Venezuela, Hugo Chávez, Cambios
Los efectos del poschavismo
Hay más de un escenario para que concluya la ayuda económica de
Venezuela a Cuba
Rolando H. Castañeda, Washington DC | 29/05/2012 10:39 am
Recientemente la conocida bloguera cubana Yoani Sánchez ha enviado unos
tweets refiriéndose a la reanudación de los cortes eléctricos en La
Habana y se pregunta si serán una obertura de los efectos del período
poschavista.
En la web hay mucha especulación sobre la precaria salud de Chávez y el
efecto que tendría el desenlace de su mermada salud que originaron el
pobre diagnóstico y mal tratamiento que le hicieron. Se presume que la
muerte o incapacitación de Chávez iría acompañada de la disminución o
del fin de la ayuda externa venezolana a Cuba. En un régimen como el
bolivariano, con todo el poder concentrado en un omnipotente caudillo,
es difícil anticipar que hará el sucesor, en particular cuando el
Gobierno cubano está demasiado envuelto en la sucesión y cuando ninguno
de los principales candidatos a la misma podría triunfar en las
elecciones de octubre.
Hay, sin embargo, otros dos escenarios que conllevarían a un potencial
resultado similar. Uno sería la elección del candidato de la oposición
unida Henrique Capriles. Un joven, pero experimentado político que ha
desafiado a Chávez a un análisis crítico de los alcances y resultados de
la gobernabilidad bolivariana en sus 13 años de gestión, la situación
del país y las políticas requeridas para corregirla. Capriles considera
que Chávez ha incumplido sus promesas, que ahora presenta nuevas
promesas por los escasos resultados alcanzados y que su ejecutoria ha
dejado mucho que desear, la que como servidor público contrasta
marcadamente con la suya. Capriles se ha comprometido, al igual que sus
principales partidarios, a revisar la ayuda externa de Venezuela a otros
países y ajustarla a la situación y capacidad económica interna. Es
posible que los venezolanos prefieran elegir a un candidato que conocen
que otorgarle un tercer mandato a otro que no se sabe cuánto permanecerá
en el poder ni quién lo podría suceder.
Otro tercer escenario, no menos importante y relacionado con el
anterior, resulta del incomprensible deterioro económico de Venezuela.
El gobierno bolivariano no ha sabido aprovechar ni administrar la
extraordinaria bonanza petrolera de los últimos tres años en particular
(2010- 2012) y la de este siglo XXI en general. Según cifras oficiales,
Venezuela tuvo en 2011 un nivel del PIB real inferior al de 2008 y ha
mantenido una elevada tasa de inflación, alrededor del 25 % anual, la
mayor del continente y una de las mayores del mundo. Adicionalmente, y a
pesar de los elevados precios del petróleo, el gobierno bolivariano ha
tenido que recurrir a un significativo endeudamiento público externo
pagadero en próximos envíos de petróleo para mantener los niveles de
actividad económica y los programas sociales. En los últimos tres años
Venezuela ha realizado varios acuerdos con China por unos 38 mil
millones de dólares americanos; y aún así, continúa perdiendo reservas
internacionales y restringiendo cada vez más las importaciones. En estas
condiciones se espera que después de las elecciones de octubre se
efectúe un fuerte programa de ajuste para enfrentar el desbalance
externo, y, por lo tanto, es muy difícil que se justifique la
continuación de un generoso programa de ayuda externa.
La esplendidez bolivariana con Cuba consiste en que 1.) exporta unos
115.000 barriles diarios de crudo y derivados, actualmente 40 % pagadero
en servicios y el 60 % restante es adeudado, sus pagos se difieren a 25
años con 2 de gracia y 1 % de interés. 2.) Se sobrepaga por los
servicios profesionales y técnicos (de salud, educación, entrenadores
deportivos y seguridad). Cuba mantiene unos 44.800 profesionales y
técnicos en las misiones en Venezuela, según informara Chávez en febrero
pasado, por los que recibe pagos por unos $5.000 millones anuales, pero
por los que solo debería obtener unos 1.056 millones si les pagara
$2.000 mensuales por persona, equivalente a lo que un venezolano
recibiría por prestar dichos servicios. Y 3.) Venezuela realiza
inversiones en Cuba en proyectos estratégicos por unos $1.600 millones
anuales en 2012, entre ellos, la terminación primero y ahora la
expansión de las refinerías de petróleo y oleoductos.
En resumen, Cuba recibe petróleo sin necesidad de hacer desembolsos en
pago, recibe ingresos en efectivo e inversiones. Indudablemente tanta
largueza será revisada más temprano que tarde, ya sucedió antes con la URSS.
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/los-efectos-del-poschavismo-277158
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