicanas y
demócratas, militares, académicas, diplomáticas y empresariales,
publicada en mayo de 2014. Su objetivo es que Barack Obama utilice su
autoridad presidencial para amplia la política pueblo a pueblo con el
objetivo de contribuir al desarrollo del trabajo independiente y la
sociedad civil en general. A continuación un resumen de las propuestas
para profundizar los cambios ya en curso mediante mayor libertad a las
organizaciones y personas privadas para directa e indirectamente servir
de catalizador para un cambio significativo en Cuba:
1) Ampliación y salvaguarda de los viajes a Cuba para todos los
norteamericanos; 2) Incremento del apoyo a la sociedad civil cubana; 3)
Priorizar compromisos en áreas de interés mutuo; 4) La Administración
Obama debería dar pasos para asegurar a las instituciones financiera que
ellas están autorizadas a procesar todas las transacciones financieras
necesarias e incidentes para todas las actividades con licencias.
Por su parte, Tomas J. Donohue, presidente y director ejecutivo (CEO) de
la Cámara de Comercio de Estados Unidos encabezó una delegación a Cuba
en junio de 2014, con el "objetivo de conocer más sobre las reformas,
determinar si han realizado cambios reales y duraderos, y encontrar vías
para estimular el sector privado en ciernes cubano". En 1999, visitó el
país, y ha favorecido el levantamiento del embargo.
Las encuestas realizadas en el primer semestre de 2014 por el Atlantic
Council, la Universidad Internacional de la Florida y el Miami Herald
demostraron la tendencia creciente en Estados Unidos a favorecer el
mejoramiento de las relaciones bilaterales, no solo por parte de los
norteamericanos, sino incluso de los cubanos residentes en Florida.
Interesante resulta la coincidencia en favor de pasos progresivos en
lugar del levantamiento súbito del embargo y el beneficio de permitir a
los norteamericanos viajar sin restricciones a Cuba.
En el marco de la exploración de la Cuba actual, Eric Schmidt,
presidente de Google, Jared Cohen, director de Google Ideas, Brett
Perlmutter y Dan Keyserling estuvieron en La Habana el 28 y 29 de junio,
"con el objetivo de promover una Internet libre y abierta", según
expresó Cohen reportado por Yoani Sánchez, con quien se reunieron los
visitantes, luego de sostener conversaciones con funcionarios, jóvenes
de escuelas politécnicas y realizar una visita guiada a la Universidad
de Ciencias Informáticas (UCI). Resultan muy ilustrativas las opiniones
de Schmidt quien, según lo publicado, consideró que la Isla está en la
década de los noventa en cuanto a Internet, fuertemente censurada y con
una infraestructura hecha de componentes chinos; el embargo no tiene
ningún sentido para los intereses estadounidenses; las restricciones a
la información tienen aún menos sentido si se piensa que Cuba importa
una gran cantidad de alimentos de Estados Unidos como comercio
compasivo. Las importaciones de alimentos de Cuba son importantes, pero
también lo es la importación de herramientas para el desarrollo de una
economía del conocimiento; Cuba tendrá que abrir su política económica y
de negocios, y Estados Unidos tendrá que (…) abrir el embargo. Considero
que el gobierno cubano tendrá que ampliar los servicios de Internet para
satisfacer las necesidades de los nuevos inversores extranjeros que
aspira atraer, lo cual podría repercutir en la extensión a la población,
si bien establecerá controles similares a los existentes en China, para
lo cual se prepara desde hace tiempo.
Alan Gross es el valioso rehén desde el 12 diciembre de 2009. La
actuación del gobierno cubano recuerda sucesos ocurridos durante
administraciones norteamericanas que procuraron avanzar hacia una
distensión en las relaciones. El presidente Jimmy Carter fue premiado
con el éxodo de Mariel en 1980, mientras que el presidente Bill Clinton
tuvo que firmar la Ley Helms-Burton para el recrudecimiento del embargo
y perdió su poder constitucional sobre la política exterior al pasar al
Congreso la decisión de levantar el embargo, debido al derribo de dos
avionetas de la Organización Hermanos al Rescate, donde murieron 4
tripulantes. (También en 1980 su reelección como gobernador de Arkansas
fue dañada por la "invasión de marielitos" en ese estado).
El gobierno cubano cambiará su demanda de canjear al contratista
norteamericano por los 5 (ahora 3) prisioneros cubanos condenados como
espías en Estados Unidos, según sus necesidades e intereses. En este
caso, el influjo de Fidel Castro —o su escuela— aflora. No sería extraño
que se esté utilizando a Alan Gross para detener la ampliación de la
política proactiva de la Administración Obama, cuya diplomacia "pueblo a
pueblo", coincidentemente desde 2009, ha tenido un impacto muy favorable
en la vida y las ideas de los cubanos. Lamentablemente, Gross ha sufrido
los rigores de la prisión isleña, y la negación de permiso para
acompañar a su madre durante la grave enfermedad hasta la muerte de la
Sra. Ethel Gross, el 18 junio de 2014. No obstante, un prisionero cubano
recibió permiso de las autoridades de Estados Unidos para viajar a Cuba
en dos oportunidades por casos similares. El excontratista ha dado
señales de estar dispuesto a atentar contra su vida, al tiempo que su
salud se reciente progresivamente.
El gobierno, el Congreso, organizaciones, personalidades norteamericanas
e internacionales, y dignatarios de las instituciones judías realizan
permanentes esfuerzos por lograr su excarcelación y el retorno a su
familia. Gross podría ser liberado en cualquier momento, ya sea porque
su estado de salud física y mental acerque un desenlace fatal, que no
convendría a las autoridades cubanas, porque el deterioro de la
situación económica, política y social de Cuba aconseje el mejoramiento
de relaciones con Estados Unidos, o por algún otro interés de las
autoridades cubanas.
Conclusiones
La transición ocurre en Cuba desde hace varios años. Raúl Castro
pretender dejar consolidado el poder absoluto a sus herederos, cuando
realice el inevitable relevo generacional. El Presidente aplica reformas
incapaces de impulsar la economía, pues un sistema probadamente
fracasado no se puede actualizar, sino cambiar. A pesar de haber
desmontado gran parte de los métodos y planes voluntaristas impuestos
por Fidel Castro durante 47 años, el mantenimiento del férreo control
del Estado-Partido y la planificación socialista, el desprecio por el
mercado y las trabas a la creatividad individual, fundamentalmente,
entrampan los cambios realizados para no cambiar nada.
Los próximos 4 años serán cruciales en Cuba. El gobierno sabe que su
capacidad de sobrevivencia depende de la reactivación de la economía
nacional, pero también de la situación social y política. La llamada
actualización del modelo económico no ha logrado comenzar a reactivar la
producción nacional y en 2014 con la nueva Ley de Inversiones
Extranjeras se pretende lograr $2,5 billones anuales para recapitalizar
la industria, la infraestructura y los servicios, pero los empresarios
están cautelosos y las inversiones que se logren demorarán en el proceso
de aprobación, ejecución y resultados. También los próximos 4 años son
muy importantes porque Raúl Castro tiene 82 años de edad, anunció su
retiro oficial para 2018, y actualmente está en curso el posicionamiento
para la sustitución de los dirigentes ancianos. Aunque el
Presidente-General ha situado a los militares en los principales puestos
del Partido Comunista, el gobierno y el Estado, no puede preverse quien
será el sustituto y su equipo.
Estados Unidos no debe continuar el auto-aislamiento, únicamente
beneficioso a los gobernantes de Cuba, que han promovido el
enclaustramiento para mantener desinformado al pueblo, sin contacto con
la realidad internacional, y que la situación interna no se conozca en
el extranjero ni se interactúe con la población. La Administración Obama
debe ampliar la posibilidad de enviar remesas, equipos e insumos;
proporcionar asistencia técnica y entrenamiento no gubernamental a
quienes gozan de cierta independencia, como los cuentapropistas y
agricultores; continuar favoreciendo las actividades de todas las
esferas posibles, con cursos y conferencia en ambos países, así como
flexibilizar las participación de empresarios y comerciantes privados
norteamericanos; y permitir a todos los norteamericanos viajar a Cuba.
Debe tenerse en cuenta que las empresas norteamericanas están siendo
impedidas de -potenciales negocios en Cuba, mientras las de cualquier
otro país pueden asentarse en esferas fundamentales e incluso
posicionarse frente a las costas de Estados Unidos en preparación para
cuando se permita el comercio y el turismo entre ambas naciones. Al
mismo tiempo, Cuba no puede beneficiarse de los conocimientos,
experiencias y tecnología que es base del desarrollo y el progreso. Una
ampliación de la política proactiva contribuiría al avance de la
sociedad civil que podría disfrutar de un ambiente más propicio.
Igualmente propiciaría a los norteamericanos conocer e interactuar en el
país.
Muy positivo resultaría la participación de los cubanoamericanos en la
reconstrucción de Cuba desde ahora, pues tienen todo su derecho a
hacerlo, y porque darían un gran aporte con sus conocimientos,
experiencias y potencialidad económica. Queda por parte de las
autoridades cubanas contribuir a que Cuba se beneficie de un ambiente de
cooperación y entendimiento con sus nacionales y con Estados Unidos.
Esta ponencia fue presentada en la XXIV reunión anual de la Asociación
para la Economía Cubana (ASCE), que se celebró en Miami entre el 31 de
julio y el 1 de agosto de 2014.
Source: Cuba en transición y las relaciones Cuba-Estados Unidos (II) -
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