Pequeños productores cañeros mejoran sus salarios
By ANDREA RODRIGUEZ / AP
MATANZAS
Wilfrido Nuñiz trabaja duro y está ahora más contento que nunca. En tres
años quintuplicó su salario haciendo lo mismo de toda su vida:
desempeñándose como productor cañero, un sector histórico en la isla que
pasó por épocas duras pero ha sabido adaptarse a los tiempos modernos.
Las autoridades cubanas revelaron esta semana que en el 2008 se
produjeron 1.4 millones de toneladas de azúcar (contra los 1.2 millones
de toneladas en la zafra precedente), cantidad que esperan mantener en
esta temporada.
''Creo que antes no sabíamos hacer las cosas. Había riego, combustible,
maquinaria, pero ahora estamos produciendo más'', comentó Nuñiz, durante
un recorrido de periodistas por el corazón cañero de la isla, la
provincia de Matanzas a unos 200 kilómetros de la capital.
¿El cambio? Un programa que formó parte de la reestructuración y por el
cual los hombres comenzaron a ganar un salario de acuerdo con lo que
producían de caña y --sin dejar de dedicarse mayoritariamente a la
gramínea-- se les autorizó a usar algunas parcelas para cultivos varios
que ellos podrían también comercializar por su cuenta.
Al mismo tiempo, se buscó ''humanizar'' el trabajo de estas personas con
planes de ''reanimación'' del sector: educación, incremento de los
niveles de electrificación e infraestructura.
''Antes esto era sólo caña y para conseguir alimentos había que
inventar'', indicó el campesino al narrar que recientemente tuvieron
buenas cosechas de boniato, frijoles, calabaza, yuca, coco y una sabrosa
piña que ofreció a la reportera.
Nuñiz, de 50 años de edad, nació en la zona y lo ha visto --o le
contaron-- todo sobre la caña de azúcar.
Por ejemplo, la época en que su lote (una parcela que cuenta con 134
hectáreas y es atendida por 11 trabajadores) era una finca privada que
contrataba braseros pobres para recoger caña a mano --ahora el proceso
es mecanizado--. Pasando por la expropiación de la tierra y la
constitución de la cooperativa (Unidad Básica de Producción Cooperativa,
o UBPC) ``España''.
Estas cooperativas diseminadas por todo el país fueron una iniciativa de
comienzos de los 90, cuando el gobierno entregó tierras estatales a
campesinos en usufructo para que las administraran e hicieran producir.
El lote de Nuñiz --hay tres similares en su UBPC-- y sus 10 compañeros
tiene ahora 97 hectáreas dedicadas a la caña y el resto sembrado con
cultivos varios.
La reestructuración del sector comenzó en el 2002 con el cierre de 95
centrales improductivos y se extendió poco a poco a todo el país y a
cada área, buscando amortiguar el impacto social en el personal
excedente y apostando por un incremento de los rendimientos de caña por
hectárea.
''En 2006 ganábamos 278 pesos cubanos mensuales, en 2007 unos 302 pesos
cubanos más ocho pesos convertibles (con cambio a divisa extranjera unos
$8.64) de estímulo y en 2008 sacamos 615 pesos cubanos más 30 pesos
convertibles ($32)'', explicó Nuñiz mientras mostraba un enorme mural
atiborrado de cifras.
El salario promedio de un cubano es 414 pesos cubanos ($19), aunque
muchos trabajadores reciben ''estímulos'' o sobresueldos en pesos
convertibles (CUC), una moneda también emitida por la isla pero que
puede equipararse con dólares. Un CUC equivale a $1.08.
Desde esta perspectiva Nuñiz obtuvo en el 2008 unos 1,300 pesos cubanos
cada mes, cinco veces más que sus ingresos del 2006 y tres veces un
sueldo promedio.
Según el propio Nuñiz, la mejor paga fue lo que motivó un mejor
rendimiento: inicialmente el lote producía 55.5 toneladas por hectárea y
en el último año generó 61.3 toneladas por hectárea.
''Estamos dando el paso al frente'', agregó orgulloso, mientras con su
sombrero ''guajiro'' se espantaba el intenso calor tropical.
Según el reporte de la Oficina Nacional de Estadística, la producción de
azúcar sin refinar en el 2008 alcanzó los 1.4 millones de toneladas en
180 días de zafra con un rendimiento de 41 toneladas por hectárea y las
exportaciones de la industria fueron de apenas $250 millones.
Las cifras están lejanas de aquellas de los años 80, cuando no se bajaba
de los 7 millones de toneladas de azúcar y esta agroindustria era el
motor de la economía de Cuba.
En esa época, sin embargo, se usaban fertilizantes, métodos de riego y
pesticidas suministrados a bajo costo por la Unión Soviética,
combustible subsidiado y había un mercado garantizado, pues Europa del
Este compraba toda su producción.
En los 90, tras el desmoronamiento de los aliados comunistas, todo eso
se terminó. Los cubanos comprobaron que el mercado internacional era muy
distinto, que los costos de producción eran más altos que las ganancias
y hubo que adaptarse a una nueva realidad.
''En el 2002 tuvimos que hacer lo que todo el mundo y adecuarnos a los
precios y a las condiciones'' del mercado internacional, comentó el
viceministro del Ministerio del Azúcar (Minaz), José Carlos Santos.
A su lado Liobel Pérez, director de comunicaciones del Minaz, tampoco
ocultó los motivos de la reestructuración. ''Teníamos una industria
sobredimensionada'', comentó.
Se espera para los próximos años que se superen algunas deficiencias
como el riego y la entrega de insumos sobre todo fertilizantes y pesticidas.
Pequeños productores cañeros mejoran sus salarios - Cuba en español -
MiamiHerald.com (11 July 2009)
http://www.miamiherald.com/1321/v-fullstory/story/1137007.html
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