Empleo independiente desafía modelo socialista
Por Patricia Grogg
LA HABANA, ago (IPS) - La anunciada ampliación del trabajo privado en
Cuba, como alternativa para la mano de obra que quedará excedente con la
reducción de las plantillas estatales, plantea varios desafíos al modelo
socialista que el gobierno busca actualizar.
Ante todo, la alternativa debe satisfacer expectativas de los nuevos
interesados y de quienes se dedicaron al trabajo por cuenta propia en
los años 90 y ahora, con la experiencia ganada, podrían aprovechar
novedades como contratar personal y hasta crear pequeñas empresas.
"Todo el mundo espera a que bajen los lineamientos, las reglas de juego
para el trabajo por cuenta propia. Se ve que ellos (las autoridades)
están estudiando muy bien el asunto", comentó a IPS un fontanero con
buena clientela y varios años ejerciendo su oficio en forma privada.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), la población ocupada
ascendía en 2009 a algo más de 5,7 millones de personas, casi dos
millones de ellas mujeres. Y los trabajadores por cuenta propia, un
sector que no incluye a los campesinos dueños de sus tierras, sumaron
ese año 143.800, siendo mujeres 30.300.
En 2004 había 166.700 cuentapropistas, de los cuales 39.600 eran
mujeres. En sus años de auge, a partir de 1995, pasaron de 200.000, pero
luego fue descendiendo el número de registrados, en parte porque el
gobierno congeló las licencias para muchas actividades inicialmente
permitidas.
El fontanero, que no quiso dar su nombre, nunca sacó licencia porque
trabajó hasta 2009 en una firma estatal y, para elevar sus ingresos,
ofrecía servicios de plomería de manera privada. "El año pasado mi
esposa enfermó gravemente, y dejé la empresa para poder cuidarla. Pero
trabajo no me ha faltado", dijo.
Al parecer, no son pocos los cuentapropistas que optaron por ejercer
diversos oficios de manera privada sin abandonar sus plazas en el sector
estatal, o bien a tiempo completo, pero sin registrarse."Yo espero que
si saco la licencia sea para crecer, porque si ponen muchas
restricciones o impuestos demasiado altos, no vale la pena", opinó el
fontanero.
El gobierno decidió ampliar el ejercicio de esta fuente laboral como
"una alternativa más de empleo" para los trabajadores que queden
excedentes en un proceso de racionalización laboral de las empresas
estatales, que se estima tienen un exceso de más un millón de empleados.
Según el presidente Raúl Castro, se eliminarán varias prohibiciones
vigentes para el otorgamiento de nuevas licencias y la comercialización
de algunas producciones, a la vez que se hará más flexible la
contratación de fuerza de trabajo. Ahora, el trabajador independiente no
puede emplear personal asalariado.
Castro anunció el 1 de agosto que el Consejo de Ministros aprobó a
mediados de julio un régimen tributario para el trabajo por cuenta
propia destinado a responder al nuevo escenario económico y garantizar
que los incorporados a esta actividad contribuyan a la seguridad social
y abonen impuestos sobre los ingresos personales y las ventas.
Asimismo, quienes contraten trabajadores deberán pagar el tributo por
empleo de la fuerza de trabajo. Este sistema tributario aún no ha sido
divulgado. En Cuba no existe todavía el impuesto por salario, aunque el
personal contratado por empresas extranjeras sí debe pagar gravamen por
ingresos extraordinarios en divisa libremente convertible.
Conocedores del sistema laboral consideran muy importante una reforma
legislativa que apoye y facilite el trabajo por cuenta propia, que en su
nueva etapa podría desarrollarse como actividad colectiva, a partir de
la asociación, organización y gestión conjunta.
Para el economista Omar Everleny Pérez, este nuevo proceso debe superar
las insuficiencias que lastraron el papel de los trabajadores por cuenta
propia, como las dificultades para las compras de insumos y ausencia de
mecanismos de ayuda financiera, entre otros.
En ese contexto, cree Pérez, resulta viable retomar el análisis de las
pequeñas y medianas empresas (PYMES), cuya implementación se previó a
mediados de los años 90, un proceso que finalmente no cuajó.
En su opinión, las PYMES caben dentro de las propuestas de expansión del
trabajo por cuenta propia, y su fomento puede traer ventajas como el
ofrecimiento de alternativas de empleo, el mejoramiento del nivel de
vida y aumento de los ingresos de sus miembros, así como la
descentralización de ciertas producciones y servicios.
Otro beneficio, mencionado por Pérez en un trabajo de investigación aún
inédito al que IPS tuvo acceso, es el aumento de la oferta de bienes y
servicios. El economista pone énfasis en que en el plano mundial se está
imponiendo la tendencia de estructurar la producción sobre empresas de
porte mediano y pequeño.
Estas formas empresariales son flexibles y de alto nivel de calificación
de fuerza de trabajo, uno de los mayores acervos de Cuba, y además
resultan muy competitivas, opina Pérez, quien revela que el gobierno
está analizando la posibilidad de implementar algunas variantes de PYMES.
En ese aspecto, varios economistas sugieren estudiar formas de
asociación de empresas integradas por trabajadores por cuenta propia y
el Estado, o por trabajadores individuales y cooperativas que permitan
la socialización de la producción y sus beneficios.
"Cuba tiene que revertir su situación económica en los próximos años, y
ante la carencia de capital existente en la economía para un amplio
proceso inversionista estatal, que le permita su reproducción ampliada,
la variable PYMES pudiera jugar un rol complementario", comenta Pérez en
su investigación.
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