Thursday, May 16, 2013

'Fui la cabeza de turco', dice un empresario canadiense preso en Cuba

Corrupción

'Fui la cabeza de turco', dice un empresario canadiense preso en Cuba
DDC | Madrid | 16 Mayo 2013 - 1:34 pm.

Las autoridades 'quieren dar un ejemplo al resto de los empresarios.
Quieren aterrorizarlos', afirma Sarkis Yacoubian, quien podría enfrentar
12 años de cárcel.

"Fui la cabeza de turco" (chivo expiatorio), dijo el empresario
canadiense Sarkis Yacoubian, que ha estado preso durante casi dos años
en Cuba, sin cargos, bajo investigación por corrupción.

Las autoridades cubanas "aprendieron que esto (la corrupción) era una
epidemia que estaba teniendo lugar en todas partes". Ahora "quieren dar
un ejemplo al resto de los empresarios (…) quieren aterrorizarlos",
añadió Yacoubian, según un reportaje conjunto de los diarios The Toronto
Star, canadiense, y El Nuevo Herald, de Miami.

Yacoubian, de 53 años, era propietario de Tri-Star Caribbean, una
compañía de importación. Está preso en la cárcel habanera La Condesa.

"Estaba tan deprimido a veces, que me quería suicidar", dijo el hombre,
quien ha "colaborado" con las autoridades cubanas revelando nombres de
extranjeros y funcionarios cubanos implicados en la corrupción y
desvelando la forma generalizada en que funciona.

Arrestado desde julio de 2011, el mes pasado Yacoubian recibió
finalmente una acusación formal de 63 páginas con cargos de cohecho,
evasión de impuestos y "actividades dañinas para la economía".

Pese a su colaboración, podría enfrentar 12 años de cárcel. Planea
declararse culpable en su juicio, que comenzará el 23 de mayo en un
tribunal especial de La Habana para Delitos Contra la Seguridad del
Estado y podría ser secreto, indica el reporte.

Otro canadiense, Cy Tokmakjian, de 73 años y dueño de Tokmakjian Group,
una empresa global de transportación, fue detenido por las autoridades
cubanas en septiembre de 2011 y continúa en la cárcel sin que se hayan
presentado cargos específicos en su contra.

Los dos empresarios de Ontario, de origen armenio, socios en el pasado y
luego rivales, dirigían compañías multimillonarias que vendían equipos
pesados, vehículos y suministros a empresas estatales cubanas del
transporte, la construcción, el níquel y otras.

En la actualidad, las de ambos en Cuba están clausuradas, sus licencias
revocadas, sus fortunas congeladas, y su futuro legal en el limbo.

"Así es que opera el sistema judicial en Cuba", dijo Jaime Suchlicki,
director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano Americanos de la
Universidad de Miami. "Es caprichoso y autoritario".

Las autoridades cubanas y en la embajada de La Habana en Ottawa se
negaron a dar declaraciones sobre la situación de los dos empresarios.

'Enamorarse' de Cuba

Las empresas de Yacoubian y Tokmakjian recibían fondos de Canadian
Commercial Corporation (CCC) una intermediaria que asegura contratos
entre el Gobierno cubano y selectas firmas canadienses y que funciona
con aportaciones de los contribuyentes del país norteamericano. Con el
proceso contra los empresarios, millones de dólares podrían estar en
peligro, según el reporte del Toronto Star y El Nuevo Herald.

En 2011 y 2012, la corporación firmó 38 contratos en Cuba por valor de
68,4 millones de dólares, la parte más reciente de su comercio con la
Isla, valorada en 650 millones desde 1991.

Gran parte de ese respaldo financiero se destinó a acuerdos hechos por
el Tokmakjian Group, considerada la segunda operación canadiense en
tamaño en la Isla, detrás de la gigante del níquel y el petróleo
Sherritt, con al menos 80 millones en ventas anuales.

Ahora que Tokmakjian está en la cárcel y el Gobierno cubano ha revocado
oficialmente su licencia para operar en la Isla, se cuestiona qué hará
La Habana si sus tribunales dictaminan que los contratos respaldados por
CCC estaban contaminados por la corrupción.

Raffi Tokmakjian, hijo del empresario, dijo que su padre "se enamoró" de
la Isla cuando empezó a invertir en ella en la década de los sesenta.

Yacoubian también tenía grandes sueños cuando fue por primera vez a Cuba
en 1993. Después de trabajar durante un breve tiempo para Tokmakjian,
hizo crecer Tri-Star Caribbean, una empresa de 30 millones de dólares al
año.

Todo se vino abajo cuando agentes de la Seguridad vestidos de civil
irrumpieron en sus oficinas de La Habana en julio de 2011.

"Empezaron a gritar: '¡No se mueva nadie!'", recordó Yacoubian. "Yo no
sabía qué estaba pasando".

Colaborando con los interrogadores

El empresario fue llevado a una "casa de seguridad" y sometido a
interrogatorios. Solamente le permitían salir a caminar al aire libre
una hora al día.

Yacoubian dijo que cayó en la desesperación y la depresión. "Enloquecí",
relató. "Hablaba solo, me daba golpes en la cabeza". Fue entonces que
tomó la decisión de empezar a colaborar con las autoridades cubanas.

El empresario dijo a sus interrogadores que no tenía más remedio que dar
dinero a los funcionarios cubanos para asegurar contratos e incluso para
que se cumplieran después de ganar una licitación.

"Si no pagaba, ellos acababan creándome problemas", aseguró.

La Fiscalía acusa a Yacoubian y sus empleados de sobornar a más de una
docena de funcionarios con comidas en buenos restaurantes, tarjetas de
teléfono prepagadas y dinero en efectivo, desde 300 dólares por una
información sobre un negocio hasta 50.000 por la venta de un equipo
pesado en 2008.

Yacoubian disputa muchos de los detalles en la acusación. Pero dice que
lo que más le molesta es que "millones de dólares" que los cubanos de a
pie necesitan son desviados a sobornos por lo que él llama las "fuerzas
negras", otros hombres de negocios extranjeros que se benefician muchas
veces de subsidios de gobiernos occidentales.

Según Yacoubian, los oficiales que lo interrogaron le aseguraron que "no
estaban interesados" en él, sino en los otros más grandes. Por eso se
pasó meses dándoles explicación detallada de cómo funciona la corrupción
en Cuba.

"Traté de explicarles, sistemáticamente, cómo se pueden hacer las
cosas", afirmó. "Les di dibujos, diseños. Les di nombres, gente, cómo lo
hacen, por qué, cuándo, dónde".

Pero tras las promesas de las autoridades, su confesión se convirtió en
la pieza principal de un vídeo, titulado Metástasis, que describió la
corrupción y los sobornos como un cáncer propagándose dentro del Gobierno.

En el vídeo, mostrado solo a altos dirigentes del Gobierno y el Partido
Comunista, Yacoubian confiesa que pasó paquetes de dinero a funcionarios
cubanos, según un reporte de la agencia Reuters. El vídeo también acusa
a Tokmakjian de corrupción.

Al menos dos funcionarios cubanos vinculados con Tokmakjian han sido
detenidos. Los hijos del empresario niegan todo delito.

Tras los interrogatorios en las casas de seguridad, Tokmakjian y
Yacoubian fueron trasladados a la prisión La Condesa, donde son
mantenidos en secciones separadas.

Las familias de ambos empresarios dicen que han recibido un gran apoyo
de la embajada canadiense en La Habana y garantías de que tanto el
ministro de Relaciones Exteriores, John Baird, como la ministra de
estado para Relaciones Exteriores, Diane Ablonczy, han presionado al
Gobierno cubano para que haga justicia "en una forma más oportuna".

Canadá es uno de los socios comerciales más importantes de Cuba y el
principal emisor de turistas hacia la Isla. Analistas de las relaciones
entre ambos países opinan que Ottawa y la CCC tienen que estar
preocupados cuando un importante hombre como Tokmakjian, respaldado por
fondos del Gobierno canadiense, se mete en problemas con el régimen de
Castro.

La CCC dice que por ahora recibe "a tiempo pagos del Gobierno de Cuba,
de manera consistente, sin tener en cuenta las condiciones externas".

Los hijos de Tokmakjian siguen optimistas de que su padre estará en casa
dentro de poco, porque otros 10 empleados extranjeros de su compañía
detenidos durante la investigación han sido liberados en los últimos
cuatro meses.

Por su parte, Yacoubian dice que tiene esperanzas de recibir una
sentencia reducida porque colaboró "mucho".

Su colaboración fue confirmada por la Fiscalía en la acusación.

http://www.diariodecuba.com/cuba/1368704092_3279.html

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