Acostumbrar a los cubanos a la unificación monetaria
El impacto psicológico en los cubanos es grande cuando por un artículo
valorado en 40 CUC tienen que entregar 1000 CUP.
Miriam Leiva
septiembre 25, 2014
La unificación monetaria parecía estar en pausa desde que emergió la
desesperada promoción de inversión extranjera.
En los medios cubanos estaba ausente, tanto como el silencio de los
dirigentes gubernamentales, pero el segmento "Cuba Dice" de los martes
en el Noticiero Nacional Estelar de la televisión presentó un extenso
reportaje el 16 de septiembre.
Se trataba de convencer a la población sobre las bondades del sistema de
compra alternativa en las tiendas recaudadoras de divisas. Desde hace
algún tiempo las empresas del gobierno CIMEX y TRD ofrecen facilidades
para adquirir las mercancías en CUC (divisa) o CUP, el devaluado peso
con que cobran los salarios y las pensiones la mayoría de los cubanos.
Una forma de acostumbrar a la población a la enorme diferencia, 1 CUC=
25 CUP.
A la entrada de las tiendas habilitadas para la utilización de ambas
monedas se anuncia y detalla el método en grandes carteles. Los
funcionarios y empleados entrevistados explicaron en el reportaje que
los precios continúan en CUC, pero si se solicita, en la caja se
convierten a CUP. Incluso el cliente puede pagar parte del precio en
ambas monedas o con sus tarjetas de depósito bancario, y el cambio
(vuelto) se recibe en CUC.
El método comenzado en las grandes tiendas de la capital se está
extendiendo a todo el país, en dependencia del equipamiento en los
establecimientos comerciales, pues las cajas contadoras deben tener los
precios en ambas monedas y estar programadas para la conversión a los
efectos contables y de devolución del cambio sobrante al cliente.
El impacto psicológico en los cubanos es grande cuando por un artículo
valorado en 40 CUC tienen que entregar 1000 CUP. Téngase en cuenta que
el salario medio mensual es 467 CUP y la pensión media mensual es de 269
CUP. Ciertamente la persona sin acceso directo a divisas,
fundamentalmente por recibir los envíos de familiares y amigos, o por
su labor en Cuba, tienen que ahorrar durante largos períodos.
Pocos cubanos aún guardan bienes que vender para solventar sus
necesidades. Los artículos más demandados son las ollas de presión y
pequeñas cocinas eléctricas para reemplazar las de baja calidad y gran
utilización durante varios años, impuestas por la "revolución
energética", que una parte apreciable de la población no puede adquirir
mediante los créditos bancarios, así como ollas arroceras y ventiladores
para mitigar el fuerte calor. Otros equipos son verdaderos lujos que
imponen continuar las reparaciones hasta que estén totalmente inservibles.
Por otra parte, salta la interrogante de si el "novedoso" método
propicia aun más el descontrol de los inventarios y la contabilidad, en
un país donde los empleados llevan para vender sus mercancías, le
imponen "multas" a los productos, y la contabilidad "no es confiable".
No se trata de que el cubano sea ladrón por naturaleza, sino de que los
bajos salarios y las necesidades han corroído la sociedad.
Asímismo, el período de adaptación de la población no tendrá éxito, si
con desaparición del CUC se devaluara la moneda. El impacto en la
disminución del nivel de vida sería muy grande sobre el nivel irrisorio
actual.
Source: Acostumbrar a los cubanos a la unificación monetaria -
http://www.martinoticias.com/content/acostumbrar-a-los-cubanos-a-la-unificacion-monetaria/75759.html
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