La Isla de los camiones sin inspeccionar
En Puerto Padre hubo una fuerte explosión. Al camión sobrecargado de
harina, le estalló un neumático. Esquirlas de piedras, llovieron sobre
los techos de las casas vecinas
jueves, agosto 21, 2014 | Alberto Méndez Castelló
TAMPA, Florida.- En las carreteras estadounidenses hay un sistema para
comprobar la seguridad de los vehículos de carga que ya lo quisiéramos
para las carreteras cubanas: las estaciones de pesaje.
Miles de toneladas de las más diversas mercaderías se transportan cada
día por Estados Unidos a bordo de camiones, muchos novísimos, pero otros
que datan de la década del noventa.
Viejos o nuevos, los camiones no van como mejor les venga en gana a sus
dueños o a los propietarios de las cargas; están las estaciones de
pesaje para que vehículos y mercancías vayan como deben ir.
Algo así como a 200 o 300 metros antes de llegar a la estación
propiamente dicha, está el primer centinela. Digamos que es como una
especie de censor instalado a lo ancho de la vía, sobre el que a no más
de 45 millas por hora, deben pasar los camiones para comprobar la carga.
80 mil libras es el peso permitido. Para una carga mayor se exige un
permiso especial y, en dependencia de ella, probablemente también se
exigirá su transportación en un vehículo adecuado.
Si al pasar por la primera pesa la tara es correcta, el camión prosigue
su camino; si existe alteración, el vehículo es desviado. En la segunda
pesa se determina con exactitud la demasía de la carga, y si ésta es
notoria, el camionero o la compañía deberán adecuarla a lo exigido por
la ley; mientras, el camión de ahí no se mueve.
Un tercer paso, que a criterio de las autoridades debe efectuarse o no,
es lo que en Cuba llamamos "pasar por el somatón". Allá, este es un
examen que se realiza en determinados periodos, más o menos prolongados,
pero que en el caso de los camiones en Estados Unidos, ocurrirá cuantas
veces un camionero transite por una estación de pesaje y las autoridades
entiendan que deben verificar tal vehículo, a fin de no constituir un
peligro público.
Desde los frenos hasta las luces, y pasando por cuanto dispositivo deba
funcionar adecuadamente, será examinado.
En la calle Juan Gualberto Gómez, en Puerto Padre, Cuba, donde radica el
almacén municipal de la Industria Alimenticia, hace poco tiempo,
mientras los obreros descargaban un camión que transportaba harina de
trigo, explotó un neumático del muy sobrecargado transporte. La erosión
provocada en la calle empedrada era semejante a las producidas por las
minas antipersonales. No hubo muertos de puro milagro, pero sí obreros
con rasguños provocados por las esquirlas de las piedras, muchas de las
cuales fueron a caer sobre los techos de las casas vecinas.
Esto no hubiera ocurrido si tal camión y su carga hubieran sido
debidamente examinados por autoridades competentes.
Claro, una estación de pesaje de utilidad pública lleva equipos costosos
y Cuba es una Isla pobre, dirá tal vez usted; y esa plata hace falta
para mantener los tanques y los cañones con que defendernos de los
yanquis, dicen los generales.
La amenaza de guerra, ya sabemos, no es tal. Mientras tanto, como vemos,
ocurren explosiones no reportadas por la prensa oficialista.
Nota de la Redacción: Alberto Méndez es un periodista independiente que
reside en Puerto Padre, Cuba, y se encuentra de visita en Estados Unidos
Source: La Isla de los camiones sin inspeccionar | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/minas-antipersonales-en-estacion-de-pesaje/
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