Oscar Espinosa Chepe
LA HABANA, Cuba - Abril (www.cubanet.org) - En su artículo "Apuntes para una información incompleta", del 22 de marzo, Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, desafortunadamente, como en otras ocasiones, sólo brinda su versión, y deja a los lectores a merced de su conocida "imparcialidad".
El motivo ha sido una crónica de una agencia de prensa española sobre la visita realizada a cosecheros de tabaco en Pinar del Río, donde, según Granma, se juzga incorrectamente que "…las jornadas de nuestros hombres de campo son extenuantes y mal remuneradas". De todas formas, de la información publicada se derivan algunas preguntas que sería de utilidad que el vocero gubernamental aclarara.
Resulta evidente que cualquier actividad laboral agrícola es fatigosa y extenuante, mucho más si es realizada en el trópico bajo el quemante sol. A lo cual se agrega, en nuestras condiciones actuales, una escasez de recursos siempre constante, capaz de desanimar hasta al Cándido de Voltaire. De ello se puede concluir que la calificación dada a la naturaleza del trabajo que efectúan los obreros agrícolas cubanos en el cultivo y recolección del tabaco en modo alguno es errada.
Por supuesto, podrían añadirse labores agrarias aún más penosas, como son, sin lugar a dudas, las relacionadas con la caña de azúcar, en las cuales el salario percibido es todavía inferior al obtenido en las relativamente priorizadas faenas tabacaleras.
En cuanto a que los obreros simples son mal remunerados por el trabajo, el propio Granma, en su artículo, se encarga de corroborar lo apuntado en la crónica que critica, al señalar que "…reciben alrededor de 18 pesos y 35 centavos de peso convertible (CUC) diariamente, si cumplen con la jornada".
Para obtener un CUC, oficialmente un ciudadano tiene que pagar 25 pesos corrientes, de lo cual se deriva que por una jornada de trabajo en el tabaco un trabajador simple recibe un equivalente de 1.07 CUC. Hay que señalar que un jabón de lavar es vendido en las tiendas del estado en 45 centavos de CUC, por lo que debe emplearse casi media jornada para poder lavar la ropa.
Claro, si el obrero quisiera adquirir artículos de producción nacional, como un litro de aceite comestible (2.15 CUC), un kilogramo de pollo (2.75 CUC) o un kilogramo de leche en polvo (5.75 CUC) podría deducirse con facilidad la obligatoriedad de emplear varias jornadas para satisfacer la necesidad del obrero y su familia de cualquiera de esos artículos, imposibles de cumplimentar actualmente con los productos subvencionados vendidos en el marco del racionamiento.
De lo anterior se deduce que lo apuntado sobre la mala retribución de los trabajadores tabacaleros cubanos es lamentablemente cierto. En caso de que la intención del articulista de Granma fuera señalar que los obreros tabacaleros por día de labor reciben un ingreso de 18.35 CUC, equivalentes a 458.75 pesos corrientes diarios, esto sería absurdo, en un país donde un cirujano especialista de primer grado recibe un salario mensual de 573 pesos corrientes, o sea, 22.92 CUC.
En realidad, como citamos con anterioridad, dentro de la extrema precariedad presente en Cuba, la actividad tabacalera ha tenido determinada prioridad en la asignación de recursos. Así, también ha disfrutado de ciertos incentivos, inexistentes en otras áreas de la agricultura. Algunas áreas han sido entregadas en calidad de usufructo a cosecheros privados, y como casi única excepción en la agricultura cubana se ha permitido que la mayor parte de la producción de la solanácea esté en manos privadas. Además, han sido establecidos ciertos pagos a los cosecheros, y en menor escala a los trabajadores, en moneda convertible, como estímulo al avance del exigente y especializado cultivo.
Hay que recordar que el tabaco es un rubro esencial en las deprimidas exportaciones cubanas. Como promedio, representó en el período 1999-2004 el 11.6% de las ventas totales al exterior, con un mercado relativamente sólido, y ocupa el tercer lugar en importancia dentro de los fondos exportables, detrás del níquel y los productos de la industria azucarera. Tampoco puede soslayarse la existencia de fuertes vínculos de negocios del estado cubano con importantes consorcios extranjeros, lo cual ha significado mayor acceso a recursos, a la vez que significativos compromisos con el desarrollo de la producción.
La priorización del tabaco, con los mencionados estímulos y la creciente participación del sector no estatal en la producción, permitió determinada recuperación de los niveles productivos (ver Cuadro) que a causa de la crisis cayeron en la primera parte de los años 1990 en un 43% respecto al promedio del período 1986-1990. De todas formas, a pesar de la relativa mejoría registrada, todavía no han podido alcanzarse los volúmenes precrisis cosechados.
Producción de tabaco
Período | Producción anual promedio (1) | Relación 1986/90=100 | Producción anual promedio (2) sector no estatal | Relación en % (2) / (1) |
1971/75 | 39.0 | 95.1 | 32.0 | 82.0 |
1976/80 | 35.3 | 86.1 | 27.5 | 79.0 |
1981/85 | 44.0 | 107.3 | 32.0 | 73.0 |
1986/90 | 41.0 | 100.0 | 30.4 | 74.1 |
1991/95 | 23.3 | 57.0 | 18.7 | 80.2 |
1996/00 | 32.6 | 79.5 | 30.0 | 92.0 |
2001/04 | 31.0 | 75.6 | 30.0 | 97.0 |
Unidad: miles de toneladas
Fuentes: Comité Estatal de Estadísticas, Oficina Nacional de Estadísticas
Llama la atención en el artículo de Granma la referencia a la "tensa" situación de muchos campesinos españoles. No hay que dudar la existencia de problemas en el agro ibérico. ¿En qué país no hay problemas económicos y sociales por resolver, en especial en la agricultura? Lo interesante es que Granma la tome con España, una nación que desde que pacíficamente se liberó del franquismo ha tenido un crecimiento de su Indice de Desarrollo Humano que la ubica prácticamente entre los 20 puestos de las sociedades más avanzadas del planeta en materias económicas y sociales.
Sería más provechoso para Cuba que Granma dedicara sus esfuerzos a denunciar el caótico escenario nacional, y se abstuviera de buscar la paja en el ojo ajeno, cuando se tiene una viga en el propio. De paso dejaría de hacer el ridículo.
http://www.cubanet.org/CNews/y06/apr06/05a7.htm
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