Debate en el Senado sobre políticas con Cuba
El senador Robert Menéndez lamentó que el Departamento de Estado fuera
mantenido al margen de las negociaciones y que los cambios decididos por
el gobierno de Obama no se usaran para obtener concesiones del gobierno
cubano. "No consiguieron nada a cambio"
martes, febrero 3, 2015 | CubaNet
Marco Rubio, senador republicano por Florida y presidente en el nuevo
Congreso del Subcomité de Relaciones Exteriores del Senado para Asuntos
del Hemisferio Occidental, encabezó este martes una audiencia titulada
"Entendiendo el impacto de los cambios en la política para los derechos
humanos y la democracia en Cuba".
El primer panel de la audiencia incluyó preguntas de los senadores a los
Secretarios de Estado Adjuntos para Asuntos del Hemisferio Occidental,
Roberta Jacobson, y para la Democracia, los Derechos Humanos y Asuntos
Laborales, Tomasz Malinowski.
Rubio destacó que habían sido citados también a testificar Ricardo
Zúñiga y Benjamin Rhodes, los dos altos funcionarios del Consejo de
Seguridad Nacional de la Casa Blanca que sostuvieron durante año y medio
las conversaciones secretas con funcionarios cubanos en Canadá y El
Vaticano que resultaron en el acuerdo de restablecimiento de relaciones
anunciado el pasado 17 de diciembre.
En sus palabras iniciales Rubio recordó que el objetivo de la nueva
política, declarado por la administración Obama, es empoderar al pueblo
cubano para que pueda decidir su propio futuro, y explicó que la
audiencia buscaría establecer cuán efectivos pueden ser en ese sentido
los cambios anunciados, considerando que el pueblo de Cuba es el único
del hemisferio que no disfruta de elecciones libres y limpias. Rubio se
preguntó por qué EE.UU. tiene que ser más paciente en ese sentido con
Cuba que con otros países.
Barbara Boxer, senadora por California y la miembro demócrata de mayor
jerarquía en el panel, explicó que apoya el cambio de política de la
administración Obama para Cuba luego de 50 años de aislamiento que dijo
distanciaron a EEUU de sus asociados en el continente y en Naciones
Unidas y sirvieron a La Habana para justificar sus fracasos y su
represión. Boxer consideró que la mejor manera de empoderar al pueblo
cubano es a través de una política que involucre y no aísle a los cubanos.
El senador demócrata por Nueva Jersey, Bob Menéndez, consideró que la
negociación secreta para restablecer relaciones con Cuba produjo un mal
acuerdo que comprometió principios básicos a cambio de nada, ya que las
libertades para los cubanos quedaron sin garantías. Menéndez se refirió
a los 53 prisioneros políticos liberados con condiciones por el gobierno
de Cuba, señalando que algunos Marcelino Abreu fueron apresados nuevamente.
Además el político de origen cubano lamentó que en las conversaciones no
se trataran temas como las propiedades estadounidenses confiscadas, el
acceso a las cárceles cubanas de observadores independientes y los
fugitivos de la justicia de EE.UU. como Joanne Chesimard acogidos por La
Habana, y destacó que Raúl Castro reconoció recientemente haber dado la
orden de derribar en 1996 dos avionetas estadounidenses, causando la
muerte de cuatro civiles.
La secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental,
Roberta Jacobson, fue la primera testigo de la audiencia y en su
presentación explicó las intenciones de la Administración Obama para
empoderar a largo plazo al pueblo cubano y de que sean los cubanos
quienes puedan determinar su propio futuro, pues, "serán ellos los que
finalmente lleven a cabo los cambios políticos y económicos".
Explicó que esa política se apoya en más comercio, viajes,
telecomunicaciones y remesas.
El secretario de Estado adjunto para la Democracia, Derechos Humanos y
Asuntos Laborales, Tom Malinowski anunció que encabezaría la delegación
en las conversaciones EEUU Cuba sobre el tema de derechos humanos.
Malinowski se mostró a favor de la nueva política de EEUU y explicó que
Cuba ha hecho del embargo una excusa que ha repetido internacionalmente
para justificar su ineficiencia y su represión. Dijo que aunque el
acuerdo no cambia la naturaleza fundamental del régimen, el embargo no
lo ha debilitado y le ha servido para justificar sus fracasos. Ahora sin
embargo, la carga de esa responsabilidad ha pasado al gobierno cubano y
habrá más información y recursos para el pueblo de la isla. Anticipó que
miembros de la sociedad civil cubana podrán intercambiar con líderes del
continente en la próxima Cumbre de las Américas de Panamá en abril de
este año.
Preguntada por Rubio acerca de si el Departamento de Estado sabía y de
las conversaciones secretas y había sido consultado, Jacobson dijo que
conocían de conversaciones para la liberación de Alan Gross y que
existía un comité de política interagencias al que se le reportó sobre
la situación de derechos humanos y sobre los presos políticos, basándose
en los informes de organizaciones independientes de la isla.
Acerca de qué impacto había tenido el anuncio de la nueva política de
Estados Unidos hacia Cuba en la región y en el mundo la Secretaria de
Estado Adjunta respondió que había conmocionado a los países del área,
incluidos los aliados de Cuba, y que otros bloques como la Unión Europea
han querido estar en sintonía.
"Por primera vez en la recepción que ofrecimos en la residencia del Jefe
de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana asistieron
todos los diplomáticos, porque antes los habíamos invitado pero ellos
preferían no asistir para no asociarse con nuestra política", dijo Jacobson.
Por otra parte Tom Malinowski, contó que en un viaje reciente a La Paz,
Bolivia, para la toma de posesión del presidente Evo Morales, percibió
una reacción muy positiva de parte de muchos gobiernos del hemisferio.
"Por primera vez pudimos tener una conversación sobre esto", explicó.
Rubio se refirió asimismo a declaraciones transmitidas el lunes por la
TV Cubana de la funcionaria a cargo de las conversaciones por Cuba,
Josefina Vidal, respecto a que el libre movimiento de diplomáticos
estadounidenses asignados a una embajada en Cuba estaría condicionado a
que dejaran de apoyar a los disidentes.
La secretaria Jacobson dijo que no podía imaginar que se aceptara esa
condición para abrir una Embajada
El senador republicano por Arizona, Jeff Flake, recordó que hace 14 años
presentó su primer proyecto de ley para eliminar la prohibición de
viajes, y consideró que esto haría mucho más por la democracia en la
isla que los programas de la USAID.
Flake preguntó sobre el funcionamiento de una futura embajada de Estados
Unidos en La Habana. Jacobson tuvo palabras de elogio para los
diplomáticos de la Sección de Intereses, unos 70 de sus 360 empleados,
detalló las múltiples tareas que cumplen sus funcionarios y explicó que
la apertura de una Embajada en Cuba no será un asunto polémico en cuanto
al presupuesto y que de establecerse ayudará mucho más a lidiar con
otros asuntos cruciales como la devolución de prisioneros. "El hecho de
abrir una embajada no es una concesión al gobierno cubano y en muchos
países no consideran que tener una embajada estadounidense sea un
regalo", dijo Jacobson.
El senador Menéndez lamentó que el Departamento de Estado fuera
mantenido al margen de las negociaciones y que los cambios decididos por
el gobierno de Obama no se usaran para obtener concesiones del gobierno
cubano. "No consiguieron nada a cambio", señaló Menéndez. Acerca de la
revisión emprendida por la cancillería estadounidense sobre la presencia
de Cuba en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo, el
legislador por Nueva Jersey recordó que Joanne Chesimard es una de los
diez terroristas más buscadas por el FBI, que también se refugian en
Cuba miembros de organizaciones designadas como terroristas, y que en la
definición de "patrocinadores" EE.UU. considera el uso del territorio de
un Estado como refugio de miembros de estas organizaciones.
Reprobó Menéndez que tampoco se mencionara en las charlas el caso del
contrabando de armas de Cuba a Corea del Norte abortado por el gobierno
panameño. En cuanto al permiso a firmas norteamericanas para mejorar las
comunicaciones en la isla, advirtió que Cuba está conectada a la
internet de banda ancha por un cable de fibra óptica tendido desde
Venezuela en 2011, y que no ha ampliado el acceso de sus ciudadanos a la
web.
Segundo Panel
En el segundo Panel testificaron los opositores cubanos Rosa María Payá
(hija del fallecido Oswaldo Payá, quien presidió el Movimiento Cristiano
Liberación); Berta Soler, presidenta de las Damas de Blanco; Mirian
Leiva, activista de Derechos Humanos y periodista independiente; y
Manuel Cuesta Morúa, de Arco Progresista.
Rosa María Payá enfatizó en que la negociación debía atender las
demandas de la población en general, como los cambios elementales que
establece el Proyecto Varela.
Morúa, por su parte explicó que es importante mantener un canal de
comunicación con Cuba en este proceso.
Soler recalcó que Cuba no es un gobierno soberano y que por ello es
importante que el gobierno estadounidense escuche las opiniones del
pueblo de Cuba.
Por su parte Miriam Leyva, explicó que los programas de apoyo a la
democracia vistos como un obstáculo a la negociación por la parte
cubana, deben ir dirigidos a la sociedad civil y la mayoría del dinero
no ha ido directo a la oposición.
"Lo mejor es analizar cuál sería la mejor forma de apoyar a la sociedad
civil y consultarnos sobre esto", dijo Leyva.
La líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, explicó que la ayuda debe
ser directa a la sociedad civil porque lo que llega al gobierno cubano
lo usa para reprimir al pueblo.
Soler agradeció la ayuda que ha recibido de parte del gobierno
estadounidense como celulares, laptops, así como el aporte de los
exiliados. Agradeció además la información que llega a los cubanos a
través de Radio y TV Martí, que ayuda mucho al pueblo para saber lo que
está pasando en la isla.
Source: Debate en el Senado sobre políticas con Cuba | Cubanet -
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