¿Cuán electrificado está el país?
HÉCTOR REYES | La Habana | 27 Ago 2015 - 6:31 am.
Las estadísticas del Gobierno no se corresponden con la realidad de
muchas áreas rurales.
A finales de los años 50 en poblados de la antigua provincia de Las
Villas —actual Villa Clara, Santi Spíritus, Cienfuegos y sur de
Matanzas—, no había llegado la electricidad. Los habitantes solo
contaban con pequeñas plantas que les daba unas horas de fluido
eléctrico de muy baja calidad.
Antes de 1959 la generación eléctrica era de 475,6 megawatios, y llegaba
solo al 60% de los hogares, la mayoría en las grandes ciudades. Según
datos oficiales, esta cifra "se ha multiplicado por más de diez en los
últimos años". Aunque aún quedan zonas no electrificadas.
El periodista Elio Delgado, en su artículo Electrificación de Cuba,
realidad ignorada, asegura que "Hoy llega a más del 96 por ciento y en
muchos lugares, donde por lo intrincado no ha sido posible llevar el
Sistema Eléctrico Nacional, se han buscado otras alternativas, como
paneles solares, mini y micro-hidroeléctricas, para mejorar la calidad
de vida de los pobladores".
¿Cuánto será en números reales ese 4% faltante; y de cuántos hogares se
trata? ¿Inflará el Gobierno la estadística para asombrar a la opinión
pública mundial?
Otro artículo asegura que la empresa Ecosol Energía "electrificó 544
viviendas, 1.882 salas de televisión comunitaria y 467 consultorios
médicos, 5.543 sistemas en escuelas y 150 círculos sociales situados en
regiones rurales montañosas".
Esto, a nivel nacional. Mientras, el 4% continúa inamovible. Amén que
las estadísticas muestran que la prioridad gubernamental no se enfoca
principalmente en los hogares.
El tema de la electrificación en Cuba es, parafraseando a Delgado, una
"realidad ignorada" sobre todo por el capitalino y la casta gobernante.
Pues la desatención eléctrica que sufren las zonas rurales de la
provincia cubana es harto conocida para quienes nos movemos por sus trillos.
En la Península de Guanahacabibes, en el extremo occidental, residen al
menos cinco familias. Una de estas, conocida como "los Chichas", vive en
un bohío sin electricidad. A uno tres kilómetros, el Hotel María La
Gorda es todo un resort despilfarrador de energía.
Al este, en Holguín, el municipio de Sagua de Tánamo presenta el menor
índice de electrificación. César Sarmiento, especialista de inversiones
de la empresa eléctrica en la región, argumenta que "los elementos que
influyen en el atraso del plan de electrificación son la falta de
insumos, aditamentos y accesorios".
Al sur de Sancti Spíritus, al menos 27 familias viven en las márgenes
del río Guanayara, en el Circuito Sur, en casas y ranchos entre el
litoral y la carretera. Muchos allí tomaron la tierra por el Decreto ley
300, que además de requerir hacer producir sus parcelas, insta a los
campesinos a que se muden a estas estancias.
Ninguno de estos hogares tiene acceso a electricidad a través del
sistema electroenergético nacional, y lo más sarcástico es que el
cableado se encuentra sobre la carretera, a escasos dos kilómetros del
más distante, encontrándose el más cercano justo bajo los postes, entre
la carretera y la playa. Esta casa específicamente posee un sistema
eólico importado por un turista.
"Hemos enviado cuatro cartas al Consejo de Estado, y hasta ahora no
hemos obtenido respuesta", comenta un ranchero. "Nos dedicamos a la
ganadería y ciertamente algunos no vivimos aquí porque el problema de la
electricidad sigue sin resolverse. Ganas no faltan de tirar cables desde
los transformadores".
Un internauta cuenta como un caserío entre Yaguajay y Mayajigua
—provincia de Sancti Spíritus—, "hasta mediados de la década de los 80,
no tenía tendido eléctrico y dependían de un viejo generador, propiedad
de uno de los residentes para poder tener alumbrado por unas horas. […]
Habían hecho incontables peticiones al Poder Popular, el PCC local y la
Empresa Eléctrica para que les tiraran un cable, a pesar de que solo
estaban a menos de 1 km de la carretera (Circuito Norte). Después de
demoras y esperas, decidieron reunir dinero entre todos y pagarle a unos
linieros para que, usando los recursos y equipos de la empresa a título
personal, les tiraran la línea hasta el caserío. Gracias a la gestión
personal de sus habitantes al fin lograron tener electricidad."
Historias como esta se repiten en la provincia. Mabujina, poblado del
sur de Villa Clara, tuvo una experiencia parecida, con otro final, y un
intermedio violento. Allí los lugareños vendieron sus cosechas. Talaron
los palos para hacer postes, y compraron el cableado y transformadores
para llevar la electricidad a sus hogares. El Gobierno envió soldados y
tumbaron los postes, cortaron los cables y decomisaron los equipos.
La provincia cubana, desde el Cabo de San Antonio hasta la Punta de
Maisí, presenta zonas pobladas sin electrificar. Repito, ¿qué cantidad
de cubanos sin energía eléctrica encierra ese 4% que declara el
Gobierno? ¿Hasta cuándo la falta de insumos, aditamentos y accesorios,
junto a la burocracia que nos rodea, influirán en la postergación de
soluciones?
Source: ¿Cuán electrificado está el país? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1440336566_16493.html
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