Caída en picado
Ni agricultura, ni servicios, ni turismo, ni inversiones: El
decrecimiento del PIB cubano no tiene fecha de caducidad.
Oscar Espinosa Chepe, La Habana | 20/08/2009
Por segunda ocasión en el año, el gobierno decidió reducir el
crecimiento del PIB para 2009 respecto al plan anunciado a fines de
2008, cuando fijó un aumento del 6,0%. El primer corte lo hizo en abril,
cuando informó que sería del 2,5%. Luego, en el VII Pleno Comité Central
del PCC, celebrado el pasado 29 de julio, dijo que el incremento estará
en torno al 1,7%, pero en el primer semestre se notificó un
engrosamiento real del 0,8%.
Como es conocido, las autoridades adoptaron hace años una metodología
para el cálculo del PIB diferente a la establecida internacionalmente,
que privilegia los servicios —educación, salud, comunales y otros— a
través de cálculos basados en los precios del mercado internacional, sin
considerar la baja calidad de la oferta nacional. Esta inconsecuencia ha
llevado a los organismos internacionales a no confiar en los datos
aportados por La Habana. El PNUD no los toma en consideración en la
conformación del Índice de Desarrollo Humano de Cuba. Otros publican los
datos, pero además hacen sus evaluaciones, por lo regular notablemente
inferiores a los crecimientos oficiales.
Este año se ha comprobado lo dicho por especialistas desde hace tiempo
sobre la baja calidad de la educación en la Isla. Evaluaciones masivas
realizadas recientemente a los estudiantes universitarios en gramática y
ortografía han demostrado un desconocimiento generalizado, lo cual se
aprecia también en otras materias. Esta situación ha ocasionado que
miles de jóvenes de cuarto y quinto año no se puedan graduar hasta que
solucionen esas importantes lagunas en sus formación profesional
mediante cursos remediales.
Asimismo, en salud y servicios comunales, la calidad de los servicios
disminuye aceleradamente. Mientras, se continúa valorando a precios
exageradamente elevados, práctica que distorsiona los indicadores
macroeconómicos en un contexto metodológico lleno de contradicciones.
Por consecuencia, los datos de la evolución de la economía en el primer
semestre, ofrecidos por el gobierno, reflejan decrecimientos netos.
Cabe mencionar que a partir del 1 de junio se estableció la reducción
del gasto de electricidad en el sector productivo y de servicios en un
12,0%. Surge entonces la cuestión de cómo es posible que con tal
reducción de un elemento vital para el funcionamiento de la maquinaria y
otros factores, pueda crecer la economía. Es posible que un programa de
ahorro consiga la disminución del consumo en un pequeño rango, sin
efectuar cambios tecnológicos relevantes, pero afirmar que habrá
crecimiento con tal magnitud de minoración energética es un disparate.
Igualmente, el presidente de los Consejos de Estados y de Ministros
anunció fuertes reducciones en las importaciones —lo que se aprecia
desde hace meses en la baja radical de movimiento de mercancías en los
puertos— y un sensible empeoramiento de la carencia de créditos. Esto
último, ocasionado no sólo por la contracción mundial, sino
fundamentalmente porque se han congelado las cuentas de las empresas
extranjeras establecidas en la Isla, y paralizado los pagos a los
suministradores, lo cual no crea un ambiente atractivo para fomentar el
crédito internacional.
Oxígeno para un moribundo
Al analizar la economía por sectores, aunque el gobierno no ha brindado
información pormenorizada sobre el comportamiento económico en este
primer semestre, se observa un resquebrajamiento generalizado en la
agricultura, que en el primer trimestre del año decreció en un 7,3%.
Aunque existe la posibilidad de una recuperación en el segundo semestre
—tradicionalmente, una época con menor actividad—, debido al buen
régimen de lluvias, será muy difícil sobreponerse a la gran caída
sufrida en esos decisivos meses de producción. La industria y el
transporte no podrán crecer, debido a la carencia de energía. De hecho,
la producción azucarera en 2009 ha sido inferior a la precedente, lo que
también se verá en la generación de energía eléctrica.
En cuanto al turismo, a pesar de que hasta fines de junio hubo un
crecimiento del 2,9% en las llegadas, los ingresos disminuyeron con
respecto a 2008; en el primer trimestre disminuyeron un 13,7%. Todo
indica que esta situación se mantendrá el resto del año, teniendo en
cuenta el elevado desempleo en los principales países emisores. Cuba no
vive de las visitas de los turistas, sino de los ingresos que estos
aportan. En cuanto a las remesas, la economía en Estados Unidos, fuente
principal y determinante, aunque da señales de recuperación, no logra
aún disminuir el desempleo, lo cual seguirá afectando los envíos de
dinero a los familiares en la Isla.
Por otra parte, las inversiones se han reducido apreciablemente por la
ausencia de recursos para acometer los programas trazados a principios
de año. Sólo se construirán en 2009 unas 32.000 viviendas, una caída
considerable en relación con la mediocre cantidad de 44.775 edificadas
en 2008. Volúmenes insuficientes, si se tiene en cuenta los destrozos
ocasionados por los tres huracanes ese año y el déficit que ya existía
de cerca de un millón.
En la circulación mercantil, en especial la minorista, puede
pronosticarse una pronunciada caída. La oferta ha mermado de forma
sustancial no sólo en los limitados productos vendidos en pesos cubanos,
sino también en la extendida área donde se comercializan productos y
servicios en pesos convertibles.
También se aprecia una reducción de la actividad económica en las áreas
de servicios, con minoraciones en los gastos en la esfera social que,
según el gobernante Raúl Castro, "deberán estar en consonancia con las
posibilidades reales de la economía". Esa concepción tiene elementos
racionales, pero causará descensos importantes en los inflados
presupuestos dedicados a esos sectores. Un proceso que incidirá en
cifras más reales en los aportes de los servicios a la formación del PIB.
La caída prevista del PIB podría repetirse en 2010, si el gobierno
mantiene la obstinada negativa a realizar cambios estructurales y de
concepto, una vez prometidos por Castro. Es cierto que ya se observa una
cierta recuperación de la economía mundial, lo cual podría beneficiar
algo a la economía cubana. Las cotizaciones del petróleo han crecido en
las últimas semanas, y eventualmente, permitirían al presidente
venezolano Hugo Chávez aumentar la subvención. Además, el precio del
níquel, principal y casi único producto de exportación de la Isla, tiene
movimientos al alza. Si las economías de Europa y Estados Unidos se
restablecieran, el turismo y las remesas probablemente aumentarían.
No obstante, las mejorías serían pequeñas, como balones de oxígeno a un
moribundo.
Caída en picado - Artículos - Cuba - cubaencuentro.com (20 August 2009)
http://www.cubaencuentro.com/es/cuba/articulos/caida-en-picado-203416
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