La historia justifica el embargo
ANÓLAN PONCE
03/27/2015 5:00 PM 03/27/2015 9:00 PM
Un malestar general prevalece entre los exiliados cubanos que anhelamos
una democracia para nuestra patria; mientras continúan las negociaciones
para el restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Y es
que consideramos estas una gran "tomadura de pelo" por estar basadas en
que una apertura económica conducirá a una apertura política y
eventualmente a la democracia.
Nada más lejos de la verdad. Así lo demuestra la experiencia en China y
Vietnam; y si analizamos los hechos que condujeron al desplome de la
Cortina de Hierro hace casi 25 años, concluimos que la fórmula de Obama
constituye realmente un antídoto a la democracia porque fue precisamente
la precaria economía de los países bajo el sistema comunista lo que
sirvió de catalizador para colocarlos en el sendero de esta. Una simple
ojeada a la historia lo comprueba.
En julio de 1980, los bancos internacionales que daban crédito a Polonia
informaron a los dirigentes polacos que el Estado no podía continuar
subsidiando los bajos precios en los artículos de consumo, incluyendo la
carne. La consecuente alza en estos resultó en una oleada de huelgas
obreras y protestas en todo el país, el surgimiento del sindicato
Solidaridad y el Acuerdo de Gdansk que rescindía los altos precios y
otorgaba substanciales concesiones a los obreros. Pero tal y como
anticiparon los banqueros, la estancada economía polaca no podía
prescindir del alza en los precios, y en apenas un año tuvieron que dar
marcha atrás y enfrentar la inestabilidad política para suplir la
necesidad económica. Ello causó un aumento en la represión y
consecuentemente sanciones económicas por parte de Occidente, lo cual
empeoró la situación. El ascenso al poder de Mijail Gorbachov en la
Unión Soviética aceleró el proceso democrático, especialmente por su
repudio a la Doctrina Brezhnev, la cual justificaba la intervención
militar soviética si alguno de los satélites decidía abandonar el comunismo.
¿Qué hizo posible que Mijail Gorbachov tomara esta decisión trascendental?
Fue, de nuevo, una precaria economía. Cuando asumió el poder en marzo de
1985, el nuevo líder soviético sabía que la Unión Soviética, siendo una
potencia nuclear, tenía una economía estancada, más propia de un país
tercermundista. Años de costosos gastos militares y subvenciones a
estados satélites habían acumulado una enorme deuda, y Gorbachov
reconocía que necesitaban urgentemente del crédito y del comercio y la
tecnología occidental para evitar el colapso económico. También estaba
consciente de que a pesar de la perestroika (reforma) y el glasnost
(transparencia), el líder en Washington, Ronald Reagan, quien años antes
había llamado a la Unión Soviética el imperio del mal (the evil empire),
no cooperaría con los soviéticos si no renunciaban a la Doctrina
Brezhnev. El resto es historia. Sin la amenaza de los tanques rusos, uno
por uno los países del bloque soviético, comenzando con Polonia,
abandonaron el comunismo en busca de oportunidad y bienestar económico
abrazando la democracia. En el proceso la Unión Soviética también
desapareció.
¿Cuál hubiera sido el curso de la historia si en lugar de aplicar
sanciones al régimen comunista polaco, Occidente le hubiera ofrecido
ayuda económica? ¿Qué hubiera sucedido si a pesar de la Doctrina
Brezhnev, Ronald Reagan hubiera ayudado a los soviéticos a mejorar su
economía? La respuesta es obvia y confirma cuán errada está la nueva
política de Barack Obama hacia Cuba, pues su propósito es precisamente
aliviar las razones que forzarían al régimen a negociar en un futuro
próximo la pérdida del subsidio venezolano, algo muy factible si tenemos
en cuenta la continua caída del crudo venezolano, que acaba de cerrar
este pasado 20 de marzo a $43 el barril y se estima que llegará a $39.
Venezuela, de acuerdo a un reportaje de la revista Time del 3 de febrero
de este año, necesita $100 por barril de petróleo para sostenerse.
El precedente histórico de cómo cayó la Cortina de Hierro demuestra que
la economía es el punto vulnerable. Si a ello añadimos el prospecto del
colapso económico venezolano, concluimos que el mantenimiento del
embargo a Cuba es vital porque mantiene presión en la llaga negando al
régimen acceso al crédito estadounidense y privándolo de un nuevo
subsidio: turismo norteamericano. Esa es la última carta que les queda a
los Castro y el embargo les impide alcanzarla; por ello Raúl Castro
exige su eliminación como condición para negociar.
¿Es inhumano el embargo? Por supuesto que no. Cuba puede comerciar con
cualquier país del planeta y conste que China es su gran socio
comercial. Lo que sí es inhumano es abogar desde la comodidad del exilio
bajo capitalismo y democracia por dar ayuda a un régimen criminal que
paga míseros salarios de esclavos a nuestros compatriotas, los priva de
oportunidad y viola todos y cada uno de los derechos conferidos al ser
humano por el Creador. ¡Eso sí es inhumano!
Source: ANOLÁN PONCE:La historia justifica el embargo | El Nuevo Herald
El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/article16406108.html
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