El dólar, el descuento y las remesas
El gobierno cubano cobra un dinero que no le toca
jueves, marzo 24, 2016 | Osmar Laffita Rojas
LA HABANA, Cuba.- En su comparecencia ante los periodistas de diferentes
medios nacionales y extranjeros reunidos en la sala de prensa del Hotel
Tryp Habana Libre, el jefe de la diplomacia cubana, Bruno Rodríguez
Parrilla, afirmó que tanto las medidas anunciadas el 15 de marzo como
los otros tres paquetes anteriormente puestos en vigor por los
departamentos de Tesoro y Comercio de los Estados Unidos, no han
funcionado por "la naturaleza opresiva y obstaculizadora" del embargo.
La intervención del ministro Parrilla estuvo marcada por su
incongruencia y la deliberada omisión y tergiversación de los hechos.
El canciller cubano dijo a los periodistas que dicho gravamen al uso del
dólar norteamericano se estableció en el año 2004 como "medida
justificada de legítima defensa frente al fortalecimiento de la
persecución financiera".
Apegado al guión que le entregaron, al referirse al gravamen impuesto
al dólar norteamericano, Rodríguez Parrilla no explicó que el arbitrario
gravamen fue la respuesta del dictador Fidel Castro cuando fueron
descubiertas las ilegales operaciones de lavado de dinero realizadas en
la Unión de Bancos Suizos (UBS), la principal entidad bancaria de la
Federación Helvética, por un monto de 3 900 millones de dólares viejos
que el gobierno cubano cambió por nuevos, tal como fue reflejado en su
momento por diversas agencias de prensa y particularmente por el trabajo
de Ernesto Betancourt titulado "Cuba lavó US 3 900 millones en banco suizo".
El Comité de la Banca del Senado de los Estados Unidos demostró que la
UBS, con las fraudulentas operaciones de blanqueo de dinero por parte de
La Habana, no sólo violó las leyes del embargo sino que envió informes
falsos para que la Reserva Federal de Nueva York no lo supiera.
Ante las irrebatibles pruebas presentadas, al UBS no le quedó otra
salida que aceptar la violación en que había incurrido a lo largo de
siete años.
En aquellas transacciones ilegales, la UBS acreditó el dinero a una
cuenta secreta del gobierno cubano, cuyo nombre y función todavía
permanecen el más absoluto secreto.
El asunto del lavado de dinero por parte del gobierno cubano se
descubrió en una investigación sobre el origen de los paquetes de
dólares nuevos encontrados en los palacios del derrocado tirano iraquí
Sadam Hussein.
El 28 de octubre de 2003 la Reserva Federal canceló el contrato de UBS,
y el 10 de mayo de 2004 le impuso una multimillonaria multa que ascendió
a 100 millones de dólares.
La tasa de 20% de descuento sobre el dólar impuesta por Fidel Castro se
mantuvo hasta que hace unos años, bajo el gobierno de Raúl Castro, fue
reducida a la mitad.
Con dicho gravamen los cubano-americanos que envían remesas a sus
familiares en Cuba se ven obligados a pagar por algo de lo que no son
culpables.
Es injusto que el pueblo cubano tenga que pagar por algo que no es
responsabilidad suya, sino de Fidel Castro.
El jefe de la diplomacia cubana dijo algo que no es cierto: que dicho
gravamen del 10% "ha servido para compensar a las instituciones
financieras cubanas por los riesgos y costos que ha generado y genera
hasta este momento el uso del dólar".
¿De qué riesgos habla Bruno Rodríguez, si el gobierno cubano destina
millonarias sumas de dólares para pagar en efectivo, a través de
terceros países, la compra de alimentos y los servicios de flete
marítimo, a las empresas norteamericanas con las cuales mantiene negocios?
No creo que Bruno Rodríguez califique de riesgo los cientos de millones
de dólares que, por concepto de remesas, entran procedentes de los
EE.UU. y que limpiamente recogen en la red de Tiendas Recaudadoras de
Divisas (TRD), dirigidas y administradas por el Grupo de Administración
Empresarial (GAE) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
El gobierno cubano alega que las leyes del embargo impiden realizar
transacciones comerciales directas entre entidades comerciales radicadas
en los EE.UU y Cuba y que con las que Washington ha autorizado. El pago
hay que realizarlo por terceros países y con otra moneda que no sea el
dólar.
Si eso es así, ¿cuál es la razón de ese descuento del 10% que no
perjudica a las empresas norteamericanas, sino a los cubano-americanos
que envían remesas y a sus familiares en Cuba que las reciben?
La tasa de descuento al dólar que impuso Fidel Castro hace doce años es
una burda manera de apropiarse legalmente de un dinero que no le
pertenece al gobierno cubano.
Hay que poner fin al arbitrario gravamen. Los dólares que se les envíen
a los cubanos residentes en la Isla el Estado se los debe abonar
íntegramente. Debe desaparecer de una vez y por todas ese descuente que
nunca debió haber existido.
origenesmadiba@gmail.com
Source: El dólar, el descuento y las remesas | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/el-dolar-el-descuento-y-las-remesas/
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