La Isla en pública subasta
Sin mercado interno, sin libre flujo de fuerza laboral, sin garantías
legales, sin aprovechar las capacidades profesionales y con una inviable
relación con el vecino del norte, poco atractiva se torna la Isla para
los inversionistas
martes, noviembre 4, 2014 | Leonardo Calvo Cardenas
LA HABANA, Cuba. — La prensa nacional ha informado de un nuevo encuentro
del órgano de gobierno (viernes 24) que pasó revista a varios asuntos de
capital importancia para la vida socio económica del país. Fueron
tratados temas tan diversos como las cuentas por cobrar y pagar, las
afectaciones económicas en operaciones de comercio exterior, la
propiedad industrial entre otros, pero pretendo llamar la atención
específicamente sobre un elemento de capital importancia para el
presente y el futuro de la Isla. Me refiero a la presentación de la
llamada Carpeta de Oportunidades para la inversión extranjera.
La mencionada carpeta de oportunidades viene a ser el complemento
operativo de la recién promulgada Ley de Inversión Extranjera, esa
normativa que una vez más reafirmó a los ciudadanos cubanos como
ciudadanos de tercera categoría, concediendo a extranjeros derechos y
prerrogativas que por ley se niegan a los nacionales.
Resulta más que traumático pensar que los mismos que hace medio siglo
provocaron la conmoción violenta de la sociedad para entre otros males
barrer con los efectos negativos del capital extranjero —ese que
competía en buena lid con los capitales nacionales y que mantenía una
amplia casta de especialistas, funcionarios y obreros muy bien pagados—
ahora tengan como única tabla de salvación entregar lo que queda de la
maltrecha economía nacional al capital foráneo libre de impuestos.
Según trascendió en la información ofrecida por medios oficialistas :
"La Cartera aprobada en esta reunión, cuenta con 246 proyectos a
desarrollar con capital extranjero en un monto de 8 710 millones de
dólares, y abarca sectores decisivos como el agroalimentario, la
construcción, la industria farmacéutica y biotecnológica, la energía
renovable, entre otros. Los proyectos se encuentran en todas las
provincias, y en el municipio especial de Isla de la Juventud",
"… la Cartera presentada es diversa y amplia, y la incorporación en ella
de proyectos que cuentan con estudios de prefactibilidad y directivas de
negociación, acelerará la concreción de los negocios."
Y ya con esto creerán estos señores que se operará el milagro, que
"lloverá café", que fluirán indetenibles los miles de millones para que
ellos vuelvan a dilapidar y estafar a las dos manos, a endeudarse sin
pagar y a extorsionar judicialmente a los inversionistas que se tornen
un tanto incomodos.
Acaso tantos años de enajenación autocrática les hace creer que lanzando
este nuevo y engañoso canto de sirenas que vende lo que queda de Cuba al
mejor postor, barata y con instruidos y mansos esclavos incluidos,
correrán presurosos los inversionistas a comprometer sus capitales en
una apuesta perdida de antemano en el escenario de una economía con
décadas de retraso y socios nada confiables.
En un país sin poder adquisitivo, sin mercado interno, sin libre flujo
de la fuerza laboral sin garantías jurídico legales, sin poder
aprovechar en el nivel gerencial las capacidades intelectuales y
profesionales de los trabajadores nativos y con una inviable relación
económica con el vecino del norte, muy poco atractiva se torna la nueva
oferta.
Resulta absurdo pensar que los presuntos socios van a invertir y
arriesgar millones para que les llenen las oficinas de policías mal
disfrazados, mientras en las calles pululan sin alternativa los bien
preparados profesionales cubanos. Resulta absurdo pensar que los
recursos que ahorren los presuntos inversionistas por las atractivas
exenciones tributarias tengan que gastarlo en comprar autos de paseo
usados a precio de Ferrari y Lomborgini.
La pobre atención generada por la llamada Zona de Desarrollo del Mariel,
que al parecer no pasará de ser una mera ilusión ante las bien
estructuradas conexiones marítimo-comerciales establecidas entre el
Canal de Panamá, el principal puerto de Jamaica y la costa este de los
Estados Unidos, reafirman que ese no es el camino para salir de una
crisis generalizada que parece irreversible y más agobiante por la
creciente debilidad del régimen venezolano, durante años principal
sostén económico del gobierno cubano.
Tal vez el previsible colapso económico y político del chavismo
trasnochado del presidente (in) Maduro y el fracaso anunciado de estas
nuevas ofertas al capital extranjero generen el sentido común y la
valentía política que hasta ahora ha faltado al liderazgo de La Habana
para impulsar los cambios estructurales y conceptuales que el general
presidente prometió hace más de un lustro.
A estas alturas del juego parece que resulta más fácil y menos riesgoso
crear prefecturas y realizar congresos en un frente guerrillero sin
enemigos o ahorcar prisioneros con alambres de púas que entregar la
tierra a los campesinos en propiedad, recapitalizar el agro cubano,
abrir el mercado de bienes de consumo y de capital y eliminar las trabas
pre feudales que impiden el normal desarrollo de las fuerzas productivas
y la creación de riquezas.
Ojalá que cuando se den cuenta que no es afianzando las dependencias
externas u ofreciendo la isla en pública subasta como se salvara Cuba,
no sea para nosotros demasiado tarde.
montesinos3788@gmail.com
Source: La Isla en pública subasta | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/la-isla-en-publica-subasta/
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