Ilusiones sobre las cenizas
RAÚL RIVERO
Madrid – De todas las reacciones de júbilo que provocó la visita del
secretario de Estado John Kerry a Cuba la más espectacular y reveladora
fue la de la policía política. Ellos, con el viajero todavía en el aire
de regreso a su país, prepararon una operación en la que arrestaron a
más de cien opositores pacíficos y llevaron la represión, con entusiasmo
revolucionario, del Cabo de San Antonio a la Punta de Maisí.
Esta manera de festejar el viaje del funcionario norteamericano fue
especialmente significativa porque, sin que Kerry tuviera tiempo de
cambiarse el traje estrujado por los abrazos contaminadores de los
anfitriones y de algunos invitados recibidos con recelo de amante y
discreción, la dictadura reafirmaba su línea de violencia implacable en
contra de los únicos demócratas reales que viven y trabajan en la isla.
En las estructuras de poder se palpaba la necesidad de ratificar con
urgencia la esencia de su política interna y hacer público el hecho de
que, si por conveniencias y necesidades económicas, le tendían la mano a
su antiguo enemigo, los calabozos, las golpizas, la persecución y el
acoso siguen en pleno vigor para los cubanos de a pie que quieren ser
libres.
Esa razia celebrativa reafirma el rumbo del régimen y deja en el
universo de la filosofía, el escepticismo o la ingenuidad la pregunta
que se repite sin cesar después del proceso de restablecimiento de
relaciones entre Cuba y Estados Unidos: ¿Qué pasará ahora?
Pues puede pasar que las inversiones extranjeras y la apertura del
turismo americano permitirá a algunos sectores de la sociedad recibir un
poco más de pan o de casabe y se les permita restaurar sus timbiriches
autorizados por el Estado. Pero lo que es seguro es que los opositores,
el periodismo independiente y los artistas rebeldes tendrán en los
patios de sus casas y sus ventanas un aparato represivo con el mismo
odio de siempre y más recursos.
Esa realidad convive en el escenario cubano con unas corrientes
esperanzadoras, con los sueños de muchos ciudadanos que se aferran a la
posibilidad de ciertas mejorías en su vida diaria a la luz de los nuevos
acontecimientos y de la eventual presencia de empresas inversoras que
llegarían para trabajar sobre las cenizas secas del socialismo.
Hay otros sueños y provienen de los desvelos. Este domingo, los que
sueñan despiertos con la libertad de Cuba, estarán de nuevo vez en la
calle bajo la violencia de la dictadura, las golpizas, los mítines de
repudio y el asedio en medio del rigor de una redada como la que hizo la
policía para festejar la visita de Kerry. Otro grupo, incluido el
artista plástico Danilo Maldonado, preso y sin juicio desde diciembre
pasado, tiene que ver la ensoñación de ser libres a través de las rejas
de una cárcel.
Todos saben que, como dijo el poeta, ninguna bala mata una ilusión.
Source: RAÚL RIVERO: Ilusiones sobre las cenizas | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article31818525.html
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