Una generación de emprendedores le apuesta al futuro de Cuba
Por FRANCES ROBLES 23 marzo 2016
LA HABANA — Antonio y Sandra Camacho Rodríguez decidieron llamar a su
repostería en La Habana los Burner Brothers en homenaje a todas las
galletas que quemaron mientras establecían su negocio.
Era la metáfora perfecta para el incesante proceso que debieron
enfrentar dos cocineros sin experiencia ⎯ella es médico y su hermano,
vendedor⎯ para abrir un negocio en un país comunista que da sus primeros
pasos en la industria privada.
Mientras que decenas de miles de cubanos millenials dejaron de apostarle
a Cuba y se dirigieron al norte, los Camacho son parte de una clase de
emprendedores que está eligiendo quedarse en la isla.
"Hay un mercado extremadamente poderoso que está surgiendo ahora mismo
en Cuba", dijo Camacho, de 26 años, parado en su pequeña tienda, donde
las galletas cuestan 10 centavos cada una, en el vecindario de Vedado,
en La Habana. "Para mí es más fácil ser parte de un mercado emergente
que intentar lograrlo en algún otro país, donde el mercado se creó años
atrás".
Mientras el Presidente Obama se reunía con el Presidente cubano Raúl
Castro el lunes, se daban a conocer datos sorprendentes para los dos
líderes: el año pasado, más del doble de cubanos se fueron a vivir a
Estados Unidos que en 1959, cuando Fidel Castro tomó el poder y desató
una ola migratoria que alteró el sur de Florida para siempre.
Mientras Obama asistía a una conferencia el lunes por la tarde con
empresarios estadounidenses y emprendedores que están dándole nueva vida
a una economía decadente, Cuba sigue sufriendo de una fuga de médicos,
propietarios de pequeños negocios, obreros y meseros.
"Creo que algunas personas sufren de una falta de visión", dijo Camacho.
"Muchas personas también viven en una situación precaria, en barrios
humildes o incluso pobreza extrema".
Los patrones migratorios recientes cuestionan la fe de los cubanos en
las reformas al sector privado. La semana pasada, después de que Costa
Rica se deshiciera de decenas de refugios llenos de migrantes cubanos,
aparecieron mil más en su frontera con Panamá.
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Las cifras muestran que al menos 63.000 cubanos se fueron a los Estados
Unidos el año pasado; la mayoría de ellos cruzaron la frontera con
México a pie. Se ha otorgado residencia a más de 250.000 cubanos tan
solo durante la administración de Obama: una cantidad suficiente para
poblar una ciudad del tamaño de Orlando, Florida.
En 2014, 122.000 cubanos estaban en la lista de espera para reunirse con
sus familias, una de las listas más largas de visas estadounidenses en
el mundo.
"Si la economía cubana sigue flaqueando, muchos cubanos expresarán su
voto yéndose del país", dijo Richard E. Feinberg, el autor de "Open for
Business", un libro acerca de la nueva economía cubana.
Sin embargo, conforme decenas de miles de cubanos han dejado de
apostarle a su país de origen, millones han elegido quedarse.
"Quizá 50.000 o 75.000 personas se fueron: eso significa que 11.2
millones todavía están aquí", dijo Feinberg, cuyo libro incluye un
capítulo acerca de los millenials que han optado por quedarse en Cuba.
Bajo las nuevas reglas que permiten la iniciativa privada, el año
pasado, el gobierno cubano emitió cerca de 496.000 licencias para
pequeños negocios. Casi un tercio de esos propietarios de negocios son
jóvenes.
"Cuando la gente empezó a viajar y podían hacerlo sin que se les
obligara a quedarse en el extranjero, la vida cambió aquí: la forma en
que la gente vivía, la forma en que se vestían", dijo Emisleidy Maza
Ramos, de 27 años, quien tiene varios empleos, entre ellos uno en el
negocio de entrega de alimentos de su novio. "Se siente una diferencia
en el aire".
Charles Shapiro, un exembajador de Venezuela que dirige el World Affairs
Council of Atlanta y viaja frecuentemente a Cuba, dijo que la gente que
se quedó era cada vez más capaz de vivir con comodidad, en especial, si
se comparan con sus vecinos que ganan 25 dólares al mes en empleos
estatales.
"Conocí a un guía turístico al que recientemente le ofrecieron una beca
para obtener una maestría en Washington; gana 1000 dólares a la semana
en propinas", dijo Shapiro. "Se va a quedar".
El problema más grande con el creciente número de emprendedores, agregó,
es el control absoluto que se tiene sobre la cadena de suministros.
"El suministro de refacciones, alimentos, papel sanitario, etcétera, se
encuentra en manos del gobierno", comentó.
Ihosvany Oscar Artiles Ferer, de 44 años, un veterinario que trabajó en
Camagüey pero recientemente se mudó a Queens, dijo que la falta de
mayoristas para comprar suministros hacía más difícil poder obtener una
ganancia.
"El negocio particular es un pañuelo que está poniendo el gobierno de
Cuba, para decir ante las Naciones Unidas que en Cuba hay negocios
particulares", dijo Artiles.
"Al principio casi todos éramos revolucionarios", agregó. "Ya todos
dejamos eso porque no creíamos en Fidel ni en la revolución ni en el
socialismo ni en nada".
La administración de Obama espera que conforme el gobierno de Castro
haga la transición hacia una reforma económica y Washington permita más
comercio y viajes, más cubanos se quedarán, con lo que se reducirá el
flujo constante de personas que salen del país, el cual ha contribuido a
una crisis migratoria más amplia.
Pero Cuba también se beneficia de los cubanos que se van. Muchos
negocios en la isla comienzan con las remesas que los emigrantes envían
desde Estados Unidos. Los Camacho dijeron que gastaron cerca de 25.000
dólares para comenzar un negocio como el de la compañía de galletas, y
que tenían suerte de contar con familiares cercanos que son ciudadanos
estadounidenses.
Benjamin J. Rhodes, representante de la Casa Blanca en Cuba, dijo la
semana pasada que "una actividad económica más grande en la isla
beneficiará a los cubanos".
"Será una fuente de empoderamiento para ellos", dijo Rhodes, el
consejero auxiliar de seguridad nacional del presidente. "Mejorará sus
condiciones de vida".
Pero el ministro de asuntos exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, se
burló de la referencia al empoderamiento y culpó a Washington del éxodo.
Muchos cubanos han dicho que se han apresurado a irse porque temen que
después de normalizar las relaciones, Obama eliminará las políticas
migratorias que les dan a los cubanos un estatus especial en los Estados
Unidos.
"Estados Unidos aplica medidas migratorias en relación con Cuba de
carácter selectivo y políticamente motivado, que constituyen un aliento
a la emigración ilegal, insegura y desordenada y que afectan las
relaciones migratorias normales," Rodríguez dijo en una rueda de prensa
el jueves pasado.
David Boddiger colaboró al reportaje desde La Cruz, Costa Rica.
Source: Una generación de emprendedores le apuesta al futuro de Cuba –
Español - http://www.nytimes.com/es/2016/03/23/cuba-los-que-se-quedan/
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