«Lo más importante es cómo va a reaccionar La Habana»
DDC | Madrid | 23 Dic 2014 - 1:53 pm.
Los expertos José Remón, Larry Press, Iván Darias, Ted Henken y Ubaldo
Huerta analizan la posible repercusión de las medidas de Obama en el
sector de internet y las telecomunicaciones.
A solicitud de DIARIO DE CUBA, cinco expertos analizan las propuestas
sobre internet y telecomunicaciones, contenidas en el documento Un nuevo
camino para Cuba, elaborado por la Casa Blanca para restablecer las
relaciones diplomáticas con La Habana.
1. ¿Qué repercusión tendrían estas medidas para reducir el costo de las
telecomunicaciones en Cuba, así como para la ampliación de los servicios
de internet?
2. ¿Qué posibilidades existen de que el Gobierno cubano autorice a
proveedores de telecomunicaciones de EEUU para que proporcionen
telecomunicaciones comerciales y servicios de internet en la Isla?
3. ¿Cómo influirá la posible venta comercial de dispositivos de
comunicaciones, software, aplicaciones, hardware y servicios en la
mejoría de las telecomunicaciones para el cubano medio?
José Remón, ingeniero consultor de Telecomunicaciones, EEUU:
Ninguna medida externa puede cambiar el costo de las telecomunicaciones,
pues Cuba posee, a través de ETECSA, el monopolio de las mismas y
constituyen una fuente de ingreso de más de $200 millones anuales, sin
necesidad de admitir competencia. Las telecomunicaciones de Cuba con
otros países son también costosas, con y sin embargo/bloqueo. Es de
notar que hace apenas unos meses, el Gobierno cubano concedió a ETECSA
todos los derechos para proveer servicios en Cuba por los próximos 30 años.
Por iguales condiciones a lo anteriormente señalado, es sumamente
improbable que empresas norteamericanas sean autorizadas a proveer
servicios o internet en Cuba. Puede que algún cable de fibra óptica sea
admitido a conectarse, sin que ello sea estrictamente necesario para
brindar nuevos o mejores servicios. De hecho, existe un cable a menos de
50 millas de las costas cubanas, operado por una filial norteamericana
de Telefónica de España, que podría entrar en operación en un plazo
relativamente corto, luego de obtener aprobación en EEUU. Las mayores
dificultades para accesos masivos a internet radican en una
infraestructura deficiente a nivel local, que no ha sido desarrollada
por parte de ETECSA por instrucción del propio Gobierno cubano.
Las ventas de software, hardware y algún que otro medio de comunicación
para apoyar los servicios de ETECSA pueden facilitar al cubano medio
acceso a esos servicios, pero solo son las remesas, que se envían desde
EEUU, las que determinan el nivel de acceso. La mayoría de esos
servicios se pagan en moneda dura. Tal es el caso de celulares e
internet en hoteles y centros públicos.
Larry Press, California State University, EEUU:
La mayor incógnita es la política del Gobierno de Cuba, no la de EEUU.
Washington ha estado abierto a solicitudes de licencias para la
prestación de servicios de telecomunicaciones en Cuba desde 2009. La
mayor incógnita es la voluntad del Gobierno cubano para permitir un
mayor acceso a internet.
El movimiento hacia la normalización de las relaciones entre EEUU y Cuba
ha generado especulaciones acerca de que el acceso a internet mejorará
notablemente. Estoy de acuerdo en que es una posibilidad, pero está
lejos de ser segura. Cuba tiene la posibilidad de construir una internet
única, donde el acceso sea un derecho y el objetivo sea servir mejor a
las personas, en lugar de hacer dinero a través de ETECSA.
Iván Darias Alfonso, periodista y experto en nuevas tecnologías, Austria:
Sin duda, si las autoridades cubanas permitieran la presencia en el
mercado nacional de proveedores de telecomunicación estadounidenses o
internacionales con capital norteamericano, el costo de las llamadas a
la Isla se abarataría notablemente. Téngase en cuenta que las llamadas
telefónicas, los servicios de mensajería sms y de mensajes de video
hacia Cuba, son tan caros desde EEUU como desde cualquier otra parte del
mundo. La reducción en los costos, por un lado, aumentaría la demanda de
estos productos y servicios, de manera que también se beneficiarían
además del monopolio estatal, empresas y productores privados que
pudieran surgir y competir en ese mercado, por ejemplo, creando
aplicaciones para teléfonos móviles y para internet. Existe en la Isla y
en la diáspora, un potencial importante de ingenieros de sistemas y
especialistas en computación que pudieran invertir en Cuba, una vez que
la conexión desde y hacia ella fluyera de modo más eficiente.
Ahora bien, tendría EEUU que modificar disposiciones oficiales emitidas
por el Departamento del Tesoro y la Oficina de Control de Bienes
Extranjeros, para permitir el intercambio de productos y servicios entre
ambos países. Y aunque muchas ya están siendo flexibilizadas con tal
propósito, tocará esperar porque las autoridades cubanas respondan con
la misma rapidez.
Hasta ahora, hay muy pocas posibilidades de que el Gobierno cubano
autorice a proveedores de telecomunicaciones de EEUU para que
proporcionen telecomunicaciones comerciales y servicios de internet en
la Isla. Todo dependerá de la voluntad del Gobierno cubano de relajar el
monopolio estatal de ETECSA y permitir proveedores privados. Para ello
tendrían que modificar la legislación vigente en cuanto a permitir
inversiones en sectores que históricamente se han considerado
estratégicos, como las telecomunicaciones. Si no se renuncia al modelo
actual, vertical y controlable, demorará mucho la entrada "libre" de
productos y servicios a la Isla.
La posible venta comercial de dispositivos de comunicación, software y
demás también dinamizaría el mercado nacional y abarataría costos. En
Cuba, aunque ilegal y fluctuante, existe un mercado de compra y venta de
equipos y accesorios de computación y teléfonos móviles, de reparación y
actualización de estos y de pequeños servicios, como la grabación y
distribución del famoso "paquete" de programas de televisoras
extranjeras. De modo que contar con una distribución más ordenada y
fiable de equipos y tecnología influiría también en una mayor oferta y
más acceso a estos por parte de los cubanos en la Isla.
Ted Henken, Baruch College. Presidente ex-officio de la Asociación para
el Estudio de la Economía Cubana, EEUU:
Ahora que EEUU piensa legalizar que proveedores de servicios de
telecomunicaciones norteamericanos puedan vender sus tecnologías a Cuba
y a los cubanos, lo más importante es cómo va a reaccionar el Gobierno
cubano. Es decir, EEUU puede abrir la puerta a Cuba, pero el Gobierno
cubano tiene que querer dar un paso y cruzar el umbral abriéndose a su
propio pueblo. Dicho de otra manera, es bueno y necesario que EEUU
empiece a derrocar su embargo, pero los ciudadanos cubanos no van a
tener más acceso a las telecomunicaciones, ni precios más baratos, hasta
que el Gobierno cubano acabe de derrocar su propio embargo interno. Es
decir, su control monopólico de las telecomunicaciones a través de ETECSA.
Pero, después de echar la culpa de la falta de conexión en Cuba a EEUU
por tanto tiempo, sería difícil para el Gobierno cubano rechazar una
oferta de servicios de compañías como AT&T o Verizon. Dentro de seis o
nueve meses, espero ver más competición en el mercado interno cubano de
telecomunicaciones, tanto para comprar aparatos, como teléfonos
celulares, como para contratar servicios de datos. Eso daría mayor
información a los cubanos a precios más baratos. Además, con la ayuda de
compañías norteamericanas y la posible conexión a redes de fibra óptica
norteamericanas, Cuba puede mejorar su infraestructura y empezar a
proveer más redes de WiFi y acceso a internet en los hogares por primera
vez. Pero imagino que el Gobierno cubano buscará un balance entre la
ayuda técnica norteamericana y el mantenimiento del control sobre el
contenido de la información y comunicaciones.
Si el mundo piensa que con los cambios de Obama ya se solucionó todo,
estaríamos abandonando al pueblo cubano a un engaño. Los medios tienen
una responsabilidad de investigar y reportar los pasos del Gobierno
cubano para realmente abrir su mundo cerrado de telecomunicaciones. No
puede ser como con las reformas económicas de Raúl, de las cuales muchos
medios solo han reportado la apertura, sin indagar cuán profunda o real sea.
Otra cosa importante que Cuba va a tener que enfrentar es el derecho de
autor en el mundo de software y las aplicaciones. Ahora, el mercado
negro digital no respeta los derechos de autor. Si Cuba quiere realmente
entrar en el mundo moderno de las telecomunicaciones, va a tener que
empezar un proceso para aplicar las leyes internacionales en cuanto a
productos digitales, o usar el llamado "freeware" y las licencias de
"creative commons".
Ubaldo Huerta, empresario y experto en nuevas tecnologías, España:
Lo primero es esperar a las nuevas regulaciones de OFAC; en su sitio web
informan que estarán listas en unas semanas. Ahora solo se puede
especular sobre la base del fact sheet publicado por la Casa Blanca y el
hecho de que el Gobierno cubano no haya entrado siquiera a valorar el
paquete de medidas que la administración Obama ha puesto sobre la mesa.
Con la economía de la Isla tan deprimida, la escasez de consumidores, no
parece viable económicamente en el medio plazo, aunque la ley lo
permitiese, que una teleco norteamericana entre en el capital de ETECSA,
como lo hizo en su día Telecom Italia, o se le permita
independientemente proveer servicios de internet, telefonía celular. Por
otro lado, la nueva ley de inversión extranjera deja fuera a sectores
estratégicos como las telecomunicaciones, y hay evidencias de que el
Gobierno no quiere más socios; en 2011 pagó $706 millones por el 27% del
capital de ETECSA a Telecom Italia, socio clave en su momento para la
modernización de la red de telefonía fija en la Isla.
El Gobierno cubano, a día de hoy, dice querer promover el uso social de
internet, pero en la práctica las escuelas, los hospitales y las
universidades tienen acceso muy limitado. En cambio, se cobran unos
precios delirantes por acceso a la red en cibercafés y hoteles. O sea,
la brecha digital no podría ser más acusada. La falta de capital para
acometer las inversiones es la excusa oficial. Las medidas anunciadas
por Obama, o desmontan rápidamente el discurso oficial o convencen a un
sector del poder político de que es hora ya de permitir el libre flujo
de información.
Es muy pronto para especular sobre si proveedores de telecomunicaciones
de EEUU podrán proporcionar telecomunicaciones comerciales y servicios
de internet en la Isla. Hay que esperar por las nuevas regulaciones de
la OFAC. Si la historia sirve de precedente, un solo párrafo de las
regulaciones actuales, la sección 515.542(c), desencadenó la industria
del envio de recargas a celulares en Cuba desde el exterior, con un
volumen estimado (no hay datos oficiales) de alrededor de $100 millones
al año, y es altamente competitiva.
Naturalmente, las leyes del mercado, y el empeño por mantener la
gobernabilidad, dictarán la hoja de ruta. Es previsible que acuerdos de
roaming sea lo primero en estudio, es lo más inocuo. Llevará tiempo
reconstruir esos puentes comerciales rotos desde hace medio siglo por
confiscación de propiedades de empresas y ciudadanos norteamericanos por
el Gobierno cubano, sin debida remuneración, y la congelación de pagos a
ETECSA por establecimiento de llamadas a EEUU, como resultado de
disputas legales.
En la posible venta comercial de dispositivos de comunicaciones,
software, aplicaciones, hardware y servicios es donde soy más optimista.
Más que la venta de dispositivos como routers y antenas para uso de
telecos como ETECSA, o smartphones para el ciudadano de a pie, es la
disponibilidad de servicios y software lo que debería tener un impacto
real en el corto plazo.
Entiéndase que Cuba es un agujero negro en internet. Por ejemplo, un
blogger en Cuba no puede poner publicidad mediante Google Adsense, un
paladar no puede usar anuncios en Facebook para atraer clientes dentro
de la Isla. En el caso de los procesadores de pago, aún hay más
restricciones. Por ejemplo, el uso de una cuenta de Paypal dentro de
Cuba, para simplemente ver el saldo, puede conllevar a su cierre definitivo.
Pronto sabremos si hay que esperar a que ocurra la eventual salida de
Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo para que se
eliminen las restricciones a la exportación de software y servicios
criptográficos, se autorice el uso de procesadores de pagos, etc. La
demanda dentro de la Isla para acceder a aplicaciones de celulares de
pago (tanto el Apple App Store como el Google Play), crece cada día. Es
un sinsentido que se prolongue esta situación de exclusión.
Pronto otras empresas, no solo Google, que ya está activamente
involucrada en acelerar el deshielo, se darán cuenta de la conveniencia
de hacer lobby para acceder a ese mercado en ciernes, y abaratar costes
para poder cumplir con todas las restricciones de OFAC. Solo falta la
voluntad del Gobierno de la Isla de tender la mano a la oferta de la
administración de Obama, para no seguir hipotecando el futuro de otra
generación de cubanos.
Source: «Lo más importante es cómo va a reaccionar La Habana» | Diario
de Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1419339226_11979.html
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