Piden poner fin a las restricciones en los viajes a Cuba
HELENA POLEO
El Nuevo Herald
La Unión Americana de Derechos Civiles (ACLU en inglés) de la Florida se
unió a otras filiales de la organización en el país en una demanda al
gobierno de EEUU que pide un fin a las restricciones de viajes a Cuba
impuestas en el 2004 por la administración de George W. Bush.
''Las restricciones son una violación de los derechos humanos'', aseveró
Howard Simon, el director ejecutivo de la ACLU de la Florida, durante
una conferencia de prensa en la sede de Movimiento Democracia en Miami.
``La capacidad de los cubanoamericanos de visitar a sus parientes en
Cuba durante los momentos cruciales, como visitar a un pariente en el
hospital o asistir a un funeral, son importantes para mantener a una
familia unida''.
La querella a la que se adscribió la sucursal floridana de la ACLU se
presentó en el tribunal federal de Vermont en marzo, y alega que las
restricciones de viajes son inconstitucionales, pues violan los derechos
de los cubanoamericanos a mantener lazos estrechos con sus familiares en
la isla. Además, continúa el documento, viola el derecho a igual
protección bajo la ley, ya que el gobierno estadounidense hace
excepciones a esta norma sólo si la persona que se visita en la isla no
es cubano.
La demanda se refiere a las restricciones impuestas en el 2004 por el
gobierno estadounidense, que restringen los viajes de los
cubanoamericanos a la isla a visitar familiares directos, y sólo una vez
cada tres años.
Baltasar Martín Garrote, de 53 años, afirmó que no sabe si volverá a ver
a su madre de 85 años, quien vive en la isla y sufre de leucemia.
Martín, nacido en Cuba pero nacionalizado estadounidense, señaló que
visitó a su madre en el 2007 y, debido a las limitaciones existentes, no
podrá volver hasta el 2010.
''Espero que pueda durar hasta entonces, pero por su condición, no sé si
podrá'', afirmó el hombre, visiblemente emocionado, durante la
conferencia. ``Este es un drama real. Hay muchísimos cubanos como yo con
familiares enfermos que no han podido ir a verlos''.
Beth Boone, de 46 años, se quejó de que por las restricciones de viajes
a la isla, su hijo, de 3 años, no puede visitar a su padre ni a su
familia paterna con la frecuencia que desean. Ambos viajaron a la isla
en el 2007.
''Mi hijo tendrá seis años la próxima vez que vea a su padre y a su
abuela'', aseveró Boone.
Ramón Saúl Sánchez, el presidente de Movimiento Democracia, criticó las
restricciones a los viajes, y afirmó que la medida castiga a las
familias cubanas, a la vez que ayuda a mantener el régimen de Fidel Castro.
''Salir y entrar de tu país es un derecho innato'', acotó el activista.
``El paquete de sanciones puestas en efecto por el presidente Bush en el
2004 ha resultado en daños a las víctimas del régimen, y no al régimen
en sí''.
Sánchez agregó que las medidas han impulsado el aumento del tráfico
humano entre la isla y la Florida.
La ACLU presentó la demanda en nombre de un estadounidense y su esposa
cubana cuando ellos no pudieron viajar a la isla para celebrar su
matrimonio con la familia de ella. En la querella también figura un
cubano cuya tía está muriendo, pero no puede ir a visitarla porque no es
considerada familia inmediata.
Este 28 de mayo, el tribunal en Burlington, Vermont, celebrará una
audiencia sobre el caso, agregaron los abogados.
La administración de Bush no ofreció comentario sobre la querella, pero
recientemente, el congresista republicano de Miami Lincoln Diaz-Balart
afirmó que la administración piensa mantener las restricciones.
''No podemos mantener el embargo de turismo [estadounidense] si abrimos
los viajes para los cubanoamericanos a la isla'', aseveró Diaz-Balart
recientemente en una entrevista con El Nuevo Herald. ``¿Cómo puedo pedir
a mis colegas que mantengan un embargo en el que sus electores no pueden
viajar a Cuba pero los míos sí?''
hpoleo@elnuevoherald.com
http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/cuba/story/212868.html
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