La construcción de viviendas continúa bajo mínimos
- El Estado planea construir menos de 10.000 casas en toda la Isla, que
sigue con un déficit de al menos 600.000
- Los materiales para construir con esfuerzo propio escasean desde la
destrucción de viviendas arrasadas por Matthew
ZUNILDA MATA, La Habana | Enero 03, 2017
El dolor de Luisa Bermejo esta semana estará en conseguir las cabillas
que le faltan. Lleva meses apilando sacos de cemento, ladrillos y otros
materiales de construcción en un estrecho cuarto improvisado en el
municipio habanero Cerro. Si tiene suerte, pronto terminará su vivienda
por esfuerzo propio, en un año en que el Estado planea construir menos
de 10.000 casas en toda la Isla.
Las autoridades reconocen que el problema habitacional constituye la
primera necesidad social en Cuba ‒los analistas cifran en unas 600.000
viviendas el déficit‒, pero en la última década el número de casas
edificadas ha caído hasta en un 20%. En 2006 se obtuvo un pico histórico
de 111.373 viviendas erigidas, pero al cierre de 2015 apenas superaban
las 23.000, más de la mitad levantadas a través de la gestión privada.
Con los sombríos anuncios económicos de la última sesión de la Asamblea
Nacional, se han disparado también las alarmas sobre el desarrollo del
fondo habitacional a corto y mediano plazo. En su discurso ante los
parlamentarios, el ministro de Economía y Planificación Ricardo Cabrisas
Ruiz aclaró que para los próximos doce meses el Estado solo concluirá
unas 9.700 viviendas.
Las áreas priorizadas para las nuevas edificaciones coinciden con los
cinco municipios que resultaron afectados por el huracán Matthew en su
paso por la provincia de Guantánamo, una región donde más de 38.000
viviendas quedaron derrumbadas total o parcialmente y para cuya
restauración el Gobierno está recaudando ayuda internacional.
El Fondo Alavés de Emergencia, constituido por la Diputación Foral de
Álava y el Ayuntamiento de Vitoria, País Vasco, acaba de anunciar que
destinará 52.0000 euros para impulsar la rehabilitación de viviendas,
escuelas y centros de trabajo la zona, pero las ayudas extranjeras
apenas constituyen una gota en el océano del déficit habitacional que
sufre el país.
La difícil situación por la que atraviesan miles de familias ha llevado
a muchas a no seguir esperando por los planes constructivos estatales,
al estilo de los ejecutados en los años del subsidio soviético, y buscar
soluciones por cuenta propia. Un camino tortuoso, donde los obstáculos
van desde conseguir los materiales hasta costear la mano de obra.
Luisa, de 61 años, vivió por seis años en un local donde se coló
ilegalmente con sus dos hijas y su esposo. "No había baño y teníamos que
hacer nuestras necesidades en una lata y botarla cada día", cuenta a
14ymedio. Con la entrada en vigor de la ley que permitió la compra y
venta de viviendas en 2011, Bermejo adquirió un pequeño terreno cercano
a la Ciudad Deportiva, con una frágil casa de madera.
Estos tres últimos años los ha dedicado a la construcción, dedicándose a
tiempo completo a localizar y adquirir los materiales para la obra,
supervisar a los albañiles y hacer con sus propias manos desde un
encofrado hasta una mezcla. "Estamos viviendo en medio del polvo y los
sacos, pero al menos esto es mío", reflexiona. Hasta el momento, lleva
gastados cerca de 2.000 pesos convertibles, una década de salario de su
antiguo trabajo como maestra, del que se jubiló hace un par de años.
A principios de siglo, el vicepresidente Carlos Lage era el funcionario
oficial encargado del programa de viviendas. La meta, en aquellos años,
era construir 150.000 casas anuales para aliviar el problema. Luisa tuvo
la esperanza de beneficiarse con un apartamento en un edificio de
microbrigada edificado por un contingente social, pero el breve
florecimiento económico que vivió la Isla con la ayuda de Venezuela se
extinguió poco tiempo después.
"Nos dimos cuenta que teníamos que solucionar este problema nosotros
mismos", comenta. Poco tiempo después, Lage fue defenestrado y ningún
otro rostro del Gobierno volvió a asumir un compromiso público con las
familias necesitadas de un techo.
En lugar de eso, a mediados del pasado año Ramiro Valdés Menéndez,
también vicepresidente de los consejos de Estado y de Ministros, dejó
claro que la solución del problema de la vivienda en el país radicaba
"en el esfuerzo individual". Aunque la intención, resulta insuficiente.
La maestra jubilada está preocupada ahora por los problemas en el
abastecimiento de materiales de construcción que las prioridades en el
oriente de la Isla generan en la capital. "Tenemos muchas dificultades
para conseguir tuberías y todo lo relacionado con la instalación
eléctrica", explica. También le faltan "los azulejos, el cemento cola y
la gravilla".
Los rastros de materiales en La Habana viven semanas de
desabastecimiento desde noviembre pasado, una situación que podría
ralentizar aún más la terminación de las obras en ejecución. Pero Luisa
parece dispuesta a cumplir su propio plan personal. "Este año yo me baño
en una ducha propia, aunque tenga que poner los azulejos con mis propias
manos".
Source: La construcción de viviendas continúa bajo mínimos -
http://www.14ymedio.com/nacional/construccion-viviendas-continua-minimos_0_2138786105.html
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