CARMELO MESA-LAGO 12/07/2009
Según Ariel Terrero, comentarista televisivo cubano, la centralización y
planificación socialistas permiten al Gobierno tomar medidas rápidas,
priorizar inversiones estratégicas "a fin de administrar el exiguo
capital de que dispone la nación". Cuba carece de un plan económico -que
debería ser aprobado por el congreso del partido a fines de este año,
pero del cual no se habla- frente a la peor crisis desde el colapso de
la URSS, y su equipo económico completo ha sido despedido en medio de la
crisis.
Cuba carece de un plan económico para afrontar su peor crisis desde el
colapso de la URSS
Es una economía socialista y centralizada, pero no planifica ni ha
establecido una estrategia coherente
El crecimiento disminuyó desde el 12,5% al 4,3% entre 2007 y 2008, y se
proyectó al 6% para 2009. La CEPAL predijo en abril que Cuba sería una
de las cuatro naciones latinoamericanas que crecería un 3%; en mayo, el
ministro de Economía lo estimó "por encima de 2%". Pavel Vidal, del
Centro de Estudios de la Economía de Cuba en la Universidad de La
Habana, proyecta tres escenarios: 2,5%, optimista; 1%, mediano, y -0,5%,
pesimista. Este último parece el más probable en vista a lo ocurrido en
la primera mitad del año y de una proyección mundial del -3% hecha por
el Banco Mundial.
El número de turistas, segunda fuente de divisas, se estancó en febrero
y cayó un 2,6% en marzo, mientras que los ingresos por turismo
disminuyeron un 14% en el primer trimestre, y el ministro del ramo
advierte de que empeorará el resto del año porque disminuirán los
visitantes por la crisis mundial. La producción de níquel, tercera
fuente de divisas y de la mitad de las exportaciones cubanas, cayó un 8%
en 2008 y su precio mundial un 80%, lo que hace casi no rentable su
explotación. La cosecha azucarera fue de 1,3 millones de toneladas, un
13% inferior a la de 2008, y la demanda de puros se ha contraído.
La balanza comercial de bienes arrojó un déficit de 7.900 millones de
euros en 2008 porque las exportaciones se estancaron, mientras que las
importaciones se dispararon un 43%. Según el ministro de Comercio
Exterior, el déficit se acentuó en el primer trimestre de 2009: el 78%
del intercambio total correspondió a importación y el 22% a exportación;
podrían perderse 740 millones de euros por la caída del turismo y el
precio del níquel, por lo que no podrán importarse los bienes
necesarios. A pesar de la suspensión por Obama de las restricciones a
las remesas externas, se informa de que bajarán porque la crisis
estadounidense golpea más duro a los emigrantes recientes que son los
que envían más dinero.
La deuda exterior de 13.560 millones de euros en 2008 equivalió al 380%
del valor de las exportaciones. La iliquidez se agravó en 2009 por
dificultades en obtener crédito externo, que le cuesta a Cuba entre un
20% y un 30% más que a otros países; los bancos estatales tienen pocas
divisas y corren el riesgo de insolvencia, y 80 empresas estatales han
pospuesto pagos a acreedores externos. Las cuentas bancarias de cientos
de empresas mixtas están congeladas desde hace meses por el Gobierno,
que impide la expatriación de ganancias y pagos a proveedores foráneos.
El Banco Central requiere autorización a todas las empresas para
transacciones superiores a 10.000 pesos convertibles. Cuba ha rechazado
la invitación de la OEA a solicitar su reingreso, lo cual hubiese
facilitado su posterior acceso como miembro al Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) y el acceso a los préstamos que necesita.
Una reunión de economistas, de la que ha dado cuenta el diario Granma,
anuncia otros problemas: la demanda de productos cubanos por China y
Rusia ha declinado; la inversión externa caerá un 70% y ya se ha
recortado la interna; se cierran industrias (neumáticos, empacadora de
aluminio, productos lácteos) por falta de insumos importados y crédito
externo; la devaluación del dólar y el euro frente al peso convertible
cubano (milagrosamente no ha afectado por la crisis) encarece el turismo
hacia Cuba y disminuye las compras de los visitantes, y habrá menos
alimentos y vestidos disponibles para la población.
El transporte habanero mejoró con la importación de 500 autobuses
chinos, pero la flota equivale al 43% de la existente en 1990; la falta
de mantenimiento, neumáticos y piezas de repuesto ha provocado un nuevo
deterioro, mientras que el Gobierno persigue a los taxistas ilegales.
Más del 75% de las calles de la capital necesita reparación. El plan de
pago por resultados (destajo), pilar de las reformas de Raúl Castro y
aprobado hace 17 meses, sólo se aplica al 18% de la fuerza laboral; los
administradores lo rechazan porque los técnicos pueden ganar mucho menos
que los obreros con alta productividad. El salario real disminuyó un
3,4% en 2008 y se augura que bajará más este año.
De las 100.000 solicitudes presentadas hace diez meses para tierras
estatales ociosas se han tramitado ya el 73%, pero sólo se ha entregado
un 38% en usufructo y un 20% sembrado; el 60% de la tierra está
infestada de marabú, el 80% de los usufructuarios carece de experiencia,
y falta crédito, semillas, aperos y fertilizantes. Toneladas de tomate,
cebolla, remolacha, boniato, zanahoria y berro se han perdido por
incapacidad estatal para recogerlas, almacenarlas o procesarlas para
conservas. La producción agrícola cayó en promedio un 7,3% en el primer
trimestre respecto a 2008: 61%, en plátanos; 33%, en carne de cerdo, y
28%, en la de ave. En 2008 la importación del 80% de los alimentos
esenciales le costó a Cuba 1.850 millones de euros y para reducir esa
factura este año las raciones de frijoles, chícharos y sal se han
recortado a la mitad. Los precios en los mercados agrícolas siguen
congelados, nueve meses después de los huracanes, y faltan muchos
productos. Las tiendas de divisas no ofertan pollo, picadillo de res,
papel higiénico, dentífrico; el precio de la leche en polvo y las
conservas es inasequible.
Para enfrentar estos problemas, Juventud Rebelde anuncia un experimento
en La Habana: las empresas estatales contratarán directamente con
campesinos y cooperativas, éstas concertarán la recolección, transporte
y venta al por mayor de sus productos (no al acopio sino al Ministerio
de Comercio Interior), los obreros agrícolas ganarán 0,13 euros por cada
50 kilos de producción, y el número de mercados agrícolas aumentará al
doble a fin de año.
El plan de combustible se excedió un 8% en el primer trimestre de 2009
y, de mantenerse esa tendencia, habría que importar 250.000 toneladas de
crudo. Por ello el Gobierno ordenó un corte del 12% en el consumo
eléctrico y ha multado a cientos de empresas incumplidoras; no hay aire
refrigerado en tiendas y cines, ni se pueden usar ventiladores en las
casas, y han retornado los apagones que habían terminado con la
"revolución energética" de Fidel. Cuatro posibles causas del corte son:
Chávez puede haber reducido el suministro de 150.000 barriles diarios
por la caída del precio mundial del petróleo y de sus ingresos; según el
Ministerio de Comercio Exterior se ha exportado crudo nacional por 650
millones de euros, pero el petróleo cubano tiene alto contenido de
azufre, por lo que posiblemente se reexporta el venezolano (como se hizo
antes con el soviético); la producción interna, estancada en 2008, puede
haber caído este año, o los electrógenos instalados por Fidel no
resolvieron de raíz el déficit energético.
La crisis no ha llegado al extremo de 1992-1994 por tres razones: Chávez
suministra el 65% del petróleo necesario a precios subsidiados
equivalentes a 1.850 millones de euros, y paga 4.000 millones de euros
por 40.000 profesionales cubanos que trabajan en Venezuela, y el 65% de
los cubanos reciben remesas del extranjero. Pero si la economía decrece
un 0,5%, será el peor desempeño desde 1994.
Ante la grave crisis ya debería estar preparándose el VI Congreso de
Partido Comunista, anunciado por Raúl hace un año para el segundo
semestre de 2009. El último congreso fue en 1997, aunque debe celebrarse
cada cinco años; ha de aprobar el plan económico para 2010-2014 y la
estrategia frente a la crisis. Pero las reuniones locales del partido
este año no lo han mencionado, ni se ha publicado la convocatoria que
debe ser seguida de asambleas que elijan delegados para que discutan el
plan. Se rumorea que el congreso será pospuesto por la crisis, pero el
economista independiente cubano Óscar Espinosa Chepe ofrece otras
razones: la insatisfacción popular, el peligro que la discusión se salga
de control y la obstinación a no hacer reformas económicas profundas
recomendadas por numerosos economistas del país.
He ahí la gran paradoja cubana: una economía centralizada que no toma
ventaja de su poder para planificar y establecer una estrategia
coherente que la saque del marasmo que sufre.
.
Carmelo Mesa-Lago es catedrático de Economía y Estudios Latinoamericanos
en la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos)
La paradoja económica cubana · ELPAÍS.com (12 July 2009)
http://www.elpais.com/articulo/semana/paradoja/economica/cubana/elpepueconeg/20090712elpneglse_10/Tes
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