Cuba: el comprar para terminar el embargo
La mayoría de las transacciones entre 2001-2008 se hicieron con
compañías americanas radicadas en estados donde sus congresistas y/o
senadores favorecían el levantamiento del embargo.
Juan Juan Almeida
marzo 02, 2015
Contrario a la persistente acción mediática que ejerce el gobierno
cubano en contra del embargo comercial impuesto por Estados Unidos,
datos oficiales revelan que el intercambio mercantil entre ambos países
se mantuvo en ascenso desde el año 2001 hasta el 2008. Las cifras
anuales de compras se comportaron de esta manera:
2002 - $138,634,784
2003 - $256,901,471
2004 - $391,990,382
2005 - $350,218,040
2006 - $340,433,442
2007 - $437,564,824
2008 - $710,086,323
Tan vertiginoso ascenso perseguía mostrar a la isla como un importante
mercado para esos estadounidenses que vieron en Cuba una columna de
estabilidad y oportunidades. La idea no era comprar sino invertir en
recursos para manipular la euforia de los vendedores. Los términos de
estas negociaciones nunca se han publicado; pero no es secreto que la
fortuna empleada por el gobierno cubano, para tales efectos, tenía un
claro matiz político.
Usar las compras como herramienta de marketing fue una idea convincente
pero poco sutil pues la mayoría de las transacciones se hicieron con
compañías americanas radicadas en estados donde sus congresistas y/o
senadores favorecían el levantamiento del embargo.
Sin embargo, a partir del 2009, lo que iba en ascenso cayó y entonces
muchos se preguntaron si tal caida fue debido a la falta de dinero en
las arcas del Estado, o a una premeditada teatralización.
Sin dudas, era imposible e insostenible mantener esos niveles
ascendentes de compra; pero creo que la decisión de recortar el monto de
las ganancias, más que a liquidez, tuvo que ver con una serie de
situaciones coyunturales entre las que, se destaca 1) el entronizar a
Raúl Castro como mandatario en el año 2006, y 2) pasar el control del
dinero a un nuevo grupo gobernante.
La cruzada gubernamental por conquistar a golpe de billetazos a
empresarios estadounidenses, descapitalizó el país, afectó el arcón del
Estado y generó el Corralito Financiero del 2009, que obligó a las
empresa cubanas a pagar sus deudas en CUC a las compañías extranjeras
(no americanas) radicadas en la isla.
Aprendí con las novelas baratas que siempre existe una conspiración, y
que cuando la fortuna está en riesgo, la codicia se transforma en veneno.
Como en una telenovela donde se enfrentan la pasión y la envidia, la
portesta no se hizo esperar. El subsidio del gobierno americano a los
productores estadounidenses, la dolarización del mercado y el pago sin
financiamiento de Cuba a las empresas norteamericanas, se convirtieron
en una real amenaza para sus homólogas europeas, asiáticas, canadienses
y latinoamericanas que ejercieron presión y obligaron a los dirigentes
cubanos a reorganizar la negociación creando una comisión de divisas
supervisada por Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, Marino Murillo y
Abel Izquerdo.
A todo esto se le suma, un súper caso de corrupción que paralizó las
importaciones y, como tener un rehén parece ser un buen negocio para el
gobierno cubano, lo han intentado silenciar porque tiene involucrado
(entiéndase detenidos) al representante de una compañía americana, de
las que hace negocios con Cuba, y a dos funcionarios cubanos.
Source: Cuba: el comprar para terminar el embargo -
http://www.martinoticias.com/content/cuba-estados-unidos-compras-embargo/87808.html
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