Es un 'problema político': El PCC desmonta una protesta de campesinos
contra Cubatabaco
OSMEL RAMÍREZ ÁLVAREZ | Holguín | 25 de Abril de 2017 - 11:32 CEST.
El conflicto entre la estatal Cubatabaco y los productores de Mayarí,
Holguín, continúa. Como soy veguero, formo parte de la controversia. Por
suerte, también hago periodismo alternativo y puedo dar a conocer esta
injusticia.
Gracias a una mancha misteriosa (bautizada como "pintadilla") que
aparece desde hace un año en las hojas de las plantas y ha causado
grandes estragos en la producción de capas, hemos detectado un gran
abuso en el precio que paga el Gobierno por el tabaco de tercera, que
solo da tripa y capotes, los otros dos ingredientes de los puros y los
cigarros.
Normalmente los campesinos nos esforzamos y obtenemos poco tabaco
considerado de tercera. Hasta que apareció la pintadilla, ni siquiera
notábamos el injusto precio que tenía ese producto, que aun siendo el de
menos calidad, da pingües ganancias y es totalmente útil en la industria.
Resulta que el costo de producción de un quintal de tabaco es 850 pesos
y el precio al que se paga el de tercera es de solo 292 pesos. Algo
absurdo pues es alrededor de un tercio de lo que cuesta conseguirlo.
Es claramente un abuso. El campesino tiene que perder dos tercios de lo
que invierte como parte de una supuesta política para estimular la
producción de capas de exportación, y el Estado coge ese quintal de
tabaco de tercera, ese mismo que deprecia, y fabrica 5.000 cajas de
cigarro, que luego vende al pueblo a siete pesos, con lo que gana 35.000
pesos. Aun así las autoridades se niegan a pagar un precio de 1.500
pesos, que le dé una ganancia justa al campesino, y con el cual el
Gobierno continuaría teniendo ganancias astronómicas del 2.000%.
Después de varios intentos fallidos por ser escuchados en nuestras
reclamaciones, logramos una reunión. Es de señalar que no estuvo
presente el director de la empresa Cubatabaco, quien envió en su lugar a
varios funcionarios, incluso llevaron a dos especialistas de calidad de
la dirección provincial.
Como es costumbre, no vinieron a Mayarí a escuchar a los campesinos en
sus insatisfacciones para detectar cualquier falla de la empresa y luego
canalizar su posible solución, de ser realmente una injusticia. Se
personaron con un solo objetivo: explicarnos cómo funciona la compra y
repetir que ese precio, que hasta un ciego ve que es injusto, "es el que
es"; que ellos "cumplen con lo establecido por el nivel superior", y que
"los especialistas a nivel nacional lo determinaron así porque con
seguridad ellos son los que saben y tienen los elementos para hacerlo".
Por supuesto que la protesta y la inconformidad fueron masivas,
desnudando la injusticia punto por punto y rebatiendo argumentos banales
que intentaban camuflar el abuso del monopolio estatal.
Los enviados de Cubatabaco dijeron entender nuestra posición, pero
afirmaron que ellos no podían resolver el problema, pues es "competencia
del nivel central". Se comprometieron a elevar hasta esas instancias
nuestra problemática, mientras nosotros acordamos por unanimidad que la
cooperativa no vendería tabaco mientras no se resolviera el problema del
precio injusto. La presidenta del Consejo Popular nos apoyó enérgicamente.
"Es una huelga"
¿Qué pasó en los días siguientes? Lo esperado. Todo el entusiasmo y la
comprensión terminó cuando el Partido Comunista comenzó a presionar con
el clásico cliché del "problema político".
La presidenta de la cooperativa fue regañada por el PCC y el delegado de
la Agricultura. Le ordenaron no detener la entrega de tabaco porque "la
economía nacional no puede esperar" y, si se detiene, "desde el punto de
vista político es una huelga", le dijeron. Además, le prometieron una
solución satisfactoria de forma retroactiva.
Otro método que utilizaron fue el de "divide y vencerás". Visitaron a
los campesinos sin afectaciones y les dijeron que debían entregar ellos,
ya que no eran parte del problema, apelando a la necesidad que tienen de
recibir rápidamente su pago. Ahora, una vez hechas las entregas, nada se
resuelve y dicen abiertamente que las cosas serán como siempre.
En mi caso, entre el tabaco que tuvo la mancha y el que la tuvo menos,
me promedió a 900 pesos el quintal, ¡una miseria! Cuando entre la
cooperativa y el fisco me descuenten el 8%, solo me quedará recoger la
inversión que hice (850 pesos por quintal). Cero ganancias, luego de
seis meses trabajando sin parar, estresadísimo porque es un cultivo
intensivo y muy delicado, y arriesgando mi inversión.
Ahora, ¿cómo resuelvo mis problemas y mantengo mi familia? Al Gobierno
no le importa. A mi lado otro campesino vendió 30 quintales y solo
cuatro se lo pagaron a 1.390 pesos; el resto, a 292 pesos. Salió incluso
peor que yo y debe mucho más al banco, que será implacable.
"No sé qué voy a hacer, debo más de 30.000 pesos de casas de cura. Este
tabaco lo cuidé excelentemente, sin embargo está manchado; pero lo peor
es que le sacarán lo mismo que si estuviera sin manchas y me lo pagan
como basura", dijo.
Así sucede con decenas de campesinos y todo el mundo es consciente de la
injusticia. Sin embargo, es ilegal protestar y reclamar al Estado por
nuestros derechos.
Al parecer, asumen que esta sociedad es la más justa posible y no
"necesita" mecanismos para canalizar y subsanar las fallas y abusos. Es
casi un chiste, porque no solo es un hecho que no existe sociedad
perfecta, también lo es que bajo la Revolución se han cometido los
mayores errores de nuestra historia, que aún cobijan grandes atropellos.
Source: Es un 'problema político': El PCC desmonta una protesta de
campesinos contra Cubatabaco | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1492681759_30516.html
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