La economía cubana, la segunda parte
MARTES, 27 DE MAYO DE 2014 09:50 ESCRITO POR OSMAR LAFFITA
Cuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) Deseo referirme al
complicado, obsoleto y arruinado mundo empresarial cubano.
Después de tres años de estar vigente la actualización del modelo
económico, el 4 de marzo entró en vigor el Decreto No 323 que recoge el
"Reglamento para la implantación y consolidación del sistema de
dirección y gestión empresarial cubano".
En relación a este tema, el vicepresidente del Consejo de Ministros
Marino Murillo Jorge, en su intervención en la reunión del Banco
Internacional de Inversiones, celebrada recientemente en La Habana,
planteó que Cuba necesita entre 2000 y 3 500 millones de dólares de
inversión extranjera directa, muestra de la obsolescencia y
descapitalización en que se encuentran atrapadas las empresas cubanas.
La tal autonomía que se dice está contemplada en este nuevo instrumento
legal es falsa. Las empresas cubanas están sujetas a un plan central.
Solo son verdaderamente autónomas las empresas que se rigen por las
leyes del mercado.
En el caso del citado Decreto No. 323, su ejecución tiene puesta la
camisa de fuerza del Decreto –Ley 320 de 30 de enero de 2014 "Sobre la
continuidad y fortalecimiento del sistema de dirección gestión
empresarial cubano, que en su único artículo señala "...la planificación
constituye la herramienta fundamental de dirección de la empresa".
A buen entendedor, con pocas palabras bastan.
El actual modelo económico cubano es desarrollista, sin intención de
realizar cambios estructurales. Las trasformaciones que se realizan en
la economía cubana no hay que entenderlas como dirigidas a un cambio de
la propiedad sobre los medios de producción; lo que se busca es la
modernización y la correcta administración de los recursos con que
cuenta el país.
El modelo desarrollista está dirigido a la búsqueda de la obtención de
una mayor cantidad de divisas con el incremento de la exportación de
servicios, la entrada de remesas y la recaudación del turismo, todo lo
contrario de que ocurrió en la década de los 80 del siglo pasado, cuando
la exportación de bienes era el principal componente del Producto
Interno Bruto, y en que se destacaban el azúcar y el níquel.
Para que ustedes tengan una idea de la crítica desaceleración reportada
a finales de 2013 en la producción de bienes, tenemos que de las 2 163
empresas que funcionan en Cuba, la exportación reportada fue de 5 900
millones de dólares. A los servicios les correspondieron 12 760 millones
de dólares, lo que hizo un total de 18 659 millones de dólares
Los 554 millones de dólares que no entraron a las arcas cubanas en
relación con el pasado año por concepto de la exportación de bienes fue
debido a la caída del precio de la libra del níquel, las pobres ventas
de derivados del petróleo, de los productos manufacturados y maquinaria
y equipos. Solo se registraron significativas ventas en los productos
farmacéuticos, alimenticios, químicos, tabaco y ron.
Los incumplimientos de los planes productivos que reportaron las
empresas agrícolas y cooperativas agropecuarias en 2013 se debieron a
los retrasos en el pago de las cosechas, la falta de inversiones en
maquinaria, regadío, la carencia de insumos de todo tipo, el vencimiento
de los productos en los almacenes y los problemas que se confrontaron en
el traslado de los productos cosechados.
En cuanto a la inversión en las industrias azucarera, de la
construcción, ligera, alimenticia, la energía, el transporte, viales y
la edificación de viviendas, su ejecución estuvo por debajo de las
grandes necesidades del país. Los incumplimientos de los cronogramas de
ejecución estuvieron motivados por toda una suma de ineficiencias y mal
trabajo.
Si la situación es tan grave, de dónde saca el dinero el gobierno cubano
para garantizar el pago de sus ineficientes servicios educacionales, de
la salud, la cultura y los cada vez menos recursos para la práctica del
deporte, cómo garantiza la raquítica canasta básica y la misérrimas
pensiones que no sobrepasan los 10 dólares percápita mensuales a los 1,2
millones de jubilados.
El grueso de ese dinero procede de la exportación de los servicios
especializados de salud, fundamentalmente a Venezuela y Brasil, que
asciende en conjunto a 8 462 000 000 de dólares, a los que se le se
suman los 2 570 millones de dólares procedente de las remesas y los 1
950 millones de dólares por recaudación del turismo. Hacen un total de
13 152 000 000 millones de dólares que entraron a las arcas del Estado
cubano el pasado año por este concepto
La política de priorizar las exportaciones de los servicios y poner
trabas a la presencia de inversores extranjeros ha provocado un
acelerado deterioro de las estructuras productivas. Al no disponer de
capital y tecnología, se les ha hecho difícil realizar la necesaria
reconversión, lo que ha provocado la extrema obsolescencia de su parque
industrial.
Tal situación se materializa en los bajos índices de productividad, lo
cual se traduce en el bajo valor agregado de las producciones finales
que las hacen poco competitivas, tanto en el mercado de frontera como
para la exportación, motivado por el alto costo que implica su producción.
Como único se revierte esta situación es aplicando en todas sus
modalidades la nueva Ley de Inversiones Extranjeras, en particular los
modificados artículos 12,13, 14 y 15 de la derogada Ley 77, en especial
lo referido a las empresas de capital totalmente extranjero, lo que
generaría un auge productivo con la consiguiente sustitución de
importaciones, que se reflejaría en el crecimiento económico.
Tal retroceso ha convertido a la economía cubana en rehén de las
fluctuaciones de los precios de las materias primas y productos
alimenticios, que al no producirse en Cuba, hay que adquirirlos en el
mercado internacional y pagarlos de acuerdo a la cotización del momento.
El año pasado se destinaron 1 800 millones de dólares a la compra de
alimentos en el exterior.
En el trienio 2011-2013, el comercio exterior cubano ha registrado sus
peores momentos, debido a los ostensibles desequilibrios en los términos
de intercambio, que han sido desfavorables a Cuba. Es decir, que se
importa más de lo que se vende, algo funesto para cualquier economía.
Muestra de ello lo tenemos en las exportaciones a España en el 2012, que
solo fueron de 106 millones de euros, mientras que las compras
realizadas por Cuba al país ibérico ascendieron en ese periodo a 759,7
millones de euros, con un crecimiento del 17,5%, señal de la
recuperación del monto de las importaciones reportado después de la
crisis que en esa oportunidad fue de 776 millones de euros.
La balanza del comercio de Cuba con España en el trienio señalado fue
realmente desfavorable. Las exportaciones ascendieron a 434 millones de
euros. En esto incidió la caída de las ventas. En 2011 fueron de 172
millones de euros. En 2012 fueron solo106 millones de euros.
Si bien es cierto que en el señalado trienio el Producto Interno Bruto
tuvo un comportamiento promedio de 3%, lo que realmente incidió en tales
resultados fue la exportación de servicios especializados, la entrada de
remesas, el turismo y en menor medida, las ventas de productos
farmacéuticos y biotecnológicos, tabaco y ron.
Los tradicionales productos de exportación como el azúcar, los cítricos,
el níquel, los productos del mar y el café, han registrado una drástica
caída.
Gran parte de las divisas por la exportación de servicios es destinada a
pagar las importaciones de combustible, alimentos, maquinarias, equipos,
piezas y partes, materias primas e insumos que se necesitan para el
normal funcionamiento de la economía.
Otra muestra de hasta dónde se han deteriorado los mecanismos de
intercambio entre Cuba y los 28 países de la Unión Europea, la tenemos
en las compras realizadas por la isla al bloque regional, que
ascendieron a un 20%, mientras nuestras exportaciones decrecieron un
12%, mientras que las ventas europeas a Cuba crecieron un 8%.
El modelo económico cubano fracasó. Durante más de 40 años descansó en
un voluntarismo igualitario dirigido a satisfacer las necesidades de la
población sobre la base de los subsidios y las gratuidades. Teóricamente
estaba dirigido a superar los estados de bienestar surgidos en Europa.
Pero ante la crisis estructural que se materializa en el descenso
estrepitoso en la producción de bienes, el gobierno del presidente Raúl
Castro se vio obligado a arriar las banderas de los subsidios y las
gratuidades que se aplicaban a muchos productos de primera necesidad.
Con tales medidas se puso fin una aberración económica, que se prolongó
gracias a los torrenciales subsidios que se recibían de la desaparecida
Unión Soviética, lo que posibilitó la permanencia de un pacto no firmado
entre el gobierno y el pueblo, en que este le brindaba el apoyo político
al gobierno a cambio de la garantía de las condiciones materiales de
vida que disfrutaban.
Esta nueva política económica que descansa en la esfera de la
circulación, con miras a mantener el equilibrio fiscal y evitar el
repunte de la inflación que se ha mantenido en el rasgo del 3 al 4%.
Esto ha sido posible gracias a la aplicación de los altos precios de los
productos de primera necesidad para recoger el circulante a costa de la
precariedad y las penalidades de la mayoría de la población.
Los cubanos, cuyo salario no sobrepasa los 20 dólares mensuales, sufren
los efectos de esta abusiva política, que se manifiesta en los altos
precios de los productos agropecuarios y los que se venden en las
Tiendas de Recuperación de Divisas (TRD), donde el precio de los
artículos tiene una tasa sobre su precio original del 250%, algo
realmente abusivo.
Tal situación ha conllevado a que la vida de los cubanos sea cada día
más infausta e inestable. Para poder mal vivir recurren a procedimientos
lesivos a su dignidad humana. Tal es la degradación por los actos
ilegales en que incurren diariamente, que nadie dice ni denuncia nada:
la complicidad colectiva ante todo lo mal hecho reina en la sociedad cubana.
Para Cuba actualidad: ramsetgandhi@gmail.com
Source: "La economía cubana, la segunda parte | Cuba noticias
actualidad.Periodismo independiente." -
http://www.primaveradigital.org/primavera/destacados/117-politica/10694--la-economia-cubana-la-segunda-parte.html
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