Todo para el sindicato único
ORLANDO PALMA, La Habana | Agosto 21, 2014
Los trabajadores de Salud Pública se llevaron una amarga sorpresa cuando
cobraron su recién aumentado salario. Los anuncios aparecidos en la
prensa olvidaron mencionar que se produciría también un alza en el pago
de la cuota sindical. De esa manera la Central de Trabajadores de Cuba
(CTC) se ha beneficiado desde junio pasado con una significativa subida
en sus ingresos.
Más de 440 mil afiliados a la CTC en las estructuras de Salud Pública de
todo el país han visto dispararse la parte de su liquidación anual que
va al único sindicato permitido en el país. La medida ha traído
aparejada disgustos, cuestionamientos y nuevas exigencias. En el caso de
los profesionales de la salud cuyas entradas superan ahora los mil pesos
cubanos mensuales, el pago sindical ronda el cinco por ciento del sueldo.
A finales de mayo, antes de la subida salarial, los comentarios en los
policlínicos y hospitales del país rondaban sobre el ansiado aumento de
sueldo. Se especulaba sobre las ventajas que traería, lo que se podría
adquirir con la diferencia alcanzada y las deudas personales que al fin
se podrían saldar. No era raro tampoco escuchar la voz del escepticismo
exclamar en medio de una consulta o un comedor ¡Caballero, hasta que yo
no tenga mil pesos en la mano no lo creo!
Al fin llegó el tan ansiado día y el desaliento afloró al ver que el
pago no se correspondía con lo publicado por los medios oficiales. El
elevado descuento sindical sólo se informó en el momento de firmar las
nóminas y de recibir el dinero. El Partido Comunista también aprovechó
la ocasión para aumentar la cuota a sus militantes. La situación ha
motivado una serie de reflexiones y quejas sobre el supuesto papel de
esta organización en la defensa de los derechos de los trabajadores. La
interrogante más repetida es si un mayor pago conllevará una más
eficiente representación de los afiliados a la CTC.
Según estadísticas oficiales, los ingresos generados por los
trabajadores del sistema de salud representan el 64 % del valor total
del sector de los servicios en el país. El aumento de sueldo perseguía
frenar el éxodo de profesionales hacia la emigración y otras
ocupaciones, además de eliminar ciertas prácticas como los regalos y
pagos para brindar una mejor atención médica. La recuperación de la
ética médica es otro de los objetivos de esta mejoría salarial.
El creciente fenómeno de las "operaciones por la izquierda" también está
en la mira de las autoridades sanitarias. El doctor Roberto Morales
Ojeda, ministro de Salud Pública, afirmó en marzo pasado que se debe
"lograr que todos los pacientes que se atiendan en nuestras
instituciones estén conducidos por el propio sistema de salud y
referidos a un centro en específico". Uno de las motivaciones para tales
ilegalidades ha sido precisamente la indigencia salarial a la que han
estado sometidos los galenos y demás empleados de hospitales y policlínicos.
Las opiniones apuntan a la necesidad de que el sindicato deje de ser
fiscalizador de los trabajadores para convertirse en escudo protector
ante los excesos del Estado. Entre las exigencias más extendidas se
halla la mejora salarial al personal que labora en misiones médicas en
el extranjero. Las cifras apuntan a que las instituciones oficiales
cubanas se apropian hasta del 80 % de los pagos por cada médico que
trabajan en Brasil, Portugal o Venezuela, entre muchos otros. En la
actualidad unos 50 mil profesionales de la salud brindan sus servicios
en 66 naciones, lo cual constituye una lucrativa fuente de divisas para
el Estado cubano.
A la CTC se le está exigiendo también que vele por las condiciones
laborales en los centros de salud. Desde el mal estado de los comedores
y la pobre variedad de alimentos en muchos de estos centros, hasta el
riesgo sanitario que entraña el desabastecimiento de guantes, jabón y
otros implementos de higiene. "Queremos un sindicato que realmente
funcione", reclamaron trabajadores del Hospital Julio Trigo en La Habana
durante la primera asamblea del sindicato posterior al menguado aumento
salarial.
Las exigencias no se circunscriben a una provincia ni a una especialidad
médica. En una reunión en junio en el Hospital Arnaldo Milián de la
ciudad de Santa Clara, los empleados manifestaron su inconformidad con
el aumento salarial, al considerarlo "positivo pero insuficiente". La
administración del centro sólo respondió con llamados a la calma y a la
paciencia, porque "todo se va a ir solucionando poco a poco". Similares
situaciones han surgido en todo el país.
Otra demanda poco difundida es la posibilidad de ejercer la medicina
desde el sector por cuenta propia. Entre las más de doscientas
ocupaciones permitidas para el ejercicio privado, no se encuentra
ninguna relacionada directamente con la atención médica. Muchos galenos,
enfermeras y técnicos de la salud, aspiran a poder abrir sus propias
consultas especializadas o generales. Sin embargo no se avizora esta
posibilidad a corto ni mediano plazo.
Con el aumento salarial el Gobierno creía poder aplacar las numerosas
críticas que llegan del sector de la salud, pero lo ha manejado de tal
manera que el descontento médico es ahora más patente que nunca.
Source: Todo para el sindicato único -
http://www.14ymedio.com/reportajes/sindicato_unico-medicos-trabajo_0_1618638132.html
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