Las empresas españolas toman posiciones en Cuba ante la inminente
avalancha de EEUU
26 de mayo de 2016 | 6:05 PABLO BRONTE
Uno de los mensajes que ha transmitido el Gobierno de Cuba a los
representantes de la Cámara de Comercio de España es que el país "no va
a olvidar a las empresas que estuvieron de su lado en los años
difíciles, en los años 90'", según el director internacional del
organismo español, Alfredo Bonet.
Además, Cuba prefiere controlar la llegada de las empresas americanas y
no priorizarlas frente a las del resto del mundo, asegura en
declaraciones a SABEMOS.
La institución comercial española acaba de organizar un encuentro con
sus homólogos cubanos, como parte de una cooperación empresarial que
comenzó en 1985. Porque no hay que olvidar que las compañías españolas
ya están en Cuba, lo que supone una gran ventaja competitiva frente a la
"avalancha" que se prevé de firmas norteamericanas.
Aunque Cuba se haya "puesto de moda" gracias a la reconciliación con
EEUU, cuenta Bonet, hay más de 200 empresas españolas que llevan "muchos
años" en la isla.
De hecho, la mayoría de los hoteles de 4 y 5 estrellas están operados
por cadenas españolas, que apostaron por el país caribeño desde el siglo
pasado incluso pese a que su entrada en Cuba podía complicar sus
negocios en Estados Unidos.
A los hoteles se les suman en esta república los proveedores de estos
establecimientos, que en muchos casos también son españoles. Pero además
del turismo hay empresas de todo tipo que han visto en Cuba un mercado
con grandes oportunidades. Entre las firmas españolas que están en el
país americano también hay compañías energéticas y algunas dedicadas a
la industria, en general, tal y como explica Alfredo Bonet.
Y más que van a llegar. La reunión del Comité Empresarial Cuba-España
que se celebró la semana pasada ha servido para pulsar el creciente
interés de las empresas españolas en Cuba. Además de los responsables de
la Cámara de Comercio de España y del secretario de Estado de Comercio,
Jaime García-Legaz, en la delegación ibérica también había
representantes de 70 empresas españolas de todos los tamaños y formas,
que van desde las productoras de máquinas para hacer zumo a grandes
eléctricas.
La variedad de las interesadas en entrar en el mercado cubano viene
determinada por las necesidades generalizadas del país.
Campos de batalla
"Cuba es un mercado que tiene muchas posibilidades porque hay mucho por
hacer. Hay un potencial enorme", apunta Alfredo Bonet. La joya de la
corona es el turismo, puesto que el país debe aumentar su capacidad
hotelera para incrementar su actual saldo de visitantes, que asciende a
3,5 millones de personas al año.
Junto a las hoteleras llegan las constructoras que tienen que levantar
estos establecimientos. Pero la escasez de infraestructuras no se limita
a las camas para pernoctar: en Cuba también hacen falta viviendas y,
sobre todo, infraestructuras de transporte, según Bonet, desde los
ferrocarriles a las carreteras. "Los cubanos tienen un enorme interés en
desarrollar su sistema de puertos", añade el responsable de Cámara de
Comercio de España, "para volver a tener una posición de privilegio en
el Caribe".
En la lista de inversiones prioritarias para el Gobierno de Cuba también
está la energía, dado que el país insular tiene una alta dependencia del
crudo, que le llega fundamentalmente de la Venezuela chavista. Para
contrarrestar esta vulnerabilidad, el Ejecutivo de la isla ya ha puesto
en marcha los primeros proyectos de energía eólica y solar, avanza
Alfredo Bonet.
Pero Cuba tiene también una fuerte dependencia en otro campo, el de la
alimentación. El país importa aproximadamente el 70% de la comida que
consume, de acuerdo con las cifras que maneja Bonet. Por lo tanto, el
Gobierno también está buscando empresas extranjeras que inviertan en su
industria alimentaria.
Cuba ofrece un amplio abanico de inversión, antes de que las empresas
estadounidenses se comiencen a interesar en los proyectos de desarrollo
de la isla.
Deshielo
Aún hay margen de maniobra. Pese al acercamiento político de Cuba y
Estados Unidos, las empresas americanas no han comenzado todavía a
desembarcar en el país.
"Ahora mismo no existe comercio de bienes y servicios entre EEUU y Cuba,
salvo algunos cruceros que llegan a la isla. El grueso de la
liberalización no se ha producido ni se va a producir a corto plazo",
vaticina Bonet.
El levantamiento del embargo de Estados Unidos al régimen de Raúl Castro
depende del Parlamento y no del presidente de la Unión, Barack Obama.
Por lo tanto, resume Alfredo Bonet, todavía queda una temporada de calma
en Cuba. Aunque el fin del bloqueo comercial produzca una "avalancha" de
empresas norteamericanas, cuando lleguen se van a encontrar a algunas
compañías extranjeras ya posicionadas en el mercado.
Es la consecuencia de una política comercial aperturista que comenzó en
2014, cuando el Gobierno cubano aprobó una nueva legislación sobre
inversiones extranjeras. En ese año echó a andar la Zona Especial de
Desarrollo de Mariel, un área de ensayo para la economía de mercado que
va a actuar de polo de atracción de empresas -especialmente,
tecnológicas-, de forma similar a algunas áreas de China como Shenzhen,
con una regulación económica más laxa.
Precisamente detrás de China y de Venezuela se encuentra España en la
lista de principales exportadores a Cuba, con 1.000 millones de euros en
bienes enviados a la isla en el año pasado. "Es una cifra considerable,
y no es el resultado de grandes operaciones sino de muchas exportaciones
pequeñas", detalla Bonet.
La reciente reestructuración de la deuda de Cuba con España y la
apertura de líneas de crédito oficial a las empresas interesadas en
entrar en el país caribeño no hacen sino pavimentar el camino a la
exportación con rumbo a La Habana y facilitar que más compañías todavía
se animen a cruzar el charco.
"No tenemos que engañarnos, queda muchísimo por hacer. Se van a dar
pasos poco a poco, no va a haber una explosión; es un proceso
progresivo", indica Alfredo Bonet, quien también insiste en que la
llegada de competición desde Estados Unidos no va a ser tampoco
drástica, a tenor de los contactos que han podido tener con las
autoridades cubanas.
"El mensaje del Gobierno cubano es que el Ejecutivo no va a olvidar a
las empresas que estuvieron de su lado en los años difíciles, en los
años 90'. El Gobierno tiene interés en controlar el acceso de empresas
americanas al mercado, no priorizar a las compañías estadounidenses",
resume. "Nosotros tenemos que sacar partido de esta situación", concluye.
Source: Las empresas españolas toman posiciones en Cuba ante la
inminente avalancha de EEUU - Sabemos Digital -
http://sabemos.es/2016/05/26/empresas-espanolas-cuba-avalancha-eeuu_18181/
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