¿De qué soberanía alimentaria hablan?
OSMAR LAFFITA ROJAS | La Habana | 30 Mar 2015 - 6:24 am.
Economía Embargo George W. Bush Importaciones Raúl Castro Unasur USSAC
La apuesta del régimen por los agricultores estadounidenses desprotege a
los agricultores cubanos y es desleal a sus socios latinoamericanos de
Unasur y CELAC.
A los empresarios del sector agrícola estadounidense lo que más les
abruma es no tener mercado donde vender sus producciones. La mayoría de
ellos, por el cúmulo de tareas que tienen, no disponen del tiempo
suficiente para poder conocer la situación política en los países donde
realizan sus actividades comerciales. Los asuntos políticos no están
entre sus prioridades. Por eso, centran su gestión en fortalecer los
vínculos económicos con los gobiernos que les abren las puertas de sus
mercados a sus productos sin que aparezca en sus agendas si son
respetuosos de la democracia y el Estado de Derecho o son regímenes
dictatoriales, como el de Cuba, caracterizado por la represión, la
conculcación de las libertades ciudadanas y las violaciones flagrantes
de los derechos humanos.
Los empresarios estadounidenses de la agricultura y la industria
elaboradora de alimentos recurren a infinidad de subterfugios que con
los años han aprendido y perfeccionado y que aplican con refinada
maestría, con el solo fin de lograr vender las mercancías que tienen en
sus almacenes y obtener las mayores ganancias.
La firma por el presidente George W. Bush, en 2001, de la Ley de Reforma
a las Sanciones Comerciales y Ampliación de la Exportaciones se puede
considerar como el primer boquete abierto al muro del embargo, ya que
permitió la importación de alimentos y medicinas hacia Cuba. Pero ese
comercio fue en una sola dirección, en condiciones bastantes onerosas y
lesivas para la soberanía alimentaria de Cuba. No obstante, ese comercio
se ha mantenido de manera ininterrumpida durante los últimos 14 años.
Solo en tres años las compras estuvieron por debajo de los 300 millones
de dólares. En el año 2002 las compras por parte del Gobierno cubano en
los Estados Unidos ascendieron a138,6 millones de dólares. En 2003 el
Estado cubano desembolsó 256,9 millones de dólares. El pico de estas
compras se registró en 2008, ya en el mandato del general Raúl Castro,
cuando ascendieron a 710 millones de dólares.
El pasado año se destinaron 291,2 millones de dólares en adquirir
alimentos en los Estados Unidos. En este comercio en una sola dirección
el Gobierno cubano ha gastado en total 4.980 millones de dólares.
Es comprensible el interés de las más importantes empresas agrícolas
estadounidenses por no perder el suculento mercado cubano. Al anunciar
los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, el 17 de diciembre de
2014, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos
países, interrumpidas por más de 50 años, de inmediato comenzaron el
cabildeo y los contactos.
En reunión celebrada el pasado 8 de enero en Washington, los ejecutivos
de las mayores corporaciones dedicadas al procesamiento y la exportación
de productos del agro a nivel mundial, como Cargill y CoBank, así como
las asociaciones nacionales de productores de granos, pollo y productos
lácteos, decidieron crear la Coalición Agrícola EEUU–Cuba (USACC, por
sus siglas en inglés), la cual es presidida por Devry Boughner Vorwerk,
que funge como directora de Relaciones Internacionales de Negocios de
Cargill.
Como muestra del sumo interés de USACC por el mercado cubano, en los
primeros días de marzo cerca de 100 empresarios representantes de las 30
mayores empresas norteamericanas dedicadas a la fabricación de alimentos
visitaron Cuba por espacio de una semana. La delegación estuvo
encabezada por la alta ejecutiva de Cargill que ostenta el cargo de
presidenta ejecutiva de la Coalición.
Durante su breve estancia en la Isla, los visitantes sostuvieron
conversaciones con funcionarios de la cancillería cubana, directivos del
Ministerio de la Agricultura y del grupo empresarial AZCUBA, y
realizaron una visita de cortesía a la Asociación Nacional de
Agricultores Pequeños (ANAP). El viaje posibilitó que los empresarios
norteamericanos visitaran empresas y cooperativas agropecuarias de las
provincias Mayabeque, Artemisa y Pinar del Río.
Tiene mucho peso el cabildeo de USACC dentro del Congreso
estadounidense, actualmente dominado por los republicanos.
Entre los integrantes de USACC encuentran Michael Espy y John Blog, que
fungieron como secretarios de Agricultura en los gobiernos de los
presidentes Ronald Reagan y William Clinton, respectivamente.
Tom Vilsack, actual secretario de Agricultura, manifestó en enero que el
Gobierno de Obama es partidario de poner fin al embargo, dado que
favorecería la exportación de alimentos a Cuba
En un artículo publicado en el diario Juventud Rebelde, el periodista
Enrique Milanés León se refirió las opiniones de algunos de los
integrante de ASACC, pero en particular resaltó lo expresado por
Boughner Vorwerk: "Mientras sus competidores están presente en Cuba, los
agricultores norteamericanos tienen las manos atadas por culpa de su
propio gobierno".
Todo indica que el periodista de Juventud Rebelde no estaba autorizado
para aclararle a la Sra. Boughner Vorwerk que en los últimos 14 años
muchas empresas norteamericanas, entre ellas la Cargill, en la que ella
ostenta un alto cargo, han vendido miles de millones de dólares en
alimentos a Cuba y que los que sí han estado y están con las mano atadas
son los empresarios cubanos que no pueden vender a su vecino norteño ni
tan siquiera una libra de azúcar o café, una botella de ron, o los muy
demandados habanos.
La actual situación de la altamente ineficiente agricultura cubana es
desastrosa: centenares de empresas agrícolas y cooperativas
agropecuarias en quiebra total y cientos de miles de hectáreas de
tierra cultivable cubiertas de hierbas y marabú(de las 6 millones de
hectáreas de tierra aptas para el cultivo solo está en explotación el 50%).
Ante tal desastre, la presencia en el mercado cubano de las empresas
agrícolas norteamericanas, con su alta capacidad productiva y su
competitividad, debido a que todas son subsidiadas, llevaría
irremediablemente a la colonización de la agricultura cubana.
Resulta una falsedad, pura propaganda política y demagogia la cacareada
campaña oficial por la soberanía alimentaria. Tal soberanía hay que
entenderla como la política aplicada en la agricultura del tan
anunciado, pero aún no cumplido, Programa de Desarrollo Sostenible y
Seguridad Alimentaria.
El Gobierno cubano es responsable de proteger el mercado doméstico
contra los productos excedentarios que se venden más baratos en el
mercado internacional, pero hasta ahora no ha cumplido esa responsabilidad,
¿Qué ha sucedido realmente en todos estos años con la compra de
alimentos a los EEUU?
Con tan desigual y lesivo comercio, el Gobierno cubano se ha convertido
en cómplice de las empresas norteamericanas exportadoras de alimentos
que aplican inmisericordemente el dumping (venta por debajo de los
costos de producción) en el comercio internacional.
El Gobierno cubano ha sido desleal con sus partners de México,
Argentina y Brasil, que ante tan desigual competencia, se han visto
imposibilitados de venderle a Cuba alimentos a precios más bajos, por no
correr el riesgo de sufrir grandes pérdidas económicas.
¿Es esa la "solidaridad" y "hermandad" del régimen de La Habana con sus
aliados de Unasur y la CELAC?
Source: ¿De qué soberanía alimentaria hablan? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1427473231_13625.html
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