Por Jaime Suchlicki
Análitica
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Fidel Nuñez
Analista
Jefe de Buró
Latinoamérica
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Agosto 22, 2009
Las recientes declaraciones del general Raúl Castro, así como sus
decisiones administrativas, indican que en Cuba existe una total
preeminencia de los militares y que el Partido Comunista ha quedado
relegado a una capacidad supervisora. Las últimas decisiones las ha
hecho la pequeña gerontocracia militar que rodea a Raúl Castro.
GENERALES EMPRESARIOS S.A.
El Sexto Congreso del Partido Comunista ha sido aplazado
indefinidamente; las tiendas han sido confiadas a Gaviota, la empresa
militar encargada de llevar a los turistas por toda la isla; más
negocios estatales están en manos militares.
Raúl confía más en sus camaradas militares que en los burócratas del
Partido. En los difíciles días que se avecinan, tienen que prevalecer la
disciplina, la productividad y la eficiencia. El régimen cubano está
dependiendo más en la represión para sofocar la creciente inconformidad
de los cubanos.
Pero, ¿a qué se deben este repentino cambio y nuevas medidas de
austeridad? Una explicación estriba en los precios declinantes de las
exportaciones de Cuba, primordialmente el níquel, y la reducción de los
envíos monetarios de los cubano-americanos. También está agotado el
fervor revolucionario, hay baja productividad, corrupción creciente y
mal generalizado en la sociedad cubana.
No obstante, quizás el motivo principal del aumento de la militarización
es la posibilidad de que se reduzcan los embarques de petróleo
venezolano a la isla. La generosidad venezolana puede estar declinando.
Chávez puede haber notificado a Raúl que pudiera reducirse en el futuro
el nivel insostenible de la ayuda venezolana a Cuba.
Esto explica los recientes viajes de Raúl a Angola y Argelia, y su
coqueteo con Rusia e Irán. Todos estos países exportan petróleo. No es
que estas naciones vayan a dar a Cuba las ventajas venezolanas
consistentes en créditos largos y poco pago. Pero la economía de Cuba no
sufriría una repetición de la catastrófica crisis que siguió al colapso
comunista en la década de 1990 y la terminación de los subsidios soviéticos.
Para el pueblo cubano el resultado es más escasez, más militarización y
más sufrimiento. La reciente declaración de Raúl de que él no fue
"escogido para desmantelar el comunismo en Cuba" indica también el
empeño de aferrarse a una ideología fracasada y a una política económica
que no funciona. Aunque la apertura del mercado y un relajamiento del
sistema totalitario pudieran mejorar la vida en Cuba y hasta incitar a
la administración de Obama para que afloje el embargo y las
restricciones de viajes, el liderazgo militar de Cuba parece hoy más
renuente que nunca a cambiar.
*Jaime Suchlicki es profesor de Historia, ocupa la Cátedra Emilio
Bacardí Moreau y dirige el Instituto de Estudios Cubanos y
Cubano-Americanos de la Universidad de Miami. Fue Director Ejecutivo del
Centro Norte-Sur y editor del prestigioso Journal of Interamerican
Studies and World Affairs. Actualmente es el editor para Latinoamérica
de Transaction Publishers y autor de Cuba: From Columbus to Castro
(2002), ahora en su cuarta edición, y editor junto con Irving L.
Horowitz de Cuban Communism (2001) y autor del libro Breve Historia de
Cuba. . También es el autor de México: From Montezuma to Nafta (2001).
Es un respetado consultor del sector privado y público en asuntos de
Cuba y Latinoamérica.
LA NUEVA CUBA (22 August 2009)
http://www.lanuevacuba.com/archivo2009/Ago/jaime-suchlicki-37.htm
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