Cuba experimenta con el arrendamiento de una decena de barberías de La
Habana
Noticias EFE
La Habana, 13 abr (EFE).- El Gobierno cubano experimenta desde el pasado
día 1 con el "arrendamiento" de una decena de barberías de La Habana,
cuyos empleados ahora las administran y deciden precios y horarios, como
parte de las "reformas" anunciadas por el presidente de la isla, Raúl
Castro.
El "experimento" comenzó en dos de los quince municipios de la capital y
establece que los peluqueros paguen por adelantado a la empresa estatal
a la que pertenecen las barberías un canon mensual de 993 pesos cubanos
(unos 45 dólares) por arrendar los salones, informaron hoy a Efe fuentes
del sector.
Esos barberos son una especie de concesionarios que deben pagar además
las cuentas de electricidad, agua y teléfono, más el salario de un
auxiliar de limpieza, pero se les permite administrar a su antojo el local.
Jorge Luis, de 36 años, explicó que en su barbería desapareció el
"administrador" nombrado por la empresa estatal y ahora las decisiones
las toman él y dos colegas.
"Lo único que cambia es que estamos un poco más libres para trabajar.
Hay que esforzarse más y estamos un poco asustados, pues no sabemos si
será rentable y funcionará", declaró a Efe, y advirtió que "es algo que
empieza y aún no se sabe si puedan venir otras regulaciones".
Arturo, que lleva más de 15 años como peluquero, indicó que el sistema
estatal de precios se mantiene en las barberías no alquiladas, con la
tarifa de un peso cubano por corte de cabello (4,5 centavos de dólar),
aunque ya se ha hecho habitual que los clientes les dejen propinas de
cinco o diez veces ese valor "simbólico".
"Ahora mucha gente se queja, pero paga. Otros se van", explicó Arturo,
al resaltar que con el nuevo sistema el cliente ya no puede dejar lo que
desee, sino que tiene que acatar las tarifas que los barberos del
"experimento", que no es una privatización, fijan para poder llegar a
fin de mes.
Según dijeron a Efe fuentes de la empresa estatal que administra la
mayoría de las barberías de La Habana, el nuevo sistema de arrendamiento
fue implantado sólo en salones pequeños, que tienen dos o tres sillones,
y fue "consultado" previamente con sus trabajadores.
Los barberos que no quisieron seguir trabajando en los locales
arrendados tuvieron la oportunidad de "permutar" sus plazas con otros
que sí estaban interesados en participar.
"El Estado nos garantiza retiro y seguridad social, pero ahora no
tenemos salario fijo, ni recibimos órdenes", indicó Arturo.
Desde su llegada al poder, Raúl Castro anunció "reformas estructurales"
y económicas en la isla, de las cuales sólo se han concretado medidas
como el pluriempleo, la entrega de tierras en usufructo y pequeños
cambios para recoger divisas, como la venta de ordenadores y
electrodomésticos antes prohibidos, o la entrada de sus compatriotas en
los hoteles.
El presidente criticó a los "compañeros" que se "desesperan" pidiendo
"cambios inmediatos", sin tener en cuenta la cantidad de asuntos que él
tiene por delante para asegurar un futuro a la revolución que encabezó
en 1959 su hermano y antecesor Fidel Castro, aún primer secretario del
gobernante Partido Comunista.
El actual mandatario asumió la Presidencia de forma interina en julio de
2006, al enfermar Fidel Castro, y fue ratificado como titular en febrero
de 2008.
Tras el desplome de la economía cubana por la desaparición de la Unión
Soviética hace dos décadas, Cuba vivió una tímida apertura similar que
permitió la existencia de "cuentapropistas", como se llama a quienes
trabajan por su cuenta, como taxistas, barberos, estilistas o
proveedores de comida. EFE
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